La música romántica del siglo XIX

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Características técnicas del romanticismo: Hubo nuevos tipos de organización melódica: en la forma exterior, si las clásicas provocaban asentimiento y solidez, las románticas intentan provocar sorpresa y sobre todo expresividad. Huba también nuevos tipos de organización armónica: el sistema ya estaba bien establecido y la nueva armonía tonal basada en la tríada armónica y su expansión siguió vigente y proporcionando al edificio polifónico un cimiento indispensable. Además de esta función, ahora comienza a apreciarse su valor expresivo tanto en acordes aislados como en las progresiones armónicas; en general, hay mayor libertad, mayores licencias en las disonancias, mucha más investigación cromática, sobre todo en Schumann y en Chopin. Por el otro lado opuesto, es la ópera italiana en la que el predominio vocal suele sostenerse en armonías muy simples.

Hubo igualmente una búsqueda sistemática de nuevos colores tímbricos: sobre el transfondo ya codificado en la orquesta clásica, instrumentos concretos, sobre todo los vientos, adquieren su confrontación actual, tanto maderas, como metales. Pero la orquesta romántica, incluye nuevos instrumentos y sobre todo nuevas maneras de combinarlos. Aparece la asignatura de orquestación y para ello se escriben por vez primera tratados que intentan fijar y codificar las nuevas “conquistas”: Tratados de orquestación, como en de Berlioz.

Estas características exigen formas musicales mas pequeñas cuantitativamente hablando. El compositor romántico intenta la gran forma en sonatas pianísticas, música de cámara o sinfonías, pero se expresa mejor en pequeñas formas. En líneas generales, el compositor romántico ha perdido el gusto por el desarrollo y prefiere construir grandes formas por adición de episodios. Pierden interés por el conjunto y se concentran en el detalle. Cuanto más simple sea la forma y relajada en aspecto constructivo, mejor se expresan y más calidad producen.

El Lied romántico: Es una composición musical de breves dimensiones, para voz con acompañamiento generalmente de piano. En la mayoría de los lieder, la parte del piano constituye mucho más que un simple acompañamiento de la voz, por el contrario los compositores tratan a la voz y al piano con la misma importancia; a menudo el piano estaba encargado de crear la atmósfera apropiada y de añadir detalles dramáticos o pictóricos. De estilo íntimo, rara vez se interpretaba en una sala de conciertos, esto explica su estilo intimista.

Es refinado y carece de efectismos vocales. La característica  que más define al lied romántico es la fusión entre la música y la poesía y serán los poemas de los mejores escritores alemanes los que sirven de base al lied. A veces se escribía un ciclo de canciones, utilizando todo un conjunto de poemas relacionados con una misma idea, o contando una historia.

Esquema del lied:

Lied estrófico simple: es el modelo más sencillo. Su texto es un poema formado por varias estrofas regulares para las que el compositor escribe una misma música, según el esquema A-A-A.

Lied estrófico variado: es la variación a la melodía o a ambos elementos, lo que otorga a cada estrofa matices expresivos diferentes a partir de un mismo material musical, el esquema formal sería A-A’-A’’.

Lied de composición desarrollada: melodía y acompañamiento son siempre nuevos, siguiendo la acción del argumento.

Forma lied “A-B-A”: Una sección abre y cierra la composición y una sección central distinta y más o menos contrastante.

Forma Rondo : en forma de estribillo que se repite después de cada estrofa distinta.



Romanticismo: El músico romántico: El músico del siglo XIX adquirió considerables dosis de libertad personal, pero aún no estaban bien definidas las nuevas reglas del juego y el ejercicio de la libertad estuvo muy desprotegido. El subjetivismo que imperó en la música del siglo XIX y la cada vez más frecuente creación de obras que no obedecían a encargo alguno, se enfrentó al menor nivel artístico de las nuevas capas sociales a las que se dirigían los compositores, los buenos y adocenados burgueses ávidos de música fácil de mero entretenimiento. Surgió así una música aislada socialmente, un tipo de astísta “maldito” o incomprendido que vio enemigos en aquellos que utilizaban el arte como decorado y no como una nueva religión. El tópico del músico romántico es el de un artista en contradicción con  la sociedad en la que vive, lo que le conduciría a la locura y a la muerte temprana. Unido al interés histórico por el pasado musical algunos músicos anteriores de muerte prematura como Mozart, Pergolesi, comenzaron a ser vistos, abusivamente, como artistas “románticos”.

El compositor, “libre” del siglo XIX, hubo de encontrar, pues, nuevos medios de supervivencia. Su mejor nivel cultural y especialmente literario, le convirtió en colaborador o impulsor de los nuevos medios de comunicación, los periódicos y revistas generales o especializadas, como Berlioz o Schumann. Pero el verdadero éxito lo obtuvo de dos maneras ya tradicionales, aunque ahora con nuevos matices: como intérprete-virtuoso, el nuevo “divo” instrumental compitió a veces muy ventajosamente, con los tradicionales, los cantantes. Figuras como Paganini en el violín o Liszt en el piano inauguran un nuevo modo de llegar a grandes públicos, reunidos en espacios cada vez mayores y excitados por la proezas técnicas. La tensión requerida para dominar públicos masivos marcará a la propia música, pero no debe despreciarse el virtuosismo, ya que fue una vía de evolución del lenguaje instrumental. La magnitud de las orquestas y las sutilezas de la nueva orquestación, sentaron las bases para un nuevo “divo”, el director de orquesta, antes inexistente. El compositor teatral de siglo XIX ha de componer música en poco tiempo. La tensión entre creación y mercado es una de las claves que permiten entender mejor el siglo.

Marcha fúnebre de Sigfrido de la ópera de Wagner, El ocasi de los dioses , la cuarta y última ópera de su ciclo titulado “El anillo de los Nibelungos”, que debía interpretarse en cuatro noches consecutivas. Las óperas de Wagner son obras considerablemente extensas con música contínua desde el comienzo hasta el final de cada acto. La textura incluye muchos motivos musicales entrelazados; estos son generalmente breves y se llaman leitmotivs .

Cada uno de estos leitmotivs representan a un personaje o a un objeto, una idea o emoción, o un lugar. Durante una ópera, Wagner desarrolla estas ideas musicales simbólicas en forma contínua, cambiándolas y transformándolas según la situación del momento.

La orquesta de Wagner para la Marcha fúnebre se Sigfrido contiene:

Picolo, 3 flautas, 3 oboes, corno inglés, 3 clarinetes, clarinete bajo, 3 fagotes, 4 tropas, 3 trompetas, trompeta bajo, 4 trombones, 2 tubas tenores, 2 tubas bajos, tuba contrabajo, 4 timbales, triángulo, platillos, tambor tenor, 6 arpas, y gran sección de cuerdas.

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