Juicios filosóficos

Clasificado en Filosofía y ética

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Los juicios sintéticos a priori

Como resumen de lo visto en el apartado anterior puede decirse que la primera gran pregunta que se plantea Kant es esta: ¿Qué podemos conocer verdaderamente?
Pues bien, la respuesta que dará a grandes rasgos a esta pregunta es la siguiente: podemos conocer verdaderamente todo lo que se nos presente bajo la forma de un juicio de carácter científico.
La pregunta ahora es ¿y qué tipo de juicios son los que tienen carácter científico? Antes de responder a esta pregunta, Kant establecerá una clasificación de los diferentes tipos de juicio que puede haber. Y una vez efectuada esta clasificación, concretará cuales son, de entre todos ellos, los que presentan la condición requerida.
3.1. Juicios analíticos y juicios sintéticos.
Kant comienza desarrollando una distinción entre juicios analíticos y juicios sintéticos.
Un juicio es analítico, según Kant, cuando el predicado está comprendido en el sujeto. Un todo es mayor que sus partes es un buen ejemplo de juicio analítico, porque basta con que sepamos bien lo que significa todo para darnos cuenta de que lo que se dice en el predicado no aporta algo que no supiéramos, algo que no esté incluido en el sujeto. Estos juicios no nos dan información alguna o, como dice Kant, no son extensivos, no amplían nuestro conocimiento.
Un juicio es sintético, por el contrario, cuando lo que se afirma en el predicado no está incluido en el concepto que forma el sujeto. Todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90 es un juicio sintético. Estos juicios sí dan información o, como dice Kant, son extensivos, amplían nuestro conocimiento con algo que no sabíamos.

Juicios a priori y juicios a posteriori.

La clasificación anterior está hecha atendiendo a si el predicado está incluido o no en la noción del sujeto. La clasificación de que nos ocupamos ahora está hecha atendiendo a otro criterio, a saber, el modo como es posible conocer la verdad de un juicio cualquiera.
Juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente dela experiencia, ya que su fundamento no se haya en esta. Un todo es mayor que sus partes es un juicio a priori: conocemos su verdad sin

necesidad de andar midiendo o comprobando todos y partes. Los juicios a priori son universales y necesarios.
Juicios a posteriori son aquellos cuya verdad es conocida a partir de la experiencia. De acuerdo con esta clasificación, todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90 es un juicio a posteriori: si queremos saber si ese juicio es verdadero no tenemos otro recurso que observar a esos individuos. Los juicios a posteriori no son universales ni necesarios.
3.3. Juicios sintéticos a priori.
Tomemos ahora el siguiente juicio: La recta es la línea más corta entre dos puntos. ¿Se trata de un juicio analítico? Ciertamente no, piensa Kant, ya que el predicado no está contenido en el sujeto: en la noción de línea recta no entra, para nada, idea alguna de distancias. Es, por tanto, sintético. ¿Es a posteriori? Tampoco, piensa Kant, ya que, primero: nos consta su verdad sin necesidad de andar midiendo distancias entre dos puntos; segundo: es extrictamente universal y necesario. Es por tanto, a priori.
Hay pues, según Kant, juicios sintéticos a priori: por ser sintéticos, son extensivos, es decir, amplían nuestro conocimiento; por ser a priori son universales y necesarios: el conocimiento de su verdad no depende de la experiencia.
Los juicios sintéticos a priori son juicios de carácter científico. Son los únicos que nos permiten tener un conocimiento verdadero de la realidad.



Los límites del conocimiento.
A partir de lo visto en el apartado anterior, podemos afirmar que nuestros conocimientos verdaderos se limitan a lo expresado por medio de juicios sintéticos a priori. Pero la cuestión de los límites del conocimiento en Kant, tiene que ver más exactamente, con la cuestión sobre el proceso en virtud del cual nuestro entendimiento elabora los conocimientos.
Este proceso se describe, detalladamente, a lo largo de la Crítica de la razón pura. Tiene lugar en tres fases. de cada una de ellas se ocupa cada una de las tres partes en que se divide dicha obra: la Estética trascendental, la Analítica trascendental y la Dialéctica trascendental.

La Estética trascendental

En esta primera parte de la Crítica Kant viene a decirnos que la razón cuenta con dos mecanismos básicos, dos coordenadas: el espacio y el tiempo.
Para obtener el grado más simple de conocimiento es necesario que estas dos formas puras o a prioris de la sensibilidad actúen sobre las sensaciones desorganizadas que se forman a partir de todas las cosas que hay a nuestro alrededor. Gracias a las formas a priori del espacio y del tiempo nuestra razón ordena, organiza los datos del mundo exterior.

Analítica trascendental

En esta segunda parte de la Crítica Kant trata de las condiciones por las que podemos pensar o comprender los datos ya ordenados gracias a las coordenadas del espacio y del tiempo.
Dichas coordenadas son, en resumidas cuentas, otras estructuras que la razón posee: los conceptos puros oAdemás de estas categorías o conceptos puros nuestra razón cuenta con conceptos empíricos. Son aquellos que proceden de la experiencia. Ejemplo de ellos serían los conceptos de casa, perro, mamífero, etc.
¿Cual es propiamente el papel que desempeñan las categorías? De manera sencilla, puede decirse que se ocupan de organizar más concretamente las sensaciones que nos producen las cosas de nuestro alrededor una vez que ya han sido estructuradas espacio-temporalmente.
Si estuviéramos delante de los nativos del pueblo X, lo primero que capta sobre ellos nuestra razón es un conjunto de datos espaciales que se dan en el tiempo. A partir de aquí, el entendimiento aplica a esos datos conceptos empíricos como figuras, colores, etc. Es finalmente cuando nuestro entendimiento coordina, unifica estas sensaciones aplicando ciertas categorías. En primer lugar puede aplicar la categoría de realidad; después, la de sustancia, más tarde la de totalidad, etc.
Por lo demás, cabe señalar que Kant concluye este apartado de la Crítica exponiendo la diferencia que existe entre el fenómeno y la cosa en sí.
El fenómeno es el aspecto del objeto que puede captar nuestro entendimiento una vez que ya ha aplicado las coordenadas espacio-temporales, los conceptos empíricos y las categorías.
La cosa en sí es la totalidad del objeto susceptible de conocimiento. La cosa en sí siempre oculta aspectos que resultan incognoscibles para nosotros. Conocemos solamente fenómenos de las cosas en sí, no las cosas en sí.

Dialéctica trascendental

En esta tercera y última parte de la obra de Kant lo que se nos dice es que la razón nos impulsa a buscar leyes, condiciones cada vez más generales y capaces de explicar un número mayor de fenómenos. Mientras esta búsqueda se mantiene dentro de los límites de la experiencia, tal tendencia es eficaz y amplía nuestro conocimiento.
Pero a veces la razón traspasa los límites de la experiencia: los fenómenos físicos se pretenden unificar y explicar por medio de teorías metafísicas acerca del mundo, del alma, de la causa de todo cuanto existe...
Mundo, Alma, Ser, Dios son ideas de la razón que no nos proporcionan conocimiento objetivo ninguno, pero expresan el ideal de la razón de encontrar principios y leyes cada vez más generales.

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