Historia del Piano: Desde el Clavicordio al Piano Moderno

Entre los instrumentos anteriores al piano destacan:

El clavicordio es un instrumento de forma rectangular, con el teclado colocado en uno de los lados largos. Al pulsar una tecla, una pieza metálica percute las cuerdas y permanece en contacto con las mismas hasta que la soltemos. Tiene muy poco volumen sonoro, pero dentro de la poca intensidad que posee permite realizar diferencias dinámicas. Su uso estaba reducido al ámbito doméstico. Se podía conseguir un efecto similar al vibrato.

El clavicémbalo tiene una forma similar a un piano de cola, pero es más estrecho. Pueden tener uno o dos teclados. Cuando bajamos una tecla se acciona un mecanismo mediante el que un plectro pinza una cuerda. No se pueden realizar efectos dinámicos graduales, como crescendos, diminuendos o reguladores, ni acentos pero sí diferencias dinámicas por secciones mediante la utilización de un teclado u otro (muchos claves poseen dos) o el accionamiento de diversos registros.

En el Barroco tuvo una gran importancia. Son muy numerosos los compositores que compusieron para el instrumento, y, por otra parte, el clave está presente en la música instrumental de la época realizando el bajo continuo. También fue el principal instrumento que acompañaba los recitativos de las óperas del Barroco y el Clasicismo. Dos instrumentos similares al clavicémbalo, de cuerdas pinzadas por plectros, son el virginal y la espineta.

La invención del piano se debe al italiano Bartolomeo Cristofori, fabricante de instrumentos musicales al servicio de los gobernantes de Florencia. Hay constancia documental de que en 1700 ya había construido un piano, instrumento al que llamaron «gravicémbalo col piano e forte», denominación que posteriormente pasaría a pianoforte. En castellano se suelen diferenciar los términos fortepiano, para referirnos a los instrumentos más antiguos, del siglo XVIII y comienzos del XIX, (o imitaciones de estos instrumentos fabricadas en la actualidad) y piano para los posteriores.

El nuevo instrumento no desbancó al clavicémbalo y, aunque ya en 1732 se publica en Florencia la primera obra concebida específicamente para el fortepiano, - 12 Sonatas, de Ludovico Giustini- los grandes compositores de la primera mitad del siglo XVIII seguirán componiendo para clavicémbalo. Ya en la segunda mitad del siglo algunos compositores compondrán obras destinadas indistintamente al clave o al piano.

A partir de 1730 en Alemania, un fabricante llamado Silbermann comienza a trabajar en la fabricación de pianos, basándose en unos dibujos de los de Cristofori. J. S. Bach probó en un par de ocasiones estos instrumentos. La primera vez su opinión fue negativa y la segunda vez, con un instrumento perfeccionado, su impresión fue más favorable.

En Londres la fabricación de pianos adquiere gran importancia a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Los fabricantes ingleses perfeccionaron la mecánica, redujeron los ruidos que generaban los mecanismos de los primeros pianos y aumentaron la tensión de las cuerdas, consiguiendo un mayor volumen sonoro. En Inglaterra se desarrolló por primera vez una producción a gran escala y pronto los pianos ingleses se exportaron a numerosos países. El desarrollo del instrumento corre paralelo a la ejecución y la composición pianística. En Londres en esta época se desarrollará el concierto público, planificado con criterios empresariales, en los que el piano tendrá un papel importante.

Compositores como J. Christian Bach o Clementi, serán de los primeros en componer obras destinadas al piano y en interpretarlas en conciertos públicos. También participarán en conciertos londinenses, a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, pianistas como Field, Cramer, Hummel o Dussek.

Otra ciudad importante para la fabricación de pianos fue Viena. Los pianos vieneses eran muy diferentes a los ingleses, caracterizándose por la ligereza, tanto de tacto como de sonido.

Tanto en Londres como en Viena se fabrican diversos tipos de pianos en esta época. Además de los de cola, se idearon pianos como los llamados square pianos, de forma similar a los clavicordios, o pianos con las cuerdas en posición vertical, llamados pianos jirafa, entre otros tipos.

Otro fabricante de pianos importante fue el francés Érard, que vivió entre los siglos XVIII y XIX. Trabajó en París y en Londres, y en 1821 patentó el doble escape, mecanismo fundamental en los pianos de cola a partir de entonces.