El Imperio de los Austrias y la Monarquía Hispánica

El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política Interior y Problemas Europeos

Carlos I (1517) es nombrado rey tras ser heredero de Castilla y Aragón por la incapacidad de su madre Juana. Carlos I crea unas cortes en Castilla para recaudar dinero y poder ser nombrado emperador de Alemania, donde tenía gran herencia territorial para los reyes católicos.

Dado que el rey de la península es extranjero se crean varios conflictos internos. En Castilla, Padilla y Bravo crean las comunidades para castellanizar la península y en 1521 acaban con los comuneros en las batallas de Villalar.

La enorme extensión de los territorios le hizo tener muchos enemigos:

• En Francia hay conflictos por las posesiones italianas y Francisco I fue apresado en 1525 en la batalla de Pavía.
• Por otro lado, el Imperio Otomano luchaba por el control del Mediterráneo mediante la piratería.
• En Alemania donde no aprobaba el protestantismo promovido por Lutero. Carlos I vence en la batalla de Mühlberg (1547), pero más adelante se declara la libertad de regiones en la Paz de Augsburgo (1547) y al no haber conseguido su propósito decidió abdicar en su hijo Felipe II (1556).

La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y Administración. Los Problemas Internos. Guerras y Sublevación en Europa

Felipe II, hijo de Carlos I, es castellano y su principal objetivo fue la defensa del catolicismo. Dentro de su política interior, hubo un levantamiento de los moriscos contra la autoridad del rey en Alpujarras por motivos religiosos, que son derrotados por Don Juan de Austria, su hermano, y dispersados por Castilla en 1570.

Sus problemas relacionados con la política exterior fueron heredados de su padre; Francia ofrecía ayuda a los protestantes y a Flandes, se firmó la paz en Verins (1598), los turcos fueron derrotados en la batalla de Lepanto (1571). Otro de los principales problemas fue Inglaterra, donde el protestantismo lideraba el trono inglés y sus piratas interceptaban nuestros barcos provenientes de América. Mediante la figura del Duque de Alba se trata de controlar los levantamientos de los países bajos 1556 producidos principalmente por la subida de impuestos. Estos territorios quedaron divididos en una zona católica (sur) y una protestante (norte) que más adelante será cedida a su hija Isabel Clara Eugenia.

Y, por último, la creación de la Unión Ibérica al producirse la unión con Portugal tras la muerte del rey de Portugal.

En 1561 se estableció la capital en Madrid. Predomina un sistema polisinodial. Se crean consejos territoriales y consejos técnicos para el asesoramiento y la consulta del rey sobre diferentes aspectos. También está presente la figura del virrey, las audiencias y las cortes con un carácter recaudatorio. Por otro lado, en el ámbito local se mantiene la figura de los corregidores elegidos por insaculación en la Corona Aragonesa para evitar tensiones.