Describe las diferencias Crisis de subsistencia/crisis demográfica

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Su distribución espacial se analiza mediante la densidad de población, que relaciona la población de una zona con su superficie en kilómetros cuadrados. Desde el año 2012 España está sufriendo un proceso de estancamiento de la población que ha provocado incluso un descenso poblacional, llegando a valores de 47.4 millones de hab. Reducíéndose esa cifra hasta por debajo de los 47 millones en la actualidad. Los factores que han provocado este cambio en el comportamiento demográfico están relacionados directamente con la crisis, ya que se ha producido un ascenso de emigraciones de españoles jóvenes que buscan trabajo en el exterior (Alemania, Gran Bretaña o Francia), a lo que se suma la vuelta de un número considerable de extranjeros que provocaron el crecimiento desde 1996 hasta el año 2010. Fundamentalmente son inmigrantes procedentes de Sudamérica, que ante la dificultad económica, optan por volver a sus países de origen. La DENSIDAD ha ido aumentando a lo largo del tiempo hasta situarse por encima de 90 habitantes por kilómetro cuadrado, y que está por debajo de la media de la UE (120 hab/km). Además existen fuertes desequilibrios espaciales entre áreas de concentración (Madrid, Baleares, Canarias, Ceuta, Melilla y la periferia peninsular)y áreas de despoblamiento, que no superan los 25 hab/km (interior peninsular excepto Madrid).


2.2 Factores explicativos de la distribución:
a) En la época preindustrial tuvieron más peso los factores naturales, provocando que las mayores densidades se situaran en las costas de relieve llano e invierno suave (la mediterránea), aunque también influían factores humanos. En el Siglo XVI Castilla destaca sobre el resto por el descubrimiento de América, y en el Siglo XVII hay un desplazamiento hacia la periferia (crisis), que se consolida en el Siglo XVIII. b) En la época industrial (1850-1975), los factores naturales perdieron importancia y se consolidaron y agudizaron los contrastes en la distribución de la población, aumentando su peso Madrid, como centro administrativo y financiero, y las regiones periféricas por su crecimiento natural (Galicia, Murcia y Andalucía) o por la instalación en ellas de las actividades económicas relacionadas con la industrialización (Asturias, País Vasco, Cataluña, Valle del Ebro y el Mediterráneo) y el turismo (vertiente mediterránea y los archipiélagos).
c) En la época postindustrial tienden a mitigarse los contrastes. Los factores de desarrollo, como la primicia del sector servicios, la difusión espacial de la industria, la agricultura tecnificada y el desarrollo endógeno, junto con una mayor inmigración extranjera, refuerzan la consolidación demográfica de Madrid y de los ejes del Mediterráneo y del Ebro.


3.2 Los DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES en el movimiento natural de la población: Existen ciertos contrastes debidos a la diferente estructura por edades, es decir, al grado de juventud o envejecimiento de la población. Las causas heredadas son el distinto comportamiento tradicional de la natalidad y las diferencias de desarrollo económico, causantes de las migraciones, que provocan el envejecimiento de las regiones emigratorias y el rejuvenecimiento de las inmigratorias. En España, las migraciones tuvieron lugar entre 1950 y 1975, desde las regiones agrarias a las urbano-industriales de la periferia y Madrid. Las causas actuales son los nuevos factores de desarrollo económico a partir de la crisis y la inmigración extranjera, que desde 1996 aporta población joven y elevación de la natalidad, detenida desde 2010.

-Las Comunidades Autónomas con mayor dinamismo demográfico cuentan con tasas de natalidad más elevadas, tasas de mortalidad más bajas, y crecimiento natural más alto. Debemos diferenciar las que poseen una modelo tradicional más naturalista, como Ceuta, Melilla, Andalucía y Murcia, las que han sido foco de inmigración interna como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, y las que han recibido una fuerte inmigración extranjera (todas las anteriores). Hay que resaltar a Canarias y Navarra como excepciones que se salen de las causas anteriores, y responden a causas endógenas.


