La novela anterior a 1936

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LA NOVELA ANTERIOR A 1936
El
siglo XX se inicia en España con un amplio movimiento de renovación cultural y artística que tiene dos
momentos significativos: la
Generación de 1898 (Miguel de Unamuno , Azorín >, Ramón María del Valle-Inclán ,
Pío Baroja ) y la llamada Generación de 1914 .
Esta renovación alcanza muy particularmente al relato novelístico, al que impulsa a ensayar nuevas fórmulas.
Así, propicia no sólo el desarrollo de una novela de corte psicológico, sino de una novela lírica en la que
predomina la expresión de la subjetividad. Relacionada con esta actitud hay que considerar el escaso interés
que los escritores de este periodo muestran hacia el relato tradicional de acontecimientos según un orden
cronológico; y ello a pesar del enorme éxito de otro conjunto de narradores que se ciñen a los modos clásicos
del relato para ponerlos ya al servicio del entretenimiento o la mera diversión, ya al del impulso reformista y social
(
Blasco Ibáñez , Felipe Trigo , v.gr.).
La ruptura del relato tradicional se logra mediante una gran variedad de procedimientos estructurales y estilísticos
más o menos innovadores: multiplicación de puntos de vista, digresiones intelectualistas,
preciosismo lingüístico que viene a revelar al narrador en detrimento del mundo narrado, simbolismo.
Esta línea renovadora la prolongarán los escritores del 14, muy especialmente sin desistir aún en su afán de encontrar
un punto de equilibrio entre el realismo y el experimentalismo aislador. El resultado es la creación de un corpus
novelístico que conjuga el acceso a un público potencialmente amplio con una exigencia de valoración estética. Y eso
sin que se diluya en su totalidad la marcada preocupación reformista y social que tiñe la actividad de gran parte de los
autores e intelectuales del momento.
El clima cultural en el que surge la joven novelística del 27 se caracteriza, pues, por una actitud antirrealista y por un
decidido afán experimental. Esta nueva narrativa se congregó en la serie Nova Novorum de la
Revista de Occidente.
Allí se fragua un tipo de relato que ensaya la incorporación a la narración
del estilo metafórico propio de la poesía,
del fragmentarismo en boga en las artes plásticas y
de la visión dinámica aprendida en el cine.
Se trata, por tanto, de una novela en la que la narración se libera de la dependencia de la historia, que rompe con
la disposición lineal del tiempo, y que abre un amplio espacio para el distanciamiento irónico o humorístico.
Toda la narrativa del 27 se puede ordenar en dos grandes vertientes: la novela lírico-intelectual y la humorística Sin
embargo, la crítica ha ignorado, cuando no despreciado, la importancia de este relevante grupo de escritores que
sintoniza perfectamente con las modernas tendencias europeas de la época.
Narrativa social Pese a la repercusión de las Vanguardias, entre finales de la década de los 20 y 1935surge una generación de narradores que, opuesta al arte deshumanizado, cultiva una novela realista y de finalidad social. Esta nueva generación se propone una manifiesta rehabilitación de lo humano, del valor testimonial y de la trascendencia moral y política de la literatura. Figura clave en esta evolución de la novela es José Díaz Fernández >. Junto a él, son considerados precursores de la narrativa comprometida Joaquín Arderíus R amón J. Sender _J._Sender> y César                                             Arconada Arconada>, entre otros.
MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936) Toda su obra es expresión de las mismas profundas vivencias surgidas de sus
ideas. Su palabra pone en marcha las posibilidades pensantes del lector para descubrir un conflicto. Para él, vivir es
luchar y la duda, la actitud mental más auténtica. Unamuno se centra en España, en la lengua y en su historia;
adentrándose en el alma colectiva que marca la historia, la
intrahistoria que busca lo español de cada persona.
Obra narrativa:
Los personajes representan la vitalización del pensar y junto con las acciones, están reducidos a los elementos
esenciales para plantear el conflicto: lo que importa es el nudo de la obra. Su estilo se caracteriza por un lenguaje
vivo y apasionado. Principales obras:
Paz en la guerra: se centra en la Guerra Carlista. Nos hace ver que detrás de la “historia”, que es la relación de episodios y hombres ilustres (la superficie del mar), se desliza y se palpita la “intrahistoria” (la profundidad del mar), la vida que no aparece nunca en los libros, pero sostiene la historia.
Amor y pedagogía: se defiende que el ser humano escapa a toda planificación a través de don Avito Carrascal que trata de conseguir que su hijo sea un genio, sin éxito.
Niebla: Augusto Pérez es engañado por su amada y al final descubre que no es un ser real. Plantea el problema de realidad-irrealidad, la incomunicación y la fuerza de la pasión.
