Explorando el Legado de Gauguin y la Revolución Cubista en el Arte Moderno

Clasificado en Plástica y Educación Artística

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Paul Gauguin: Pionero del Postimpresionismo y el Primitivismo

Fue un pintor francés postimpresionista. Su obra está considerada entre las más importantes de los pintores franceses del siglo XIX.

Sus experimentos sobre el color y el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, en especial sobre el fauvismo. Representa el mito del bohemio y del primitivismo. Encarna la necesidad de unir arte y vida, una utopía presente en la vanguardia. Su pintura tiene un gran componente ético. Rechaza la cultura occidental en favor de los pueblos primitivos. Rechaza lo académico y, ante todo, busca encontrarse a sí mismo. Primero se movió en el impresionismo, pero pronto evidenció un marcado antinaturalismo. Su pintura es casi un misticismo, ya que intenta desentrañar el sentido verdadero de la realidad. Es un pintor de los enigmas del ser humano.

Obras destacadas de Gauguin:

  • El Cristo Amarillo (1889)
  • Cuidador de cerdos (1888)
  • Arearea (1892)
  • Mujeres de Tahití (1891)
  • ¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos? (1891)

El Cubismo: La Primera Vanguardia del Siglo XX

El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris. Es una tendencia que da pie al resto de vanguardias europeas del siglo XX; no se trata de un 'ismo' más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional. El término cubismo procede del crítico francés Louis Vauxcelles, quien, de forma despectiva, la describió como una pintura de pequeños cubos.

Es considerado la primera vanguardia, pues rompe con la perspectiva tradicional y trata las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, representando todas las vistas de un objeto en un mismo plano. Desaparecen los detalles y los objetos se minimalizan a una simple parte de ellos.

Los temas siguen siendo los mismos (bodegones, paisajes y retratos), pero se utilizan tonos pictóricos apagados (grises, verdes y marrones). El monocromatismo predomina en su primera etapa.

El hecho de que el cuadro cobre autonomía como objeto, con independencia de lo que represente, llevó a que muchas obras vinieran acompañadas de textos explicativos debido a su compleja comprensión.

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