El Humanismo (primera p)

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El Humanismo (primera parte)

Etapas y difusión

-El Humanismo tuvo dos etapas:
La primera con una inspiración en la cultura romana llegó hasta finales del siglo XV.
La segunda etapa asimiló la civilización griega por la influencia de Bizancio, sobre todo tras su caída en 1453 en manos de los turcos, que determinó la llegada de los sabios a Italia, entre ellos el erudito cardenal Besarión, Gemiste Pletón y Jorge de Trebisonda.
-Los medios de expansión del Humanismo fueron principalmente las Academias. La de Florencia, creada por Cosme de Médicis a petición de Gemiste Pletón, tuvo sus momentos de mayor esplendor en los días de Lorenzo el Magnífico. En ella brillaron Marsilio Ficino y Pico de la Mirandola.
-También actuaron como difusores del Humanismo los nuevos centros del saber y las universidades recién creadas, como el Colegio Real de París, y las universidades de Alcalá de Henares (1508), Roma (1515) y Lovaina (1524). En cambio, las viejas universidades no aceptaron las nuevas corrientes. Así la Sorbona se mostró como baluarte del saber escolástico (en que dominaba la filosofía de la Edad Media).
-La utilización sistemática de la imprenta facilitó el triunfo del Humanismo. El invento se produjo hacia 1440 y se debe al alemán Johannes Gutenberg, que descubrió los tipos móviles. Este invento se favoreció por el conocimiento del papel (invento chino transmitido por los árabes) y el grabado en planchas de madera (xilografía) y metal. La imprenta abarató y multiplicó al libro, importante instrumento de difusión del pensamiento humanista. Por último esta difusión se posibilitó aun más porque los humanistas fueron empedernidos viajeros que se sentían ciudadanos del mundo e hijos de una misma cultura. Este cosmopolitismo contribuyó a la expansión de su pensamiento y nuevos ideales.

El Humanismo en Italia

El origen del Humanismo estuvo en Italia, donde ya en el siglo XIV, Tetrarca y Boccaccio habían lanzado los primeros anuncios del movimiento. El centro fundamental fue la Academia Platónica, fundada en 1440, organizada por Marsilio Ficino. Aparte de éste, las figuras claves del Humanismo italiano fueron en la misma Florencia, el ya citado Pico de Mirandola y Nicolás Maquiavelo maestro de doctrina política. El Papa Pío II, llamado Eneas Silvio Piccolomini, fue también un destacado humanista.

El Humanismo fuera de Italia

·Inglaterra, Francia y Alemania
Los nuevos ideales modernos triunfaron en toda Europa. En Inglaterra, el centro fue la escuela de Oxford, creada por Enrique VII Tudor. De allá saldría la figura universal del Humanismo: Erasmo. Y a ella pertenecieron John Mollet y Tomás Moro, éste último, representante del renacimiento europeo, y principal figura de la ciencia política de la época. En Francia, destacaron Lefèvre dEtaples, discípulo de Erasmo, Gulliaume Budé, Hneri Estienne y Jean Bodin.

·Erasmo
La figura del Humanismo es sin duda, Erasmo de Roterdam (1469-1536). Nacido en esa ciudad holandesa, allí realiza sus primeros estudios. Los continúa más tarde después en París y Oxford. Viajero incansable, recorre Europa y muestra su cosmopolitismo característico. Mantiene correspondencia con los más importantes pensadores de Europa. Conocedor del latín y griego, profundiza en las obras de los autores clásicos. Publica sus Adagios, en el que resume el saber antiguo de los griegos y romanos. Su pensamiento político queda recogido en su obra Institutio principis christiani, escrita a petición de los tutores de Carlos V. se centra en imperativos morales y religiosos; reprueba la guerra, la crueldad y la mentira. Los principios del Cristianismo deben calar - según Erasmo- en la obra política del príncipe.
Su obra cumbre es el Elogio de la Locura, escrita en Inglaterra en 1509, donde hace una profunda crítica a la sociedad que le rodea. Se ha visto en su pensamiento un antecedente de la Reforma de Lucero, aunque Erasmo siempre estuvo de acuerdo con la Iglesia católica.
También realiza una edición del Nuevo Testamento, en cuyo prólogo el humanista holandés defiende de nuevo un cristianismo puro, sin complicaciones externas.

