España en los años 50: apertura y reconocimiento exterior

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Años 50: Apertura y reconocimiento exterior

La coyuntura internacional favorece la permanencia del franquismo. La esperanza de muchos republicanos de que la victoria sobre el fascismo significara un cambio en España se veía frustrada. La alianza entre los países occidentales y la U. Soviética se convirtió en un conflicto entre regímenes democráticos y comunistas (guerra fría). En el 48 Francia abre su frontera con España. Los principales apoyos en el exterior para que España fuera reconocida fueron EEUU y el Vaticano. EEUU pasó por alto su régimen y se fijó en su valor como anticomunista. Los acuerdos con EEUU se firmaron en 1953. Franco aceptaba la amistad del país que había sido enemigo y que representaba lo contrario de la ideología nacionalista y antiliberal de la falange. EEUU tuvo el permiso para instalar bases militares en Rota, Zaragoza y Torrejón. A cambio, España recibió alimentos que le permitieron equilibrar el mercado interior e ir desmontando el mercado negro. El mayor beneficio para Franco fue salir del aislamiento internacional. Tras la visita de Eisenhower, Franco comentó que en ese momento sí que había ganado la guerra.

En 1953 España firma un Concordato con el Vaticano que hacía oficial las buenas relaciones con la Iglesia Católica y el Estado franquista. El concordato ofrecía presupuesto para el culto y clero y amplios derechos a la Iglesia en la enseñanza. A principios de los 50, la autarquía era insostenible. Se aprobó un decreto que liberalizaba los precios de los alimentos. Los salarios seguían bloqueados pero las horas extras aportaron ingresos extras a los trabajadores. Se dio un crecimiento económico hasta el 1974.

Empezó a desarrollarse el turismo, España se iba a beneficiar de la mejora de la situación en Europa después de la guerra: vacaciones pagadas, etc. El turismo sirvió para equilibrar la balanza de pagos y un milagro español económico.

La política económica española le mantenía al margen de la evolución de los países occidentales. Los principales interesados en las reformas eran la Banca y las grandes empresas industriales. Franco comprendió la necesidad de estos cambios y encargó los ministerios económicos a personas con formación específica, que se conocieron como tecnócratas con un objetivo de liberalizar la economía española y ofrecer oportunidades de inversión a los capitales extranjeros. El objetivo solo se podía cumplir con un plan de estabilización (1959), cuyos efectos fueron inmediatos, sobre todo en las clases asalariadas. Consecuencia de ello fue la emigración, tanto a las zonas industriales como a otros países europeos.

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