Los grandes dramaturgos griegos

Esquilo

Esquilo pertenece a una familia noble de dramaturgos y pronto empezó a escribir teatro. Aunque su primer éxito en los concursos de tragedias llegó tarde, fue vencedor en 28 de ellos. Se le considera el creador de la tragedia griega. Escribió 90 dramas, de los cuales se conservan 7 íntegros en los que se reflejan sus ideas morales, como la necesidad de justicia. Su obra Los Persas es la tragedia más antigua conservada, ya que introdujo un segundo actor y numerosos recursos escénicos. Asimismo, revolucionó los diálogos y redujo la presencia del coro.

Sófocles

Sófocles recibió una esmerada educación que pronto dio buenos frutos. La primera vez que participó en un concurso dramático consiguió la victoria, derrotando al famoso Esquilo. Su éxito fue extraordinario durante más de 60 años como dramaturgo. Sófocles añadió un tercer actor y perfeccionó la técnica teatral, dando mayor importancia a la indumentaria, inventario de los decorados escénicos pintados en sus tragedias. Destaca el tratamiento de los personajes, en especial de los femeninos, y el uso de la ironía. Compuso más de 100 obras, de las cuales se conservan 7, entre ellas Antígona, Electra y Edipo Rey.

Eurípides

Eurípides tuvo una vida marcada por la incomprensión del público ateniense y, en especial, del autor de comedias Aristófanes, quien sembró dudas acerca de su extracción social. Sin embargo, al parecer, procedía de una familia acomodada, recibió una buena educación y se dedicó desde joven a la poesía. En el año 441 antes de Cristo obtuvo su primer éxito, al que poco no aceleré. Eurípides incorporó el empleo de sentencias morales, religiosas y filosóficas, y trató temas profundos llevándolos al área de lo cotidiano y humanizando a sus personajes. Usó en muchos de sus desenlaces la técnica Deus ex machina, en la que una deidad acaba solucionando el conflicto. Algunas de sus obras son Las Troyanas, Hipólito, Electra o Hécuba.