Formalismo ruso
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TEMA XII: EL FORMALISMO RUSO
1. Introducción
Parece fuera de todo posible cuestionamiento la afirmación de que la teoría literaria contemporánea comienza con la llamada escuela formalista rusa. Los formalistas rusos proceden de dos grupos:
- Por una parte, el Círculo Lingüístico de Moscú, fundado en esta ciudad en 1915, al que pertenecen investigadores de Jackobson, Tomachevski, Vinokour, Bogatirev,…
- Por otro lado, la sociedad para el estudio del lenguaje poético, conocido como OPOJAZ, y fundada en San Peterbsusgo en 1916, y a la que pertenecen lingüistas como Sklovski, Tinianov, Eichembaum, Brik,…
Aunque los primeros se inclinaban por aplicar teorías lingüísticas previas al estudio del texto literario, y los segundos preferían, sin embargo, elaborar teorías propias para el tratamiento del texto artístico. Los intereses y objetivos de ambos grupos eran bastante coincidentes y llegaron a constituir un grupo bastante compacto y homogéneo.
Es a partir de 1916 cuando se constituyó el grupo formalista, teniendo como pilares fundamentales las dos escuelas mencionadas, y se constituyó como tal mediante su rechazo del positivismo imperante, de manera que frente a la consideración externa o extrínseca de la obra de arte, los formalistas defendían una actitud interna o inmanentista.
Cabe decir que un papel decisivo en la orientación tomada por estos jóvenes críticos fue desempeñado por la evolución de la práctica literaria constituida por las vanguardias ante cuyos productos literarios el pensamiento literario tradicional se mostraba impotente o inoperante o, dicho con otras palabras, que en muchas ocasiones las teorías formalistas fueron tan solo la expresión de una estética que, como la vanguardia, se caracterizaba por una inversión radical de los conceptos románticos.
Será precisamente ese marcado carácter intrínseco el que hizo inevitable el choque con las teorías sociales del arte en una situación histórico-política que exigía del intelectual un compromiso explícito con la causa revolucionaria. Así pues, con la elevación del marxismo a doctrina oficial comenzarían abiertamente entre marxistas y formalistas, en los cuales los formalistas fueron duramente castigados quedando aislados y debiendo, en muchos casos, emigrar.
2. El pensamiento literario de los formalistas rusos
Si bien en un primer momento los formalistas rusos estuvieron más comprometidos con una estética determinada vanguardista, que con el conocimiento de lo que el arte literario era o había sido paulatinamente, fueron desvinculándose de su alianza solidaria con las vanguardias y elaborando teorías que pretenderían ser válidas para todo arte. La prueba ello es que muchos de sus trabajos versaban sobre autores no vanguardistas, sino sobre clásicos rusos de los siglos XVIII y XIX como Pashkin, Mogol,…
La deuda que la teoría literaria actual mantiene con los conceptos e hipótesis elaborados por los formalistas rusos es indudable, y habría que distinguir entre tres tipos de aportaciones:
a) Por una parte, las referentes al concepto mismo de literatura.
b) En segundo lugar, las aportaciones de carácter metateórico, referidas al concepto de teoría o ciencia de la literatura, así como a cuestiones metodológicas.
c) Por último, las que se ocupan de la caracterización del lenguaje literario, particularmente del verso y de la prosa.
Una aposición del concepto de literatura de los formalistas rusos debe pasar inevitablemente por considerar la que fue la teoría más conocida de la escuela, la Teoría del Extrañamiento, elaborada por V. Sklovski y a la que R. Jackobson se sumó en líneas generales en su ensayo titulado Sobre el Realismo Artístico (1921), en el que proponía un realismo fundado sobre la sospecha, sobre la violación de las formas habituales. Es decir, que al igual que Sklovski pensaba que el secreto del arte consistía en hacer ver mejor la realidad, dificultando su perfección.
Según Sklovski, el mensaje poético produce un distanciamiento en relación con el lector, lo cual impide que éste lea el texto de una manera inconsciente y, en definitiva, automatizada, y le conduce la atención hacia el propio texto, el cual le proporcionará placer estético.
Este distanciamiento y la desautomatización que de éste se deriva, son consecuencia de la función poética del lenguaje. Corresponde por tanto a los formalistas el mérito de haber sido los primeros que, en la contemporaneidad, han tratado el tema de la especificidad de la obra literaria, y por tanto, el problema de la diferenciación entre lengua literaria y lengua estándar.
De manera que la concepción de arte como procedimiento o artificio fue una cuestión muy difundida por los formalistas rusos alrededor de 1920. La búsqueda de lo específicamente literario les llevo a establecer nítidas diferencias entre el lenguaje práctico o comunicativo, y el lenguaje literario, hasta llegar a la conclusión que Jackobson expuso en 1965 de la siguiente manera: ‘ El lenguaje poético opera un cambio esencial en las relaciones entre el significante y el significado, así como el signo y el concepto’. La literatura era pues, una alteración profunda de las leyes del lenguaje cotidiano, es decir, era una lengua especial.