Fuentes de Energía Renovables y No Renovables

Las fuentes de energía no renovables:

El carbón es muy contaminante y desde 1990 se puede afirmar que es una actividad en extinción. Las cuencas mineras más importantes están en Asturias, León y Galicia. Los yacimientos de carbón están prácticamente agotados y otros son de baja calidad. El destino principal es la producción de electricidad en centrales térmicas. El petróleo, su empleo se generalizó en el transporte y la producción de electricidad a partir de 1960 por su bajo precio, pero nuestra escasa producción localizada en la costa de Tarragona y Burgos, nos obliga a importarlo de Oriente Medio, México, Libia y Rusia. El gas natural se explota desde la crisis del petróleo por su alto poder calorífico, menos contaminación ambiental, la facilidad de transporte y precio más barato. En cuanto a la energía nuclear, se obtiene principalmente de la fusión de átomos de uranio, se ha reducido su importancia tanto por el rechazo social como por su peligrosidad.

Las fuentes de energía renovables:

Experimentaron un gran incremento tras la crisis del petróleo, disminuyendo la dependencia energética exterior y fomentando el autoabastecimiento. La energía hidroeléctrica se obtiene del agua embalsada en presas y lagos, que al mover turbinas conectadas a un generador produce electricidad. La energía eólica usa la fuerza del viento mediante aerogeneradores. Ha crecido en los últimos años un 40% y ha reducido costes en la misma producción siendo la líder de las alternativas. La biomasa se produce a partir de residuos agrícolas, ganaderos y forestales, así como subproductos de las industrias agroalimentarias. Destacan Andalucía y las dos Castillas. En cuanto a la solar, tiene una aplicación térmica y otra fotovoltaica a partir de la radiación solar. Sus mayores posibilidades se localizan en las áreas meridionales por su mayor número de horas de insolación. Los principales centrales se encuentran en Andalucía, Baleares y Canarias.