La ética y política de Aristóteles: ciencias teóricas, prácticas y productivas

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La ética y política de Aristóteles

Aristóteles distingue entre ciencias teóricas (describen cómo es la esencia de las cosas), ciencias prácticas (aquellas que orientan la acción humana) y ciencias productivas (que buscan producir o crear algo).

La ética y la política son ciencias poéticas, pues buscan establecer normas que orientan el comportamiento humano. Aristóteles está en desacuerdo con el intelectualismo moral socrático y que la ética se basa en el conocimiento del Bien en sí. Su ética es empírica y naturalista, que nos enseña a ser buenos y, por lo tanto, felices.

El ser humano obra por fines y el bien supremo es la felicidad, que se caracteriza por ser autosuficiente. Esta teoría es denominada endemonismo.

La felicidad se identifica con la vida teórica, con la vida intelectual, la esencia del ser humano.

Para conseguir la felicidad es necesaria la práctica de virtudes. La virtud no es una capacidad innata, sino un hábito adquirido a través de la práctica y del ejercicio. La virtud es el punto medio entre dos extremos viciosos, uno por defecto y otro por exceso. Hay varios tipos de virtudes, como las dianoéticas, que se relacionan con la vida teórica, y las éticas, que destacan la justicia (virtud social y política por excelencia) y hay tres tipos específicos de justicia: la distributiva, la conmutativa y la retributiva.

La ética aristotélica está relacionada con la política. Los individuos solo pueden lograr la felicidad dentro de una, es una ética social o como unitarista.

El estado tiene un fin ético que es promover la justicia y hacer felices a los ciudadanos.

Según Aristóteles, no se puede ser un buen hombre sin ser un buen ciudadano.

El fin último es la felicidad y consiste en el pleno desarrollo de nuestras facultades naturales.

La ética y la política son inseparables, la ética como pleno desarrollo de nuestra naturaleza y la política como lugar comunitario de ese desarrollo.

Aristóteles diferencia entre tres tipos de organización política: monarquía, aristocracia y república o democracia justa.

Cada pueblo debe optar por uno u otro y puede ejercerse justamente o puede pervertirse y degenerar en su contrario, como monarquía y tiranía, o aristocracia y oligarquía, o democracia justa o república y democracia demagógica.

Según Aristóteles, es mejor que gobierne el mejor (monarquía) o los mejores (aristocracia).

Aristóteles impera el mismo principio, el justo medio será el mejor camino para conseguir la estabilidad necesaria para un desarrollo satisfactorio.

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