-Las Comunidades Autónomas en declive demográfico poseen tasas de natalidad más bajas, tasas de mortalidad más altas, y por consiguiente, un crecimiento natural menos elevado que las anteriores. Presentan una estructura demográfica fuertemente envejecida por haber sufrido una fuerte inmigración como Galicia, ambas Castillas y Extremadura, y por haber sufrido con más 0dureza la crisis industrial de 1975, en la cornisa cantábrica. Todas ellas también han sufrido unos índices inferiores de inmigración extranjera.

4.1 Las MIGRACIONES INTERIORES: a) Las MIGRACIONES INTERIORES TRADICIONALES: Se caracterizaron porque- fueron promovidas por motivos laborales, con flujos unidireccionales, y porque principalmente fueron personas jóvenes con un bajo nivel de cualificación. -Los tipos de inmigraciones interiores tradicionales: Las migraciones estacionales y temporales tuvieron su auge entre el último tercio del XIX, y la década de 1960, y se emprendían con intención de retorno, principalmente relacionadas con las actividades agrarias, aunque también, en menor medida, con la construcción, la industria o los servicios. El éxodo rural tuvo lugar entre 1900 y 1975 entre áreas rurales y urbanas con carácter definitivo o de larga duración, promovida por motivos laborales y de mejora de condiciones de vida, por lo que los focos de atracción, se situaron en los focos dinámicos de progreso económico.


Podemos distinguir hasta cuatro etapas en su desarrollo: en el primer tercio del Siglo XX tuvo un volumen moderado dirigido hacia Madrid, Barcelona y el País Vasco; durante la Guerra Civil y la posguerra el éxodo rural se estancó debido al desarrollo de la autarquía y el freno al desarrollo económico con lo que las ciudades perdieron su atractivo laboral; entre los años 1950 y 1975, alcanzó su mayor volumen gracias al crecimiento demográfico, la crisis de la agricultura tradicional, el auge industrial, y el boom turístico, localizándose en zonas del eje mediterráneo y del Ebro, Madrid y los archipiélagos; por último, desde 1975, el éxodo rural decayó gracias al desarrollo económico homogéneo de las diferentes zonas, concentrado en el desarrollo urbano y en la reconversión de las zonas rurales. Actualmente el éxodo rural alcanza valores muy bajos. -Las consecuencias de las migraciones interiores tradicionales: En el plano demográfico son los responsables de los desequilibrios en la distribución de la población, e influye en la estructura por sexo y por edad, ya que los desplazados suelen ser hombres y jóvenes. En el plano económico, en las áreas rurales, generaron un aumento de los recursos y posteriormente subpoblación; mientras que en las ciudades aparecieron las deseconomías de congestión. En el plano social se produjeron problemas de asimilación e integración. 


b) Las MIGRACIONES INTERIORES ACTUALES:

Las motivaciones se centran en motivos laborales, y residenciales. Los flujos son pluridireccionales, con mayor diversidad de las áreas de origen y destino. El perfil de los emigrantes es también diverso (jóvenes, mayores, no cualificados y cualificados). -Los tipos de migraciones interiores actuales: Las migraciones laborales están protagonizadas por adultos jóvenes (20-39 años). Las migraciones hacia provincias de otras regiones se han ralentizado y originan diferentes saldos migratorios: tienen saldos positivos los ejes del Mediterráneo, excepto Barcelona, y el del Ebro, excepto Zaragoza; tienen saldos negativos algunas antiguas provincias inmigratorias que lo han invertido (Madrid, Barcelona, Bizkaia, Gipuzkoa, Zaragoza) y provincias tradicionalmente emigratorias que lo mantienen (Ávila, Zamora, Burgos, Ciudad Real, Teruel o Asturias). Las migraciones intrarregionales e interprovinciales han crecido, y las intermunicipales han cambiado desde las ciudades principales a las medianas situadas en sus cercanías (ejemplos de Murcia o Madrid). Estas migraciones laborales acrecientan los desequilibrios demográficos y económicos entre las regiones y el interior de las CCAA y de las provincias


