El Bienio negro (1933-1935)

Segunda Etapa.- La derecha en el poder. El Bienio negro (1933-1935).

La derecha española minoritaria en la constituyente de 1931, como resultado de su incapacidad política en la solución de los problemas del país y su conservadurismo se encontraba desacreditada y desorganizada. A partir de 1931 (verano) surgen los primeros intentos de reconstruir un partido, y lo hace a través del periódico "El Debate" dirigido por Ángel Herrera: defensa de la religión, de la familia, del orden y de la propiedad. La posibilidad de un Ley de Reforma Agraria, la política religiosa del gobierno, el matrimonio civil y el divorcio eran sus blancos. Al mismo tiempo el ascenso de los partidos totalitarios de Europa (fascistas y nazis) tuvo su reflejo en la radicalización política en España. El golpe de estado fracasado del general Sanjuijo en Sevilla (1932) fue el primer intento de destruir violentamente la legalidad republicana.                 La política de agrupación de organizaciones derechistas cristalizó en 1932 con la formación de la formación de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) dirigida por Gil Robles, de orientación socialcatólica, pronto tuvo fuerte presencia en Castilla, su programa: revisar la Constitución y derogar las leyes laicas de la república, oposición radical a la reforma agraria. Solo el PNV y la Lliga, nacionalistas de derechas, se mantuvieron fuera de la CEDA. En 1933 Hitler sube al poder en Alemania, en 1931 Ramiro Ledesma había creado la IONS (Junta Ofensiva Nacional Sindicalista) de orientación nazi y en 1933 José Antonio Primo de Rivera creó la FE(Falange Española). Ambos partidos (más tarde fusionados) abogaban por la supresión de la democracia, utilizando la violencia política (pistolerismo).                En el campo de la izquierda el radicalismo se manifestaba en los continuos embites de la CNT a la legalidad republicana, el aumento de la influencia del PCE entre los trabajadores y en la división de estrategia política dentro del PSOE, dos tendencias, una pragmática y moderada: Julián Besteiro e Indalecio Prieto y otra revolucionaria que se aproximaba a los comunistas, Francisco Largo Caballero. Caído el gobierno republicano-socialista como resultado de los sucesos de Casas Viejas, las elecciones celebradas en 1933 trastocaron la composición de las Cortes. La CEDA consigue casi la mita4 de los escaños mientras que los republicanos y la izquierda quedan en minoría; la abstención propugnada por los anarquistas colaboró al fracaso electoral de los partidos republicanos y de izquierda. Desde 1933 hasta 1936 la política española se fue radicalizando y deslizándose hacia los extremos. Los primeros gobiernos de las derechas dirigidos por Lerroux y apoyado por la CEDA pusieron en marcha una política tendente a desmantelar las reformas republicanas: se modifico la política religiosa, se devolvieron las tierras a los terratenientes, se amnistió a los participantes del golpe militar de Sanjurjo, etc. La política del gobierno desató la radicalización social, ya con el PSOE en la oposición, las huelgas generales campesinas en Andalucía y Extremadura en 1934 se saldaron r tíos muertos y más de diez mil detenidos. En 1934, Lerroux le cede a la CEDA tres ministerios. Este último partido con un gran número de monárquicos en sus filas y con un lenguaje muy próximo a la propaganda fascista especialmente en su organización :juvenil era acusado por la izquierda y los republicanos como el instrumento para acabar con la república en el mejor de los casos y en el peor de establecer un estado totalitario de carácter nazifascista. El resultado fue la polarización de las posiciones. Los sindicatos UGT y CNT junto a otras organizaciones de izquierda establecieron en 1934 una alianza para hacer caer el gobierno radical-cedista y hacer la revolución social. La alianza UHP (Unión de Hermanos Proletarios) convocó a la insurrección arriada. La insurrección fracasó en la mayor parte de España, en Cataluña el gobierno suprimió la autonomía catalana y encarceló al gobierno autónomo pero en Asturias los sindicatos se hicieron con el control de las zonas mineras y la capital y otras ciudades, es la Revolución de Asturias de 1934. La represión gubernamental fue encomendada a las tropas de élite del ejercito de África mandadas por el general Franco. La represión que fue brutal anunciando la guerra civil. La república socialista de Asturias fue ahogada en sangre: 20000 detenidos y 4000 muertos y fusilados aproximadamente. En 1935 los gobiernos radical-cedistas ascendieron a los militares más conservadores, entregaron el ministerio de agricultura a los terratenientes, se acercó al Vaticano y se vio salpicado por escándalos de índole económica. En diciembre de 1935 el presidente de la república Alcalá Zamora nombró primer ministro a Portela Valladares con el encargo de convocar nuevas elecciones y pusieron en marcha una política más moderada (centrista).