Desarrollo del Control Postural en la Infancia: Hitos y Factores Clave
Clasificado en Deporte y Educación Física
Escrito el en español con un tamaño de 3,35 KB
Control Postural Temprano: Fundamentos y Evolución (2ª Parte)
El término "postura" se refiere a la posición adoptada por las partes del cuerpo (Jouen & Lepocq, 1990). Un adecuado control postural es esencial para lograr estabilidad, equilibrio y orientación. La estabilidad se alcanza manteniendo el centro de masa o centro de gravedad bajo y dentro de la base de sustentación individual. El control postural también proporciona orientación.
Esto asegura que la alineación de los segmentos corporales se mantenga de forma apropiada en relación con el movimiento realizado (Shumway-Cook & Woollacott, 1993). El control postural implica una compleja interacción entre sistemas como el nervioso y el musculoesquelético, lo cual supone (Shumway-Cook & Woollacott, 1995):
- Cambios en el desarrollo muscular y en las masas relativas de los diferentes segmentos corporales.
- Construcción de las estructuras coordinativas o de sinergias neuromusculares necesarias para mantener el equilibrio.
- Desarrollo de los sistemas vestibular, visual y somatosensorial.
- Desarrollo de estrategias que permitan el procesamiento de información de múltiple origen.
- Desarrollo de representaciones mentales necesarias para percibir y actuar.
- Desarrollo de los mecanismos de anticipación y adaptación que permitan a los niños modificar sus posturas y controlar sus acciones.
Hitos del Desarrollo del Control Postural
Los recién nacidos tienen escaso control postural, aunque pueden equilibrar su cabeza por unos pocos segundos (Prechtl, 1977).
A los pocos meses, adquieren mayor control de la cabeza, seguido por el tronco, lo cual permite al lactante sentarse, inicialmente con soporte.
Alrededor de los 12 meses, alcanzan una postura vertical independiente, apoyándose sobre las dos piernas.
El Esquema Corporal y el Control Cefálico
Un elemento clave en el control postural es el desarrollo de un esquema corporal. Este esquema es esencial para la interpretación y comparación de la información sensorial entrante, así como para la calibración e interpretación de los propios movimientos.
La falta de control cefálico en los primeros meses se debe a una ausencia de actividad muscular organizada. Es a partir del segundo mes cuando comienzan a manifestarse las respuestas posturales coordinadas en el control de la cabeza.
Influencia de los Sistemas Sensoriales en la Postura
En estas respuestas, la contribución de los diferentes sistemas sensoriales es determinante. Por ejemplo, sin visión, se observa una clara tendencia a girar la cabeza hacia la derecha, mientras que con visión, los niños mantienen la cabeza en una posición estable en la línea media del cuerpo.
La visión influye de manera muy significativa en los mecanismos antigravitatorios, y estas relaciones mejoran progresivamente a lo largo de los años.
Es a partir del octavo mes cuando se observa una coordinación entre el cuello y el tronco para adaptarse eficazmente a los movimientos hacia adelante o atrás en posición sentada.
Sentados, los niños inicialmente utilizan intensamente la información visual para mantener su postura dinámica. Posteriormente, emplean la información somatosensorial de forma más clara cuando la posición sentada es mucho más independiente.