Filo

No sería posible entender el pensamiento del Siglo XX sin conocer el giro que se dió en el XIX. En un contexto definido en gran medida por las consecuencias ideológicas generadas tras la Revolución Francesa y la situación generada por una progresiva industrialización, Charles Darwin presentó su teoría evolutiva en su obra “El Origen de las especies…” (1859). Los planteamientos propuestos por este biólogo, echan por tierra (no sin resistencias)  el planteamiento creacionista de la iglesia que presentaba al hombre “hecho a imagen y semejanza de Dios”. Otro dogma de fe, que como el geocentrismo al inicio de la modernidad, tocará fondo, pero esta vez, además, provocará una revisión crítica de la tradición occidental de la mano de “los filósofos de la sospecha”.

El primero de ellos será Karl Marx. Planteará una relectura de la historia de carácter materialista, donde denunciará la división antagónica de la sociedad entre opresores y oprimidos. División para la que el elemento religioso -la iglesia- se convierte en cómplice necesario  de un sistema definido por la relación con los medios de producción en una estructura alienadora abocada al fracaso y que sólo se superará con la llegada del comunismo y la sociedad sin clases.

Friedrich Nietzsche por su parte analizará el papel de la moral cristiana y de todo el constructo metafísico para denunciar su carácter limitador, castrador, que imposibilita el desarrollo de una vida plena donde lo apolíneo y lo dionisíaco vayan de la mano. Motivo por el cual estima fundamental declarar la muerte de Dios y la llegada de un nuevo tipo de persona, el übermensch.

Finalmente Sigmund Freud, desde el psicoanálisis, rechazará la naturaleza puramente racional del ser humano. Definirá al ser humano como algo mucho más complejo que lo pretendido donde el subconsciente está mucho más presente que lo imaginable. Un “Yo” acomplejado  y frustrado como resultado del choque entre las pulsiones más básicas o naturales (el Ello) y el proceso de socialización o ley del padre (Súper Yo). (328 palabras).

Friedrich Nietzsche

La crítica a la civilización occidental: el vitalismo.

A Nietzsche lo conocemos como el filósofo del martillo porque arremete con fuerza y virulencia contra todo el orden moral establecido.