Grandes maestros del Renacimiento: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel

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Vida y obra de Leonardo da Vinci:

Nacido en Florencia, fue uno de los grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor, escultor, arquitecto, científico e ingeniero. Gracias a su profundo afán de poseer todas las artes y técnicas, es quizá el genio más representativo del Renacimiento. Sus investigaciones científicas (sobre todo en las áreas de anatomía, óptica e hidráulica) anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna. Como artista le interesaba de forma extraordinaria el cuerpo humano y sus movimientos, la expresión del rostro y la mímica. Como científico e inventor fue un adelantado a su tiempo, diseñando cosas tales como la bicicleta, el helicóptero o el submarino.

Obras:

Destacan la Gioconda, un cuadro que representa a una dama de unos 30 años con una expresión sonriente, este cuadro posee un admirable modelado del esfumato, y el vaporoso paisaje de formas vagas e indeterminadas que le sirven de fondo. Otro cuadro muy conocido es “La última cena”, un fresco que presenta a los apóstoles tras la mesa, en el momento en que Cristo les revela que uno de los suyos le traicionará. Hay gran naturalidad en los gestos de los apóstoles asombrados ante tal revelación. En cuanto al colorido hay una bella combinación de tonos cálidos y fríos.

Explica la obra de Rafael Sanzio:

La pintura de Rafael Sanzio es preciosista, equilibrada y serena, con composiciones claras y simétricas, donde destaca el uso magistral de la perspectiva y las estructuras equilibradas en forma de triángulo equilátero. Durante el primer periodo con pinturas muy simétricas, de figuras con suaves movimientos, rostros redondos y miradas de ensueño. En su época florentina, destaca la perspectiva arquitectónica y la búsqueda de la profundidad. Recibe influencias de Leonardo (la mímica y el colorido) y de Miguel Ángel (fuerza, escorzos y movimiento).

Debate acerca de las características de la pintura al temple y al óleo:

La forma más común de la pintura clásica al temple es el temple de huevo. En esta técnica solo se suele utilizar el contenido de la yema del huevo. La clara y la membrana de la yema se descartan. La mezcla de la pintura tiene que ser constantemente ajustada para mantener un balance entre grasa y agua, ajustando la consistencia con agua y yema. Cuando la pintura se seca, el artista añade más agua para preservar la consistencia y equilibrar el espesamiento de la yema en contacto con el aire. La témpera se adhiere mejor a un soporte absorbente que tenga menor contenido en aceite que el aglutinante usado para la mezcla, la luminosidad de las pinturas al temple también hicieron que fuera un medio ventajoso.

El óleo utiliza como aglutinante un aceite vegetal de secado rápido, aceite de linaza, y como diluyente la esencia de trementina. Prácticamente se usaron los mismos colorantes usados para el temple. El óleo permitía trabajar lentamente y modificar colores o composiciones si los maestros se arrepentían, así como trabajar en finas capas, que posibilitaban una mayor calidad en las texturas.

Miguel Ángel: El artista como elemento relevante social. El artista total:

Michelangelo fue un genio multidisciplinar renacentista. Realizó obras maestras en todas las disciplinas que practicó, tanto en escultura como en pintura o arquitectura. Cuando Miguel Ángel llevaba a cabo un proyecto no solo tenía en cuenta la obra en sí, sino una multitud de aspectos que la rodeaban. Incluso cuando se dedicó plenamente a la escultura tenía presentes otros aspectos importantes como el marco arquitectónico, los materiales de las obras o los efectos escenográficos, lo que le llevó a alterar las leyes de la perspectiva lineal. Fue un auténtico revolucionario que aplicó soluciones radicales e innovadoras. Se le considera el primer artista del manierismo, ya que su obra es plenamente distinta a la de sus predecesores.

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