La idea de que el hombre es el centro del universo

Clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 5,52 KB

recopilaciones les permitirá comparar ediciones, y estudiarlos, realizando ediciones críticas que recuperarían lo que cierto autor habría escrito en su momento.
Con la invención de la imprenta se podrá difundir los textos de manera mucho más general pudiendo llegar a más gente.
Los humanistas orientan su labor en dos direcciones
-Por un lado poner su saber hacia sus iguales, los humanistas, poner en conocimiento el conjunto de conocimientos que se adquiere a través de los textos antiguos. Los humanistas se ven como una República LITTERATUM, pese a la competencia en distintos lugares y cortes.
-Por otro lado, la otra orientación es hacia las élites del poder. En dos sentidos: el poder permite que la difusión del humanismos hacia la sociedad y por otro lad o los humanistas se proponen a si mismos como gestores en la sombra del poder, no sólo humanista estudioso sino como humanista político, grupo que puede modificar algo con respecto a los patrones que nos enseña la antigüedad.
El poder hay que entenderlo como poder político y poder religioso, tanto consejeros dentro de las repúblicas, como reformadores dentro de la experiencia religiosa, reformadores cristianos dentro de los que se encuentra Erasmo de Rotterdam, muchos de los cuales van a terminar relacionados con la reforma protestante como F. Melanchton.
La filosofía moral va a ser el eje de la reflexión humanística, que se propone ordenar las reglas para el bien vivir, un concepto ético, pero también social. Frente a la orientación puramente intelectual de la filosofía tradicional se va a orientar en un sentido práctico. A la hora de construir un ideal humano, como modelo de aprendizaje, se va a recurrir a 2 medios:
-Por un lado las fuentes escritas antiguas, clásicas: Cicerón, Séneca, Plutarco… vistos en su dimensión ética. Habría que añadir también las reflexiones de los santos padres: Agustín, Jerónimo…
-Estudio directo de las personas, la observación del hombre en su faceta completa, el retrato que se crean en esta época, un retrato en todas las artes. Es una de las épocas en las que la introspección (a partir de Petrarca).
A partir de la introspección y la meditación de cuál es el lugar que le corresponde al ser humano dentro de la creación, va a crear algo común de las primeras épocas, el optimismo radical, una cierta conciencia de omnipotencia.
Aparecen una serie de palabras clave, que estarán presente en toda la literatura:
DIGNIDAD, el valor del ser humano en si mismo, que surge en la academia neoplatónica florentina. La liteatura de la dignidad del hombre, dentro de los cuales aparecen textos muy importantes como Pico Della Mirándola, oratio de dignitate hominis. La idea de dignidad existía en la Edad Media en el sentido de que el hombre era creación de Dios y que hacía que el hombre tuviese un valor en si mismo. Pero se van a añadir 2 cosas, que la participación del y por otro lado que la dignidad está en potencia que se desarrolla en función de la sociedad en semejanza con la divinidad. La cultura domina a la naturaleza y este lo pone de manifiesto la dignidad del hombre.
VIRTUS: es lo propio del ser humano, aquello que hace que el ser humano pueda sobreponerse y vencer al personaje medieval de la fortuna. Esta virtud colabora con la imagen de omnipotencia que se asocia con lo humano en la primera fase del humanismo. Este concepto de virtud es independiente al de la cultura cristiana, es la virtud de uno mismo, mediante la cual uno se reafirma frente a lo que le rodea. La ética tendrá como fundamento la ética de Aristóteles, una ética política y social. Y dependerá del sumo bien que definan lo humanistas, este es la divinidad, la idea de divinidad de Platón cristianizado. Este desarrollo tendrá mayor desarrollo en Florencia, por parte de M. Ficino. Aunque se llevará también en otros lugares, posturas de tipo estoico atenuado, representado por Alberti, en esta postura el sumo bien está en el equilibrio de la existencia terrena, es decir tomar distancia respecto a las pasiones, buscar la felicidad en uno mismo con independencia del mundo que nos rodea, sin caer en un ascetismo monástico.
La idea de naturaleza que esta constantemente presente en los escritos de los humanistas, vista como una fuente de belleza y armónía del ser superior, que emana su propia belleza sobre el conjunto del universo. Naturalmente el hombre es el destinatario de esta belleza, puede transformarla, siempre con la idea de hacer el mejor uso de este don porque entre otras cosas el también forma parte de este conjunto armónico del universo. Montaigne, un pensador del Siglo XVI, resumía esta idea diciendo que uno debe vivir estudiándose a si mismo, conocer la naturaleza y vivir en armónía con lo que es el seno del universo, idea de no querer ser más que un ser humano. Esto contrata con el discurso de la divinidad del hombre., esta es otra postura que naturalmente no encaja.

Entradas relacionadas: