Crítica a los conceptos de sustancia, yo y Dios en la filosofía de Hume
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Formaban parte de la sustancia:
- Suponía que las cualidades secundarias no pertenecían a los objetos, sino que eran subjetivas porque dependían de los sentidos del sujeto que las percibía. No nos permitían conocer las propiedades reales de los objetos.
- Pensaban que debía existir unas cualidades primarias de los objetos que servían de soporte de las secundarias, porque permanecían a pesar de los cambios experimentados, y esto lo llamaban sustancia. Las cualidades primarias eran la esencia de los objetos, las características que no podíamos quitarles a las cosas sin que dejaran de existir.
Hume añade que si lo único que podemos conocer de los objetos son sus cualidades secundarias, llamamos objetos a la suma de unas cualidades que percibimos a través de los sentidos, al hablar de la sustancia, como algo que se encuentra debajo de dichas cualidades, pero que no podemos percibir de ningún modo, estamos deslizando la palabra sustancia sin sentido porque hablamos de algo que no sabemos si existe. La idea de sustancia no es copia de ninguna impresión, es producto de nuestra imaginación. No podemos demostrar que existe la realidad física independientemente de nuestras impresiones sino que tan solo podemos imaginarlo o creerlo.
Crítica al concepto del yo:
- Los racionalistas y los empiristas consideraban indudable la existencia de un yo o sustancia pensante. La existencia era evidente porque podíamos dudar de todos los contenidos de nuestros pensamientos pero no de que pensamos ni existimos. Hume cree que no existe el yo, porque no tenemos ninguna experiencia de nada que se mantiene invariable en nosotros mismos a lo largo de toda nuestra vida, sino que nuestras impresiones y nuestras ideas no dejan de cambiar con el paso del tiempo. El yo no es más que la suma de nuestras percepciones presentes. Aunque creemos que existe nuestro yo a pesar del cambio de todas nuestras percepciones, porque nuestra imaginación crea una conexión entre nuestras percepciones pasadas y presentes. Pero no hay ningún soporte que se mantenga invariable por debajo de nuestras percepciones.
Crítica al concepto de Dios:
- Hume considera inválidas todas las demostraciones de la existencia de Dios porque de lo único que tenemos experiencia es de nuestras impresiones, de Dios no tenemos ninguna impresión. Así que la idea de Dios parece ser producto de nuestra imaginación. Pero ello no demuestra la existencia de ningún ser real más allá del que podemos imaginar. No sabemos si Dios existe, pero esto no quiere decir que no podemos creer en él porque tampoco es posible demostrar su existencia.