Como intervienen los seres vivos en la formación de los suelos

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2.1. Factores que intervienen en la edafogénesis.Las carácterísticas de un suelo, tales como el grado de desarrollo, la composición, la textura, etc., dependen de una, serie de factores que influyen en su formación y posterior evolución. Los más importantes son los siguientes:La naturaleza de la roca madre.La roca madre aporta al suelo la mayor parte de sus componentes minerales e influye en las primeras etapas de su formación, sobre todo por su mayor o menor resistencia a la meteorización. Si la roca se altera con facilidad, se forman suelos potentes' en relativamente poco tiempo; por el contrario, si la roca es muy resistente a la meteorización, se originan suelos de poco espesor y sin horizonte B. El tipo de roca influye también en la textura del suelo (según su solubilidad, granulometría, porosidad...).El tiempo.Los suelos son inmaduros o jóvenes cuando no han tenido tiempo para desarrollarse totalmente; en cambio, son maduros aquellos suelos que están en equilibrio con el medio, es decir, los estables y potentes. El tiempo que tarda en formarse un suelo maduro varía desde cientos de años en un clima cálido y húmedo a miles de años en climas fríos o secos.La topografía.Es un factor decisivo en algunos casos. En zonas de pendientes, al predominar los procesos erosivos, abundan, en general, los suelos poco potentes e inmaduros; por el contrario, en zonas llanas abundan los suelos maduros y potentes, ya que dominan los procesos sedimentarios. También influye la orientación de las laderas (solana o umbría) y la altura absoluta de los terrenos.El clima.Es el factor más importante. Generalmente, se cumple que rocas distintas bajo el mismo clima producen suelos iguales. El factor climático influye sobre el tipo y la intensidad de la meteorización y sobre la clase y la cantidad de vegetación, lo que determina la riqueza del suelo en materia orgánica. En zonas de climas fríos y secos, donde la meteorización química es casi nula, se forman suelos de poco espesor, mientras que en regiones de climas cálidos y húmedos, donde la meteorización química es intensa y la vegetación muy abundante, se originan suelos muy potentes.Los seres vivos.Las plantas constituyen un elemento muy positivo en la formación y evolución del suelo, debido a varios motivos: lo enriquecen con materia orgánica, favorecen los procesos de meteorización química al retener la humedad, protegen el suelo de la erosión y extraen sales minerales de las zonas profundas hasta la superficie, donde las depositan en forma de hojarasca, frutos, flores, etc. Las raíces de las plantas y los animales que viven en el suelo mezclan los materiales del terreno y participan en su aireación.Las actividades humanas.El ser humano incide de múltiples formas, y casi siempre negativamente en la formación y desarrollo del suelo. La deforestación masiva, los incendios, la contaminación, la sobreexplotación agrícola y ganadera y la urbanización constituyen algunas prácticas nocivas para la salud del suelo. Pero también podemos influir de forma positiva: abonando, reforestando, construyendo bancales, etcétera.

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