La exposición

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EXPOSICIÓN

La exposición consiste en explicar de manera objetiva un tema para que el receptor adquiera nuevos conocimientos. Su finalidad, por tanto, es puramente informativa y en ella predomina la función referencial.

  • Clasificación según el receptor

Esta modalidad textual puede emplearse tanto en la lengua oral, ya sea espontanea o planificada, como en la lengua escrita y en muy diversos textos, según sea la intención del emisor y el nivel de especialización del receptor.

Textos expositivos divulgativos. Su pretensión es informar de modo claro y sencillo sobre un tema de interés general dirigido a un público amplio. Aparecen en revistas, folletos, guías sobre costumbres, etc.

Textos expositivos especializados. Su finalidad es ahondar en la investigación de una materia. Son escritos por expertos que emplean un lenguaje más complejo caracterizado por el uso de tecnicismos y están destinados a un receptor especializado. Este tipo de exposición se manifiesta, por ejemplo, en los tratados científicos.

  • Clasificación según su estructura

La presentación de la información en un texto expositivo debe ser ordenada v coherente y seguir una estructura clara. Es habitual comenzar por una presentación del tema o idea central de la explicación, posteriormente se procede a su desarrollo mediante definiciones, ejemplos v datos concretos v, por último, se extrae una conclusión en la que se formula una valoración final.

 Las estructuras más frecuentes en los textos expositivos son:

  • Deductiva. Se parte de una idea general para después ofrecer aspectos concretos en los que es frecuente emplear la ejemplificación.
  • Inductiva. El emisor parte de datos particulares para extraer una conclusión.
  • De causa-efecto: Se describe un hecho y,  a continuación, sus efectos.
  • Cronológica: Los acontecimientos siguen un orden temporal.
  • De ejemplificación: Se emplean ejemplos para facilitar la comprensión del texto.

EL LENGUAJE EN LA EXPOSICIÓN

  • Rasgos Léxicos

El uso monosémico y denotativo de las palabras. Las palabras empleadas en el texto expositivo deben ser monosémicas, es decir, tienen que presentar un solo significado para al que no se ofrezcan diversas interpretaciones.

El empleo de tecnicismos. Muy a menudo, sobre todo en textos especializados, se utiliza un léxico propio de cada disciplina.

La formación de palabras nuevas. Con frecuencia se emplean siglas y acrónimos. También se recurre a neologismos y prestamos tomados de lenguas extranjeras. Aparecen a menudo cultismos y expresiones latinas.

  • Rasgos morfológicos y sintácticos

Predominio de estructuras oracionales extensas. Para desarrollar ideas y conceptos es necesario el uso de estructuras con una mayor conexión lógica.

Se emplean estructuras sintácticas concretas. Algunas estructuras están especialmente asociadas a la explicación, como las coordinadas  explicativas y subordinadas adverbiales.

Preferencia por un solo modo verbal. Predomina el presente de indicativo con valor intemporal y las fórmulas impersonales. Lo más frecuente es utilizar la tercera persona o la primera persona del plural, este ultimo denominado   con el fin de indicar que se trata de verdades con valor universal.

  • Rasgos textuales

Los marcadores discursivos. Estos elementos lingüísticos son muy importantes para señalar las partes del texto y organizar razonamientos lógicos. Según su significado pueden ser: ordenadores (seguidamente, para finalizar...), sumativos (además, incluso, también...), opositivos (sin embargo, no obstante.), consecutivos (por ello, por tanto.. ), causativos (porque, ya que...), condicionales (según, para que. . .) y finales (a fin de que, para que).

La descripción objetiva. Como modelo discursivo especializado en la explicación, abunda el empleo de esta tipología textual.

La ejemplificación. Este recurso garantiza la comprensión de la información.

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