Hormonas Vegetales y Movimientos en Plantas: Auxinas, Citoquininas y Giberelinas
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Las hormonas vegetales, también conocidas como fitohormonas, son sustancias químicas que regulan y coordinan las funciones vitales de las plantas. Estas hormonas, de composición química variada, actúan en bajas concentraciones y son esenciales para el crecimiento, desarrollo y adaptación de las plantas a su entorno.
Principales Hormonas Vegetales
- Auxinas: Son las hormonas mejor estudiadas. Su principal función es promover el crecimiento de la planta mediante el alargamiento celular. Esto se debe a un aumento en la plasticidad de la pared celular, lo que facilita la turgencia. La eficacia de las auxinas depende de su concentración y del órgano en el que actúan.
- Citoquininas: Este grupo de hormonas deriva de las purinas. Las citoquininas inducen la formación de brotes, un proceso que es inhibido por las auxinas. A su vez, las auxinas favorecen el desarrollo de raíces, un efecto contrarrestado por las citoquininas. Existe, por tanto, una interacción y equilibrio entre estas dos hormonas.
- Giberelinas: Son sustancias químicas derivadas de lípidos isoprenoides. Se producen principalmente en los meristemos del tallo y son transportadas a través de la savia elaborada a todos los órganos de la planta.
Funciones de las Hormonas Vegetales
- Auxinas:
- Alargamiento celular.
- Facilitan el cuajado de los frutos.
- Intervienen en la aparición de raíces en esquejes de tallos.
- Intervienen en los tropismos.
- Citoquininas:
- Promueven el crecimiento.
- Favorecen el desarrollo de nuevos brotes.
- Detienen la caída de las hojas.
- Retrasan el envejecimiento y la muerte de los órganos.
- Giberelinas:
- Estimulan la formación de flores y frutos.
- Aumentan el tamaño de hojas y flores.
- Alargamiento del tallo.
- Inducen la actividad del cambium en árboles de climas templados.
Movimientos en las Plantas
Las plantas, aunque no se desplazan como los animales, presentan movimientos en respuesta a estímulos externos. Estos movimientos se clasifican en dos categorías principales:
- Tropismos: Son movimientos de crecimiento dirigidos por un estímulo. Son positivos si se dirigen hacia el estímulo y negativos si se alejan de él. Los tropismos más comunes son:
- Fototropismo: Respuesta al estímulo de la luz. Las auxinas juegan un papel crucial. Cuando el tallo recibe luz desde una dirección, las auxinas del lado iluminado se difunden al lado opuesto, provocando la curvatura del tallo hacia la luz. En la raíz, ocurre lo contrario: el lado iluminado crece más y la raíz se dobla hacia la oscuridad.
- Geotropismo (o gravitropismo): Respuesta a la gravedad.
- Nastias: Son movimientos de órganos de la planta provocados por un estímulo externo, pero a diferencia de los tropismos, la dirección del movimiento no está determinada por la dirección del estímulo. La deformación en las nastias es transitoria, no permanente. Se clasifican según el estímulo que las provoca:
- Fotonastias: El estímulo es la luz. Producen la apertura y cierre de la corola (pétalos) de algunas flores.
- Termonastias: El estímulo es la temperatura. Algunas plantas abren o cierran sus flores en función de la temperatura.
- Sismonastias: El estímulo es un contacto o vibración. Es la reacción más parecida al movimiento de los animales, como se observa en las plantas carnívoras o en la Mimosa pudica (sensitiva).