Filosóficamente creación del mundo

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Teología religiosa y teología filosófica (Fe y Razón)

Sto.Tomás distingue  entre verdades religiosas basadas la revelación de la Biblia,que son objeto de fe; y verdades filosóficas que son objeto de la razón.
Afirmaciones del tipo Jesús murió y resucito no pueden ser sabidas ni demostradas por la razón, sólo pueden ser creídas, y  resultan objeto de fe.
 S.T., siguiendo a Aristóteles, sostiene que verdades como Dios existe y otras relativas a la esencia y atributos de Dios, si son susceptibles de prueba o demostración racional: de ahí la posibilidad de una teología meramente  racional  que funcione como introducción a la  revelada o religiosa. La diferencia entre ambas no reside en el objeto, que es el mismo para ambas, Dios, sino en el método con que se aborda ese objeto, desde la razón o desde la fe.
Esto no significa que las verdades racionales no estén garantizadas también por la fe, lo están, y esto es muy conveniente para el hombre, desde el momento en que la razón humana es falible, está sujeta a error, por moverse siempre dentro de una cierta oscuridad.Sin la ayuda de la revelación divina, las verdades acerca de Dios investigables por la razón humana llegarían a los hombres por intermedio de pocos, tras mucho tiempo y mezcladas con muchos errores.
Teología existencial
Después de tratar las relaciones entre razón y fe, S.T. Pasa a demostrar filosóficamente la existencia de Dios.
Teología esencial
Después de haber demostrado la existencia de Dios a partir del mundo en un movimiento de abajo a arriba, S.T. Inicia el movimiento inverso, de arriba hacia abajo, definiendo a Dios de tal manera que el mundo pueda ser comprendido a partir de la esencia de Dios:

a) como participación de la perfección de Dios
b) como efecto, como creación de Dios.
Esta teología esencial constituye una auténtica síntesis entre Platón, Aristóteles y el cristianismo.
Así, S.T. Por un lado piensa platónicamente a Dios como perfección, considerando el mundo, como una jerarquía estática de grados de perfección, en la cual cada ser  imita a Dios o participa de la perfección divina en función de su esencia. Con este platonismo S. T. Expresa filosóficamente dos verdades de la Biblia: el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios y Vio Dios que todo lo hecho por Él era bueno.
Por otro lado, Dios es pensado aristotélicamente como acto y como causa considerando el mundo como efecto dinámico de ese puro acto, de esa causa primera que es Dios; con esto se formula filosóficamente el tema bíblico de la creación del mundo desde la nada.
En ambos casos, S.T. Modifica a Platón y a Aristóteles para ponerlos al servicio de la verdad cristiana:
a)Debilita la noción de participación, entendíéndola sólo en sentido analógico; tal noción en sentido fuerte es peligrosa para el cristianismo, ya que lleva directamente al panteísmo, doctrina que identifica al mundo con Dios: si el mundo participa de Dios, de alguna manera, el mundo es o se hace divino.
b)Refuerza el concepto de causalidad, entendíéndolo de manera radical, no sólo como causa del movimiento del mundo, sino como causa del ser mismo del mundo; la causa motora se convierte en causa creadora.

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