San Manuel Bueno, mártir: disyuntiva entre la verdad trágica y la mentira ilusoria. Es una meditación sobre el ser y el sentido de la vida.
RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN (1866-1936) La evolución en su obra sigue el camino marcado en su vida, desde el
carlismo de su juventud hacia el socialismo en su madurez. Comenzó siguiendo la estética modernista y simbolista para
luego pasar al
esperpento influenciado por el expresionismo. En ambos casos manipula la realidad, ya sea por medio de la
idealización o de la caricaturización.
Obra narrativa:
Con sus obras
Sonatas, alcanza la cima modernista usando un lenguaje muy lírico y con temas exóticos y aristocráticos.
Escribe también algunas obras referidas a la Guerra Carlista. De su etapa esperpéntica destacan:
Tirano Banderas: en la que denuncia la situación social y política de Hispanoamérica y la injusticia social.
El ruedo ibérico: que supone una sátira a la corte de Isabel II. Utiliza ambiente y personajes que están descritos con la óptica deformadora del esperpento.
PÍO BAROJA (1872-1956)
Muy influenciado por Schopenhauer y Nietzsche, por lo que sus obras transmiten
pesimismo existencial, escepticismo
y un tono amargo y decepcionado en el que a veces los personajes se encuentran desorientados y fracasados. Baroja propone
la novela abierta, en la que improvisa y se deja llevar por la intuición. El estilo de Baroja es muy espontáneo y utiliza breves y
concisas descripciones a la vez de vivaces diálogos.
Obra narrativa:
Escribió mas de 70 obras las cuales la mayoría están agrupadas en trilogías entre las que destacan
La raza, Tierra
vasca
y La lucha por la vida. Su obra principal, Él árbol de la ciencia, es una novela de aprendizaje y, en gran medida,
autobiográfica en la que la filosofía adquiere gran trascendencia.
JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN (1873-1967)
Azorín no tiene ningún interés en la acción sino que se fundamenta en la contemplación y
descripción del paisaje en
cual pasa a ser el gran protagonista. Es un gran ensayista pero sus obras narrativas reflejan apatía espiritual y tiene muy
poca acción. Son suyas las obras
La voluntad o Don Juan.
EL NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14
Se caracteriza por la formación universitaria de los escritores que buscan que la obra esté bien hecha. Hay un distanciamiento
de lo sentimental que lleva a una corriente deshumanizadora. Adquiere gran importancia el yo pensante de Ortega y Gasset y
se trata de obras para una minoría elitista.
Gabriel Miró: su estilo recuerda mucho al de Azorín y él no escribe ideas sino que transmite sensaciones de imágenes de
enorme riqueza plástica. Son obras suyas
Las cerezas del cementerio y El obispo leproso.
Ramón Pérez de Ayala: es de carácter intelectual y crítico. En un principio sus obras están próximas a la Generación del 98
para posteriormente tratar temas filosóficos en obras como
Belarmino y Apolonio o Luna de miel, luna de hiel.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
Supone una ruptura con lo convencional y es una fuente de inspiración permanente. Tiene como base la
greguería que la
define como: Humorismo + Metáfora = Greguería. Son famosas las obras suyas
El torero Caracho y Automoribundia.
LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 27
Situados entre el vanguardismo y lo social, no son de tanta importancia como los poetas de su misma época. Entre ellos
destaca Ramón J. Sender con su
Réquiem por un campesino español.
LA NOVELA POSTERIOR AL 36.
Abarca un lago periodo que se extiende desde 1939- fin de la guerra civil española- hasta 1975,
año en que termina el régimen franquista y comienza el proceso de instauración de la democracia.
La novela de los vencedores ofrece, sobre todo, la visión ideológica de los falangistas y la
reivindicación de ciertos valores considerados fundamentales. La exaltación inicial del belicismo va
siendo sustituida, paulatinamente, por una sensación de desencanto. Refleja la situación política
social de esta primera década de posguerra. El hambre es una realidad y el totalitarismo caracteriza
al gobierno de los vencedores que a través de disposiciones preserva y administra la ortodoxia
política y religiosa de España .


La familia constituía el soporte de la sociedad y unida a la religión, proporcionaba al
individuo el marco fundamental para su vida.
España sale de la guerra profundamente destrozada. La tragedia supuso, en el terreno
cultural, una violenta ruptura, una interrupción irreparable de las corrientes anteriores.
