La Iglesia y su papel en la sociedad actual

No es fácil hablar de la iglesia en ambientes no cristianos, ya sea en tu empresa o con tus amigos no creyentes. Nos cuesta sentirnos identificados con ella.

A ellos no les han hecho falta templos ni altares; ellos han transmitido un mensaje con su vida. Esa Iglesia me gusta.

He soñado con la Iglesia que siento, con la Iglesia que quiero y a quien quiero lo suficiente como para intentar modestamente trabajar en su progreso.

Puedo decir con todo convencimiento que me considero una parte integrante y activa de la Iglesia.

Para mí, otro de los aspectos más atrayentes de la Iglesia actual es el hecho de que esta en su gran mayoría, es una Iglesia solidaria.

A mí me gustaría pertenecer a una Iglesia donde todos los que formamos parte de ella, aunque seamos pocos nos comportemos de manera consecuente con el hecho de ser cristianos, es decir, una Iglesia donde todos tengamos presente, en el día a día, a la figura de Jesús, e intentemos sinceramente seguir su mensaje.

Yo creo que la Iglesia, es acoger a muchas personas, enseñarles el camino y dejarles luego andar, pero siempre en bien de todos, en beneficio de nuestra sociedad siguiendo los pasos de Jesús. Eso es Iglesia, eso es la Comunidad que soñaba Jesús.

Enumera 5 signos de esperanza para la iglesia:

• Jesús nos dijo: "Lo nuestro es ser levadura en el pan o un pequeño candelabro que ilumina una gran sala"
• Siempre hay un foco de esperanza en nuestra iglesia
• Jesús sigue y seguirá fascinando a muchos
• Siempre habrá algo a lo que nos tengamos que agarrar cuando estemos solos o necesitemos ayuda, y ahí estará la fe cristiana
• Cristo siempre nos acompañará en nuestro camino hacia una vida mejor.

El papel de la mujer en la Iglesia:

• Tienen un papel activo y corresponsable, pero está muy poco valorizado o remunerado, ya que no aprecian el trabajo realizado a diferencia con el trabajo realizado por el hombre.

5 cosas básicas, para empezar a ser un cristiano adulto y con fundamento:

1. Quédate con el Evangelio
2. No te estanques en tu formación cristiana. Actualiza tu fe. Ponla al día
3. No abandones nunca la Eucaristía dominical en el marco de una parroquia
4. Participa en alguna actividad a favor de la gente
5. Unos minutos diarios de oración