El juego presimbolico de 12 a 17 meses

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Desde los 8 hasta los 12 meses Entre los 8 y los 12 meses la atención a lo que ocurre alrededor del bebé está más acentuada y empieza a realizar acciones para conseguir un fin. Así, la acción del bebé ya no trata de conseguir un efecto surgido al azar, sino en hacer algo, para conseguir un objetivo. En este momento aumenta su interés por los objetos en sus acciones. Además, en este momento las posibilidades de locomoción del bebé aumentan: puede arrastrarse, gatear o comienza a andar.
En cuanto a la interacción social, los adultos continuamos haciendo juegos tradicionales de falda con el bebé, pero dando mayor protagonismo al bebé en los mismos.  Desde los 12 hasta los 18 meses
Con el uso incesante de los objetos, probando, a ver qué pasa, el niño de un año experimenta <<nuevas coordinaciones de acciones>>.  Hacia el final de este periodo, su juego con los objetos no se caracteriza tanto por la exploración sensorial, sino que se vuelve más instrumental. El niño, en estas edades, utiliza objetos con el fin de alcanzar otros que le interesan para jugar. El niño también empieza a imitar gestos o movimientos que no puede ver en sí mismo.


Desde los 18 hasta los 24 meses
Las acciones que en el periodo anterior se realizaban automáticamente, ahora son representadas mentalmente por el niño antes de actuar.
A estas edades podemos observar las siguientes competencias en el juego:
a) Activar un objeto mecánico por sí mismo.
b) Buscar juguetes en varios lugares.
c) Combinar dos o más objetos en sus juegos.

En cuanto a la imitación, en este momento empieza a ser diferida. A partir de ahora, el niño es capaz de imitar todo tipo de acciones en ausencia total del modelo.

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