La Pirámide de Población recoge dos gráficos de barras horizontales. En cada uno de ellos, divididos de cinco en cinco años se reflejan los porcentajes de hombres y mujeres existentes en EL PAÍS VASCO en 2010. Coincide con la evolución de la población española. En color azul oscuro se indican los Hombres y en color morado las Mujeres. ANÁLISIS DE LA PIRÁMIDE (SEXO Y EDAD) a) Analizamos, en primer lugar, la base de la pirámide. Es evidente que esta es estrecha, por lo que no estamos ante una población joven, sino ante una envejecida. La natalidad es baja: observamos que, desde el tramo 25 a 29 años, desciende el número de personas. Esto nos lleva a comienzos de los años 80, año en que comenzó a descender la natalidad. La natalidad no se recupera hasta los últimos años, apreciándose un aumento en el grupo de edad 0-4 en ambos sexos (En el año 2008, la tasa de natalidad fue del 11,37%, el porcentaje más alto desde 1986). Se confirma el dato en 2010. B) Analizamos, en segundo lugar, la cúspide de la pirámide. Hay que tener en cuenta que agrupar a todas las personas a partir de una determinada edad (80 años). La cúspide de la pirámide española es ancha, por lo que podemos determinar que: ! Nos encontramos ante una población envejecida. ! La esperanza de vida de la población es alta. ! La causa que explica la baja mortalidad es el alto nivel de desarrollo del país que se cristaliza en una potente infraestructura sanitaria


c) Localizamos y explicamos los perfiles que puedan existir en la pirámide: ! Entrantes que indican una pérdida de población: Cohorte 10-14, consecuencia de la caída de la natalidad a fines de los años 90 del pasado siglo. ! Salientes que significan un crecimiento de la población: Cohorte 0-4 años producido por el repunte de la natalidad; cohortes 35-39, 40-44 y, sobre todo, 30-34, localización de las cifras más altas de población, fruto del «baby boom» de los años 70. d) En la relación Hombres-Mujeres concluimos que: ! Nacen más varones que mujeres, fenómeno natural. ! Que las mujeres tienen la esperanza de vida más larga, fenómeno también natural. ! Las cifras de hombres y mujeres se igualan a partir de los 40 años, siendo mayor el número de mujeres, a partir de los 50 años. ! El grado de fecundidad es bastante bajo si tenemos en cuenta el número de mujeres en edad de procrear. El número de hijos por mujer fue en el 2010 de 1,3. e) La proporción de jóvenes, adultos y ancianos indica: ! Estamos ante una población envejecida con un % de personas mayores de 65 años superior al 12%. ! El pronóstico sobre el crecimiento de la población es bastante claro: la población presenta signos de envejecimiento, a medio plazo, y de descenso, a largo plazo, de no variar las tendencias actuales de la dinámica natural de la población. ! La población activa se mantiene gracias a la incorporación de la mujer a la vida laboral


En el gráfico se representa la evolución de la natalidad (línea azul) y la mortalidad (línea roja) enEspaña desde 1886 hasta el año 2010. La diferencia entre ambas variables es el crecimiento natural o vegetativo. En él gráfico se pueden apreciar claramente las dos ocasiones en las que se produce un crecimiento natural negativo, es decir, cuando la mortalidad supera la natalidad: en 1918 y a finales de los 30. Existe, además, un breve periodo en el que ambas variables se sitúan a la par (mediados de los años 90 del Siglo XX), lo que nos sitúa en un crecimiento natural próximo a “0”. En el lateral izquierdo se muestran las proporciones (de cinco en cinco). Al tratarse de «tasas» se refiere a «tantos por mil».  ANÁLISIS DE LOS DATOS Durante los últimos años del Siglo XIX y el primer decenio del Siglo XX los valores de la natalidad y mortalidad son elevados, en torno al 25 o 35 por mil, nos encontramos en un RÉGIMEN DEMOGRÁFICO ANTIGUO. Es éste un período en el que aumenta la población aunque no de forma excesiva ya que, como se puede observar en el gráfico, la diferencia entre la natalidad y la mortalidad no es muy grande. Además, en las dos tasas se observan oscilaciones que reflejan las crisis cíclicas debido a la falta de medidas sanitarias e higiénicas. El aumento de la mortalidad se agudiza en los períodos de sequía o de malas cosechas ya que España es en estos años un país fundamentalmente agrario.


