Entablamento Barroco

iglesia. De manera que va a concentrar toda la luz en la bóveda oval. Toda la parte de abajo es mucho más oscura para cuando entre el fiel tenga sensación de que flota, de que es la bóveda celeste que culmina en la santísima trinidad. Para llegar a esa luz, usa ventanas abiertas sobre el anillo de la bóveda oval (ovalo perfecto). No ha inventado anda, usa elementos ya existentes. Introduce elementos dentro de otros con toda la libertad, quiere crear cierta simbología. Toda la linterna es abierta por lo tanto la luz es total. Rompe la bóveda de los pies. Bóveda toda blanca, y siguiendo la costumbre renacentista también utiliza el casetón, octogonal, hexagonal y en forma de cruz griega. Y según llega a la linterna , será más pequeño para que la sensación de profundidad sea mayor. Al entrar las columnas te llevan a la verticalidad.
La sacristía recuerda un poco el juego que ha hecho en el claustro. Es una sala rectangular pequeña, que para que parezca mayor coloca un eje principal hacia el fondo que lleva al ábside. Siempre usa las bóvedas de cascaron de huevo y casetones. En el entablamento el ángulo lo mata y lo hace de forma curva, colocando debajo unos querubines como ménsula. La decoración entera es de estuco. Detrás de la cruz, en el ábside de nuevo el símbolo de la trinidad.
También tiene una magnifica cripta usada para enterramientos donde se ven diferentes capillas. La cripta tiene el mismo tamaño y forma que la planta. Lo cubre todo con una bóveda plana de cañón con lunetos.
Fachada de San Carlino. 1662-1667. Escultura hasta 1682. La fachada también se mueve, de manera que primero encontramos un tramo cóncavo y luego convexo, alternándose. De forma que podemos entrar más fácilmente al primer tramo que es cóncavo. Sixto V ordeno a Domenico Fontana con las magnificas avenidas como foco de atracción. Esta avenida esta dentro de esos focos. Esta era anteriormente la strada Felice, la vía principal mandada hacer pro Sixto V. esto formaba parte de la decoración. Al mismo tiempo elemento practico, porque por las fuentes había llevado el agua a la parte alta de la ciudad.
La fachada está dividida en dos grandes cuerpos, perfectamente diferenciados pro el entablamento que remata el primer cuerpo, y sirve de basamento para el segundo cuerpo. Si nos damos cuenta, la cornisa, el entablamento coincide también con la cornisa que divide parte del edificio del propio monasterio, en altura, para que vaya buscando una conjunción armónica en toda la arquitectura. Va buscando exteriormente, la división. La imposta que divide en dos volvemos a verla en las paredes del monasterio. Hay una serie de líneas horizontales que van a permitir unir todo el edificio exterior. La fachada no es un hecho aislado sino que forma parte de un conjunto. Está dividida en dos grandes cuerpos, perfectamente señalados por ese entablamento. En el primer cuerpo tenemos esa entrada, donde nos encontramos una portada dístila, el vano encajado entre dos columnas de orden clásico. Los capiteles nos recuerdan a los vistos en el interior, donde el recuerdo de esas volutas al revés unidas por guirnaldas nos lleva a Miguel Ángel.
Columnas corintias que nos hablan de un orden pequeño que nos habla de otro más grande, uno dentro de otro. Nos vuelve a llevar a Miguel Ángel en los palacios capitolinos. Todo tipo de elementos sirven para anular el muro, columnas, vanos, hornacinas, todo.
La altura de la fachada va a ser una característica fundamental. Altura que marca perfectamente las 4 inmensas columnas de orden gigante que articulan la fachada. Se produce esa subdivisión en dos cuerpos, por medio de la línea de imposta, cornisa, que además, como todo el primer cuerpo, va a moverse de forma cóncava, convexa, y cóncava. Línea que se rompe al pasar por las columnas. Movimiento perfectamente definido en el entablamento.
Finalmente nos lleva a un entablamento de una cornisa muy volada que nos marca perfectamente el movimiento curvo y contracurvo de dicho entablamento. Los entablamentos son un elemento muy importante para captar el movimiento. En la calle central, al fijarnos en el entablamento debía ser cóncavo pero lo rompe para introducir en él un gran medallón rematado luego como si fuera frontón. Da la