Eisenhower y los derechos civiles: lucha por la integración

Warren falla en un caso en Kansas en contra de un colegio que no admitía niños negros. El problema es que las autoridades locales son poco favorables a esta decisión. Ante esto, Eisenhower pone a la Guardia Nacional y al Ejército a disposición de las personas que tienen que aplicar estas sentencias para acabar con la segregación escolar. Hay otro incidente parecido en Little Rock (1957), donde el gobernador recurre a la Guardia Nacional para impedir el acceso de unos niños negros a la escuela de Little Rock. Eisenhower hace cumplir la ley enviando paracaidistas. En general, las autoridades del sur han obstaculizado a lo largo de los años el proceso de integración escolar.

Un aspecto en el que se fracasó fue en el registro de votantes negros: los negros en el sur no estaban registrados para votar, y como no votaban tampoco eran interesantes como colectivo, por lo que quedaban sin ayudas. En esta época continúa la lucha por los derechos civiles, apareciendo figuras como la de M. Luther King, famoso por el boicot de 1955 a la empresa de autobuses de Alabama. Consigue que la empresa recapacite. La táctica de King es la resistencia pasiva.

En general, Eisenhower destacó por su pasividad en el asunto de los derechos civiles. Su idea de gobierno era mantener el presupuesto equilibrado y limitar la intervención de la autoridad federal, dando vía libre a la acción de la empresa privada. En política exterior Eisenhower fue un fiel seguidor de los principios de contención. Tenía preferencia por la opción nuclear y por la fuerza aérea estratégica como elementos de disuasión. Su tendencia fue reducir los costos militares. Se esforzó por apartar al país de intervenciones militares en el exterior. Fue quizás el primer presidente que trabajó a favor de la distensión y del control del armamento. En Corea logró un armisticio en 1953. Y su patrón antibelicista triunfó en la crisis del Canal de Suez en 1956. En Indochina se pusieron las bases para futuros enfrentamientos; fue consecuente con la llamada “teoría del dominó” (convicción de que una nueva pérdida en la zona arrastraría al resto del sudeste asiático a la influencia comunista), y desde 1950 EEUU venía apoyando el esfuerzo colonial francés en Vietnam. Y tras la derrota francesa, respaldaron a Ngo Dinh Diem en su lucha contra los comunistas de Ho Chi Minh. Los norteamericanos comenzaron a suplantar la presencia francesa en la zona. También hizo un uso prudente de la CIA apoyando la implantación de regímenes afines en Guatemala y Irán.