El Golpe de Estado de Primo de Rivera: Causas y Consecuencias
El Golpe de Estado de Primo de Rivera
Causas
El malestar social y político
del proletariado provocó una Huelga General por parte de los sindicatos UGT y CNT fracasa ante la disolución de las Juntas de Defensa y de la Asamblea de Parlamentarios, asustados por el cariz revolucionario de la Huelga. La principal consecuencia fue el progresivo alejamiento del proletariado del sistema de la Restauración y la creciente radicalización de carácter revolucionario que da paso a la etapa conocida como Trienio Bolchevique (1918-1921). La violencia desarrollada por ciertos colectivos revolucionarios creó un clima de atentados e inseguridad que será la excusa elegida por el general Primo de Rivera para justificar su golpe de Estado.
La otra causa que explica el golpe de estado es el fracaso militar en la Guerra de Marruecos (1906-1925). Por un lado, el deseo de amplios sectores del sistema de la Restauración, encabezados por Alfonso XII y el Ejército, de limpiar la imagen ofrecida ante los Estados Unidos en 1898 en la guerra de Cuba; y por otro lado, convergían intereses empresariales que deseaban rentabilizar las minas de hierro del Rif. La rivalidad franco-alemana por el control del país. La resistencia de las cábilas lideradas por Abd-el Krim se demostró muy eficaz en la batalla del Barranco del Lobo, 1909, y en el denominado Desastre de Annual, 1921, donde consiguieron infligir una terrible derrota a las tropas españolas. La gravedad de la derrota propició la redacción del Expediente Picasso, con objeto de esclarecer las oportunas responsabilidades, las cuales apuntaban a una cadena de corrupción y negligencias que señalaban claramente al rey Alfonso XIII. Este informe, sin embargo, nunca llegó a debatirse en las Cortes. El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera protagoniza un golpe de estado asumiendo la dirección política del país y declarando el estado de guerra, con lo que quedaba herido de muerte el sistema canovista de la Restauración.
El golpe de estado contó con el apoyo del propio rey Alfonso XIII. El Directorio Militar (1923-1925), constituido íntegramente por militares, se planteó como objetivos fundamentales asegurar el orden público y la paz social, para lo cual se suspende la Constitución de 1876, se disuelven las Cortes, Ayuntamientos y Diputaciones, a la vez que se suspenden las libertades ciudadanas, con la ilegalización de partidos y sindicatos, y la militarización de las instituciones. Se había constituido una Dictadura basada en un fuerte nacionalismo español, centralista y anticatalanista, de clara raíz católica y profundamente antiizquierdista, emparentado con el modelo fascista de Mussolini en Italia.