La escultura
-La gran figura de la arquitectura italiana del siglo XVI es Miguel Ángel. Además de escultor fue arquitecto y pintor, pero él siempre se consideró escultor. En realidad es un genio universal de todos los tiempos que refleja en su saber general al hombre del Renacimiento. La obra, en la que había puesto toda ilusión, fue la tumba del Papa Julio II; sin embargo, los numerosos encargos del protector no le permitieron terminarla.
-Su estilo escultórico es la mejor definición de su arte y de su carácter: en él triunfa lo fuerte, lo grandioso, lo colosal. A sus criaturas, además de ser concebidas con extraordinaria corrección, les infiltra una enérgica expresividad y las dota de un increíble dinamismo, que subraya con el gesto de lo grandiosamente terrible.
-Su primera obra fue La Pletá, del Vaticano, de una exactitud y una belleza casi irrepetibles en la historia del arte. Le siguen los incomparables David y Moisés.
-Además de este genio universal podemos citar a Benvenuto Cellini, extraordinario orfebre, autor del Perseo en bronce.

La pintura
-Florencia, identificada en el Quattroccento, ofrece ahora su excepcional figura: Leonardo da Vinci, poeta, arquitecto, ingeniero e inventor, el cual personifica al humanista, al hombre del Renacimiento que reflexiona y estudia, que intenta comprender todo y aspira al dominio universal del hombre y de las cosas. Nace en el pueblecito de Vinci, de donde pasó a Florencia.
-El interés universal de saber llevó a Leonardo, en el campo artístico, al estudio del cuerpo humano, para lo que realizó sus interesantes estudios anatómicos. Así dominó el dibujo, siendo maesro en el arte de la composición clara y llena de serenidad.
-Su pintura La última Cena, del refectorio de la Iglesia Santa María de la Gracia en Milán demuestra su maestría en la composición, y su profundidad al expresar los distintos caracteres de los personajes. Su habilidad en el arte de componer queda atestiguada también en la Virgen de las Rocas y El encuentro de la Virgen Santa Ana, el Niño y San Juan niño. En el retrato deja la inigualable Gioconda (Mona Lisa) y la Dama del armiño.
-La pintura en la Roma de los Papas tiene en Miguel Ángel y Rafael dos genios incomparables. Miguel Ángel, como buen escultor que es, en la pintura se interesa más por el volumen que por el colorido. También se preocupa de dar a sus pinturas fuerza y dinamismo, que ya vimos en la escultura. Su gran obra es la decoración de la Capilla Sextina, en el Vaticano, por encargo del Papa Julio II. En 1508 comienza la pintura de la bóveda de la Capilla. A los cuatro años de trabajo la tiene acabada, con una hermosa colección de frescos en los que representa colosales escenas del Génesis (La Creación , El Diluvio). Veinte años más tarde, el Papa Paulo III le encarga decorar el muro del fondo de la Capilla, donde deja un mundo de gigantes terribles y grandiosos, con los que describe apoteósicamente el Juicio Final.
-Rafael -el Divino- nace en Urbino y allí comienza su formación con e pintor Perugino. Luego pasa a Florencia, donde se conecta con la obra de Leonardo. Más tarde, en 1508 llega a Roma donde recibirá la influencia de Miguel Ángel. Esa triple herencia se hace visible en el desarrollo de su estilo.
-Todo ello hace que Rafael signifique el punto culminante del Renacimiento italiano. Entre sus primeras obras se destacan el Sueño del caballero, San Jorge con el dragón y Desposorios de la Virgen. La preocupación por la perspectiva, la fragilidad de sus personajes, la tendencia a la simetría, la sencillez, son otras tantas notas heredadas de su maestro Miguel Ángel.
-A su etapa florentina, una vez incorporado el estilo de Leonardo corresponden obras como Virgen del Jilguero, Virgen de Terranova, Granduca y La bella jardinera. Su labor más grandiosa la realiza a partir de 1508, en Roma. El primer encargo que recibe es la decoración de la Stanza delia Signatura, en la que deja cuatro excelentes composiciones alegóricas: El parnaso (la Poesía), La Escuela de Atenas (la Filosofía), Disputa del Santísimo Sacramento (la Teología) y Justiniano y Gregorio IX (la Jurisprudencia). Luego continúa la decoración de otras estancias y de las Logias, en las que representa escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.


