I. Mi espíritu militar es la mejor muestra de amor a España y de fidelidad al Rey.
II. El honor y la vocación me impulsan a liderar con el ejemplo,
a obrar con integridad y a perfeccionar mi competencia intelectual y física.
III. La cortesía es mi norma en el trato: la comunicación
la base de mi relación.
IV. Eslabón entre oficiales y tropa, hago cumplir las órdenes
con exactitud y me hago acreedor de su confianza.
V. Exigente con mi moral y la de mis subordinados,
no murmuro ni lo tolero.
VI. Soy leal con mis jefes, noble con mis compañeros y
responsable de la eficacia y satisfacción de mis subordinados.
VII. Voluntario para todo sacrificio, aspiro a ser empleado
en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga.
VIII. Heredero de mi tradición, me siento orgulloso de
mi Escala, de mi Unidad y del Ejército al que sirvo.
IX. Los signos externos, vestir el uniforme y corrección en el saludo, son la imagen de mi profesionalidad.
X. ¡A España Servir Hasta Morir!