Evolución política y situación económica durante la guerra civil española

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Compara la evolución política y la situación económica de los dos bandos durante la guerra

Evolución política

Desde julio a septiembre de 1936 se produjo una violencia extrema y descontrolada en la retaguardia de ambos bandos (unos 150.000 asesinatos). La zona republicana se caracterizó por la ausencia de poder organizado. El gobierno no controlaba las calles; se produjeron ajustes de cuentas, incautaciones de tierras, industrias y servicios públicos. El poder recayó en comités obreros de socialistas, comunistas y anarquistas, que tomaron decisiones políticas y militares por su cuenta. Enseguida surgieron dos tendencias enfrentadas: la de CNT, FAI, POUM (anarquistas), que pretendían hacer la revolución y la toma de poder del proletariado a la vez que la guerra, y la de los comunistas, socialistas y republicanos, que primero pretendían derrotar al enemigo antes de liquidar el sistema capitalista.

En septiembre de 1936, tras la dimisión de Giral, Largo Caballero formó un gobierno de coalición con republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas y nacionalistas. Intentó posponer las experiencias revolucionarias y reforzar la disciplina militar, para lo que organizó un Ejército Popular. También se crearon tribunales populares para contener la violencia indiscriminada. Cuando el ejército sublevado estaba cerca de Madrid, el gobierno se trasladó a Valencia. Los comunistas cada vez tenían más poder en el gobierno, por lo que se produjeron rivalidades políticas dentro del bando republicano.

En Barcelona, los enfrentamientos entre comunistas y anarquistas arrojaron un saldo de 500 muertos en mayo de 1937, tras lo cual dimitió Largo Caballero; los cuatro ministros anarquistas salieron del gobierno. El socialista Negrín tomó la presidencia del gobierno en mayo del 37, y se trasladó a Barcelona, donde recuperó el control del Estado (su programa político lo plasmó en los Trece Puntos). Propuso resistir en la guerra hasta que comenzara la guerra mundial, pues el conflicto español quedaría englobado en el internacional, pero solo contaba ya con el apoyo de los comunistas. Perdió también el apoyo de Azaña. Entre febrero y abril de 1939 el gobierno se exilió a Francia, tras la caída de Cataluña en poder de Franco. Mientras, el coronel Casado, jefe del Ejército del Centro, junto con Besteiro, intentaron negociar la rendición con Franco, ya que consideraban perdida la guerra. Llegaron a combatir en las calles contra Negrín y los comunistas, que fueron vencidos. Cuando Casado controló Madrid ya era tarde; Franco había ganado la guerra (1 de abril de 1939). La zona sublevada se organizó rápidamente por su formación militar. En septiembre de 1936 se reunieron los principales mandos militares y eligieron a Franco como líder con mando único. El 1 octubre de 1936, Franco tomó posesión como Jefe del gobierno del Estado español. Como órgano de gobierno instauró la Junta de Defensa Nacional en Burgos. Estableció un régimen autoritario, militarizado, declaró el estado de guerra y eliminó las libertades civiles, mientras los delitos pasaron a la jurisdicción militar. Promulgó la Ley de Responsabilidades políticas, que castigaba toda actividad política contra el régimen. Se disolvieron todos los partidos y sindicatos, salvo la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. El nuevo Estado se llamó Movimiento Nacional.

Situación económica

Al principio, la zona republicana era Asturias (salvo Oviedo), Santander, Vizcaya, Guipúzcoa, Castilla-La Mancha, Badajoz, mitad de Aragón, Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía oriental y Madrid (2/3 de la población). Por tanto, los republicanos controlaban las zonas industriales (siderúrgica, mecánica, textil). Disponían de minas de hierro y carbón, trigo de La Mancha, arroz y cítricos de Levante, y las reservas de oro del Banco de España (700 toneladas), así como de la flota y la aviación. Las organizaciones obreras, sobre todo en Cataluña y Levante, colectivizaron empresas privadas y expropiaron muchas tierras. La zona sublevada era Galicia, Castilla y León, Álava, Navarra, mitad de Aragón, Cáceres, Andalucía occidental, Baleares (salvo Menorca), Canarias y norte de África. Disponían de cereal, ganado, carbón leonés y las minas de Riotinto.

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