-La ciencia polítca en el Renacimiento

Nicolás Maquiavelo y Tomás Moro son los grandes teóricos de la ciencia política renacentistas. Como contemporáneos participan de una misma formación humanística, pero elaboran dos conceptos del Estado absolutamente divergentes.



Comienzos del arte renacentista: el siglo XIV o el Trecento

-Los primeros pasos a un renacimiento artístico se dan en Italia a través de la escultura. En pleno siglo XII, cuando Europa vive precisamente en apogeo del arte gótico, aparece la figura de Nicolás de Pisa, que en sus principales obras busca un renacer del arte clásico romano. Su línea artística es continuada por su hijo Juan y sus discípulos que representa el Trecento escultórico y extienden su estilo por Italia.
-En la pintura, se produce también en este siglo una corriente renovadora representada principalmente por la Escuela Florentina. Su iniciador es Cimabue, peor el auténtico creador del estilo es Giotto, en la primera mitad del siglo XIV. Su gran paso es volver al arte de la naturaleza huyendo de todo convencionalismo anterior, de toda tendencia a lo monumental y al dramatismo. Su producción se resume en los frescos acerca de la vida de San Francisco de Asis y escenas de la vida de Cristo que muestran un enérgico dibujo, fuerza expresiva e interés por lo humano, que será característico del Renacimiento.
-En el desarrollo del arte renacentista en Italia hay dos etapas fundamentales:
El Quattrocento, correspondiente al siglo XV, durante la cual en esta etapa es la Florencia de los Médicis impulsada por Cosme y Lorenzo el Magnífico la capital artística de Italia y - por tanto- de Europa.
Cinquecento o siglo XVI, la capital artística se traslada a Roma de los Papas-mecenas, en especial Julio II y León X, éste también de la familia Médicis.
Quattroccento (siglo XV)

La arquitectura
-El principal representante es Filippo Brunelleschi, quién construyó la cúpula de la Catedral de Florencia. En sus iglesias de San Lorenzo y el Espíritu Santo, con planta rectangular de tres naves, revive el viejo tipo de la basílica romana.
-Es creador, en el Palacio Pitti, del modelo de palacio italiano del siglo XV. Discípulos suyos son Michelozzo y Majano, que siguen sus pasos en los Palacios Ricardo y Strozzi, respectivamente.

La escultura
-El primer escultor es Ghiberti que gana el concurso organizado para la decoración de las puertas de bronce del Baptisterio de Florencia. La decoración de las dos puertas es su gran obra: en la primera esculpe diversas escenas de la vida de Cristo. En la segunda representa temas del Antiguo Testamento.
-El segundo escultor importante es Donatello (1386-1466); su obra deja un completo estudio y exaltación del hombre; destacan San Jorge, San Juan Bautista y el David Joven.

La pintura
-Florencia se destaca por la calidad y abundancia de pintores. La figura del Quattroccento es Fra Angélico, artista esencialmente reliogioso, con temas marianos notables como: la Coronación de la Virgen y la Anunciación.
-Figura central de la escuela florentina es Sandro Botticelli, pintor de la fábula pagana, de la mitología y el desnudo femenino, dentro de un temperamento nervioso que se traduce, en su dibujo, en el ansia de movimiento de sus criaturas. Entre sus obras destacan: Nacimiento de Venus, Primavera, La calumnia.


El Cinquecento (siglo XVI) En el siglo XVI significa el apogeo del Renacimiento italiano; con él triunfa la simplicidad, pero también lo grandioso.

La arquitectura
-La obra del siglo, y la gran obra del Renacimiento, resumen magnífico de la época, es la Basílica de San Pedro del Vaticano, primera Iglesia de la Cristiandad, construida bajo el mecenazgo de los Papas Julio II y León X. El encargo de una obra de tanta responsabilidad se lo confía Julio II al arquitecto Bramante, con el que se inicia un nuevo estilo. Esta obra no ocupó solamente a Bramante, sino que la dirección de la empresa pasó luego a Antonio Sangalio y a Rafael Sanzio.
- A partir de 1546 es Miguel Ángel el que reanuda la construcción. A él se debe la prodigiosa cúpula que da la fisonomía a Roma -la ciudad eterna-.

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