La influencia del cerebro en la evolución humana y la importancia de la cultura

La influencia del cerebro en la evolución humana

Los seres humanos se caracterizan por la posesión de una cerebro y por el bipedismo por tener una infancia muy prolongada lo que supone un largo periodo de aprendizaje y la posesión de una capacidad excepcional para la manipulación y producción de instrumentos desconocida en ningún otro ser vivo y por último por utilizar un lenguaje muy elaborado y desarrollar una intensa vida social.

El desarrollo del cerebro y sus efectos en la conducta y aprendizaje

El aumento de nuestro encéfalo supone otros cambios importantes en nuestra fisiología no solamente es necesario que se transforme el cráneo sino que también debe modificarse por ejemplo la pelvis destinada a alojar el embrión humano. La evolución de los mamíferos ha tenido hacia el progresivo desarrollo del cerebro y sus efectos en lo que se refiere a modificación de los esquemas de conducta y aprendizaje un cerebro mayor supone mayores dosis de conducta inteligente entendiendo por tal una conducta o no programada y eficaz en términos de adaptación o supervivencia.

El lenguaje como herramienta fundamental en la evolución de la especie

El carácter más original de la especie es el uso de un sistema de transmisión de señales articulado y extraordinariamente complejo el lenguaje. El lenguaje empezó con el homo habilis y es un instrumento que como tal la relación que guarda con el cerebro es idéntica a la de la mano el uso del instrumento potencia la función cerebral y el aumento de la complejidad cerebral facilita la ampliación en el uso del instrumento el lenguaje tiene una importancia fundamental en el desarrollo de la evolución de la especie. El lenguaje especialmente humano es una herramienta que permite la representación por medio de símbolos y hace posible la aparición de la cultura. Además el lenguaje permite que las estrategias aprendidas se transmitan en la descendencia.

La importancia de la cultura

La cultura abarca actividades, estructuras básicas y políticas de una sociedad. Además, también se añaden la forma de vivir y actuar, los conocimientos, las tradiciones y la ética.

La diversidad cultural

Los seres humanos manifestamos el polimorfismo. La imitación y la vida en común crean hábitos parecidos, mientras que el aislamiento los hace diferenciarse. El contacto con otras formas de entender la vida transforma la cultura y la hace evolucionar. La diversidad depende de las razones ecológicas, históricas y geográficas, ya que cada grupo social crea hábitos adaptados a las condiciones de su hábitat. Todas las culturas son completas y abiertas, ya que expresan la forma determinada en la que una comunidad organiza su vida y sus relaciones con el medio ambiente, y abiertas, ya que son susceptibles a la transformación.

Diferentes posturas ante la diversidad cultural

Etnocentrismo: se considera la propia cultura como superior y punto de partida de todas las demás. Esto tiende al menosprecio y a juzgar hábitos culturales diferentes. Esta postura carece de justificación teórica.

Relativismo cultural: se considera que todas las culturas tienen el mismo valor y desde la perspectiva analítica es la más adecuada, pero desde el bienestar hay ciertos hábitos culturales contrarios al bienestar (esclavitud, canibalismo), aquí se defiende que las costumbres no pueden llegar hasta el extremo de privar hechos que mejoraría la condición de una persona.

Universalismo: dos supuestos de esta teoría. El primero que hay elementos comunes a todas las culturas (ej: prohibición del incesto) y el segundo que hay elementos válidos al margen de las culturas que deben de ser defendido por todos (ej: Declaración Universal de los Derechos Humanos). Esto está cuestionado por considerar que solo se defienden los intereses particulares de unos pocos.

Interculturalismo: solución de compromiso entre relativismo y universalismo que considera que hay valores o formas culturales de validez universal y al mismo tiempo hay otros propios de cada cultura que deben ser respetados. Para ello se defiende el uso de un dialogo entre culturas basado en el respeto mutuo, esto se está volviendo imprescindible en un mundo lleno de multiculturalidad.

Naturaleza humana y cultura

En el ser humano la naturaleza misma posibilita y exige que se despliegue la cultura. El ámbito del comportamiento pertenece al orden de lo natural: el ser humano, al nacer, cuenta con un repertorio escaso de reacciones, lo que significa que el hombre carece de instintos. La falta de estos es sustituida por la cultura.

El desarrollo paralelo de aptitudes y capacidades hace que la cultura sea posible. Entre las características biológicas que capacitan al hombre para la cultura destaca la inmadurez en que nacen los humanos y la lentitud con que maduran. El proceso de maduración exige un medio cultural (adultos) que proporciona el aprendizaje.

Como conclusión, puesto que el hombre es cultural por naturaleza, es imposible una existencia humana desprovista de la cultura y dado que el ser humano no puede prescindir de la cultura, cuando se apela a una vida “natural” se esta apelando a una vida cultural con técnicas y normas y valores para contribuir a la felicidad de los demás.