La Industrialización en España: Un Proceso Lento y Desigual

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El Ferrocarril como Motor de la Industrialización

La construcción del ferrocarril en España fue fundamental para el desarrollo industrial del país. Sin embargo, las dificultades para establecer una red ferroviaria eficiente obstaculizaron el proceso industrializador.

La burguesía española, con el apoyo de los gobiernos progresistas, buscaba modernizar la economía del país. Sin embargo, varios factores limitaron este proceso:

  • Obstáculos físicos y naturales
  • Escasas transformaciones en los sistemas agrarios
  • Reducida capacidad de consumo en el mercado interior
  • Falta de competitividad de los productos españoles
  • Mentalidad poco inversora de empresarios y políticos
  • Poco interés por la innovación técnica y la ciencia

Ante esta situación, la política económica del siglo XIX y principios del XX se caracterizó por el proteccionismo en el mercado exterior y el librecambismo en el mercado interior.

Fases del Desarrollo Económico

El desarrollo económico de España en el siglo XIX y principios del XX se puede dividir en tres fases:

1830-1870: Vertebración Económica e Inicios de la Industrialización

Etapa de crecimiento moderado con dificultades.

1870-1890: Ralentización de la Industrialización

Fuerte emigración campesina a las ciudades y a América, y consolidación de Cataluña y el País Vasco como focos industriales.

1890-1923: Crecimiento General pero Desigual

Gran proteccionismo estatal, crecimiento urbano, fundación de los grandes bancos, aumento de la emigración a América y desarrollo desigual en España.

Factores Contribuyentes al Desarrollo Industrial

El Ferrocarril y la Formación del Mercado Interior

La introducción del ferrocarril en España fue tardía. La primera línea de ferrocarril para pasajeros se inauguró en 1848, entre Barcelona y Mataró. La Ley General de Ferrocarriles de 1855 reguló la construcción de la red ferroviaria, que tuvo un trazado radial y se financió principalmente con capital francés.

Comunicaciones Terrestres y Marítimas

Durante el siglo XIX se produjo una renovación de los transportes y las comunicaciones, con la construcción de nuevas carreteras, la ampliación y acondicionamiento de puertos y la introducción de los barcos de vapor.

Modernización del Sistema Fiscal

La Reforma Tributaria de Mon y Santillán sentó las bases del sistema tributario moderno. También fue importante el establecimiento de la peseta en 1868 y la creación de la Banca Nacional y la Bolsa.

Principales Zonas Industrializadas de España

Barcelona

Barcelona fue la principal zona industrial de España y la más diversificada. Su desarrollo estuvo ligado al sector textil, que experimentó una constante renovación a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Su crecimiento se basó en la reserva del mercado interior español y, hasta 1898, del mercado cubano.

Andalucía y Levante

Andalucía y Levante tuvieron un inicio industrializador en el sector siderúrgico y textil que no tuvo continuidad. Sus economías se reorientaron hacia la potenciación del sector agrario.

Asturias y País Vasco

En Asturias y País Vasco, el sector clave en la industrialización fue la siderurgia, vinculada al desarrollo de las explotaciones mineras.

En Asturias, la explotación masiva del carbón se inició en la década de 1840, con la posterior instalación de altos hornos e industrias metalúrgicas. El proceso industrializador presentó dificultades debido a la calidad del mineral y al tipo de minas. Se aplicó una política proteccionista para defender el sector.

En el País Vasco, la industrialización giró en torno a la explotación del mineral de hierro. La exportación de hierro generó importantes capitales, que junto con la importación de carbón inglés barato, permitieron crear el mayor foco siderúrgico español en la ría de Bilbao.

Galicia

Galicia tuvo un panorama industrializador pobre. Los sectores artesanales tradicionales se arruinaron por la competencia de otras zonas. La industria de la salazón de pescado dio lugar a una importante industria conservera, que arrastró a otros sectores. También destacaron la construcción naval y la producción hidroeléctrica.

Madrid

Madrid se convirtió en la tercera región industrial de España. Su expansión industrial estuvo ligada al fuerte crecimiento demográfico de la capital, que estimuló la demanda de bienes de consumo. La existencia de un sector social de gran capacidad adquisitiva explica la creación de empresas de fabricación de automóviles en la década de 1920.

Conclusión

El proceso industrializador en España fue débil y moderado debido a las dificultades en la construcción del Estado Liberal, los obstáculos de la geografía y una mentalidad poco inversora.

El ferrocarril y las reformas en las comunicaciones y las finanzas del Estado posibilitaron un importante desarrollo industrial en Barcelona, Vizcaya y Asturias, grandes focos industriales del país.

El crecimiento industrial se acompañó del desarrollo del movimiento obrero, conformado por los grandes damnificados del proceso de modernización agraria e industrial.

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