A partir de 1900 se inicia en España el RÉGIMEN DEMOGRÁFICO MODERNO caracterizado por una aceleración en el crecimiento de la población. Previamente pasa por periodo de «transición». En los primeros años del Siglo XX el aumento de la población se debe a la reducción de la mortalidad especialmente la infantil, por la mejora de las condiciones de higiene, pese a que también se produce un descenso de las tasas de natalidad por el progresivo descenso de la fecundidad y al incremento en la edad de contraer matrimonio. El descenso de la natalidad y, especialmente, el aumento de la mortalidad a partir de 1910 está manifestando las consecuencias de la guerra en el Norte de África. Esta tendencia descendente llega a un punto en el que el crecimiento es prácticamente cero por el gran aumento en el número de muertes que se produce como consecuencia de la epidemia de gripe de 1918.  Una vez superada la epidemia, los índices de natalidad y mortalidad se recuperan volviendo a los valores anteriores, a partir de 1920 la población asciende por: - el final de la guerra (1926), las mejoras económicas durante la dictadura de Primo de Rivera y la reducción de la mortalidad por las mejoras sanitarias.


Esta tendencia se interrumpe nuevamente durante la Guerra Civil (aumento de la mortalidad y reducción de la nupcialidad y la natalidad). A partir de 1940, en el que se produce un crecimiento negativo, se inicia el ascenso pero los valores anteriores ya no se alcanzan debido a las duras condiciones de la posguerra (aumento del número de exiliados, «generación hueca», difíciles condiciones económicas, bloqueo internacional...), sólo existe una ligera aproximación a partir de 1955. Entre 1955 y 1965 la natalidad asciende, es el típico fenómeno denominado «baby boom» que en España se produce bastante después de la Guerra por las condiciones citadas, la mortalidad desciende por la generalización dela Seguridad Social y la mejora de la situación económica en los años del desarrollismo (años 60 del Siglo XX). A partir de 1976 la tendencia en la natalidad y la mortalidad es descendente (ciclo demográfico moderno). El factor más importante es el progresivo descenso de la natalidad relacionado con la crisis económica pero también con el nivel de desarrollo alcanzado que, al mismo tiempo que seculariza la sociedad, legaliza y populariza los anticonceptivos. Desde los años 80 los valores de la mortalidad y natalidad se estabilizan en torno al 10 por mil, existiendo un pequeñísima diferencia entre ellas. Por ello el crecimiento natural aunque positivo es muy reducido y existe el riesgo de alcanzar en algún momento valores negativos


Este descenso de la natalidad, unido al aumento de la esperanza de vida, provoca el envejecimiento de la población. En el año 2000 la natalidad comienza a recuperarse debido a la llegada de inmigrantes y, en menor medida, a la política natalista. Posibilita un cierto crecimiento demográfico que, con la actual crisis, probablemente, se vea ralentizado. CONCLUSIONES

a) RÉGIMEN DEMOGRÁFICO ANTIGUO (hasta principios del s. XX) Se caracterizó por altas tasas de natalidad y de mortalidad y por un crecimiento natural bajo. – La natalidad. Presentaba valores elevados debido a dos causas principales: predominio de economía y sociedad rurales (hijos trabajan en el campo) y la inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos. – La mortalidad general era alta y oscilante. Sus causas: bajo nivel de vida y precarias condiciones médicas y sanitarias, dieta escasa y desequilibrada y enfermedades infecciosas trasmitidas por aire, agua y alimentos. Juntemos las mortalidades catastróficas causadas por epidemias, guerras, malas cosechas y la alta mortalidad infantil. – Consecuencias: crecimiento natural bajo y con oscilaciones debidas a las crisis de sobremortalidad. b) LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA (1900-1975) Se caracteriza por la disminución suave de natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y en consecuencia elevado crecimiento natural.

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