Esta ruptura con la tradición inmediata explica que los años de posguerra se caractericen por
una cierta desorientación, por múltiples tanteos en busca de caminos por los que pueda discurrir una
literatura acorde con las condiciones del momento
Durante este período, se aprecian distintas tendencias en la narrativa española, tanto en la
temática como en las técnicas; sin embargo, pueden enumerarse algunos aspectos que, en mayor o
menor grado, son comunes a los escritores de esta época:
? El
exilio de muchos escritores, entre otros, R. Pérez de Ayala, R. Chacel, M. Aub y R. J. Sender. Estos
novelistas pertenecen a la generación de la preguerra, pues en ese momento ya habían comenzado su obra
literaria.
?
La censura que actúa en un doble sentido: prohíbe la difusión de determinadas obras y provoca la autocensura
del novelista. No obstante, favorece una producción literaria más creativa.
?
La presencia del tema de la guerra civil. Los novelistas evocan este hecho, implícita o explícitamente, ya sea
como experiencia directa, como recuerdo o como causa de la situación en la que vive el escritor.
?
La ruptura y la discontinuidad con la tradición narrativa anterior a la contienda. La novela de preguerra era
intelectualista y deshumanizada, desarraigada del acontecer histórico; esta perspectiva resulta inadecuada ante
la nueva realidad social.
?
La búsqueda de modelos anteriores en las literaturas americana, francesa o italiana, o bien en la tradición
realista de la literatura española. En este caso, los jóvenes escritores enlazan con la novela picaresca y la
novela del siglo XIX
Contexto socio-histórico.
La guerra supuso una interrupción a la producción literaria. Los escritores se exiliaron o sufrieron la censura.
Aislamiento en los primeros años.
Años setenta: entrada en la ONU. Últimos años del franquismo, plan de estabilización, cambio económico.
1975. Instauración de monarquía parlamentaria: normalización política, crecimiento económico y presencia
del país en un la comunidad internacional.
La novela posterior al 36.
La renovación tras la guerra fue en 1942, con la publicación de La familia del Pascual Duarte, de Cela.
La novela va a seguir cuatro direcciones esenciales:
1942-1954 novela del realismo existencial. Expresa la conciencia del personaje ante la realidad, la miseria cotidiana.
1954-1962 novela del realismo social. Contenidos sociales.
1962-1975 novela experimental. Busca renovar técnicas narrativas y lenguaje.
1975-.... novela actual. Recupera la importancia de contar historias.
El realismo existencial.
Tremendismo: corriente de temas y técnicas realistas con intención renovadora. Ofrece los aspectos mas
desagradables de la realidad. Recuerda al realismo. Los personajes están marcados por le determinismo.
Destacan La familia de Pascual Duarte (Cela, 1942), Nada (Carmen Laforet, 1946) y La sombra del ciprés
es alargada (Delibes, 1947). Cela y Delibes son lo pilares de la novela existencialista.
CAMILO JOSE CELA (Iria Flavia, 1916-Madrid, 2002)
Sobre todo es un novelista.
La familia de Pascual Duarte: 1942, sacó la narrativa española de la apatía.
La colmena: Marca nacimiento del realismo social. Realidad cotidiana del los primeros años después de la guerra.
El retrato se va forjando mediante historias entrelazadas.
San Camilo:1936, inició la senda del experimentalismo. Recreo el ambiente de Madrid el 18 de Julio del 36.
Oficio de tinieblas, 5: Disolución de la novela, destruye barreras entre géneros para seguir ahondando en obras
anteriores, la muerte y el sexo. Falta de puntuación. Se compone de fragmentos numerados, mónadas.
Mazurca para dos muertos: 1983, recuperación de lo narrativo, temas de barbarie y crueldad.
Estilo: sintaxis muy sencillas, metáforas y comparaciones certeras, riqueza léxica, efectos rítmicos, humor
caricaturesco y/o agrio.
MIGUEL DELIBES (Valladolid, 1920)
Constante progreso estético e inquietud artística que se han adaptado a las distintas corrientes literarias.
La sombra del ciprés es alargada: 1947, escritura realista y preocupación existencial, en esta última manifiesta
su mejores dotes como novelista; estilo depurado y argumento sencillo.
Aun es de día: las mismas características anteriores.
El Camino: 1950, además de lo anterior, es una novela de aprendizaje. Reflexiona sobre la perspectiva de un
niño sobre le significado de la perdida de la niñez y del alejamiento de la vida natural.
Las ratas y La hoja roja: novela social. En la primera es una denuncia a la miseria y en la segunda hace una
crítica de la falta de solidaridad en todos los niveles de la sociedad.
Cinco horas con Mario: 1967, novela experimental en la que una mujer en un largo monologo plantea una cruda
visión de la ideología y de la falta de comunicación.
El príncipe destronado: pasados los sesenta, regresa a formas mas tradicionales, tema de la infancia para abordar
la cuestión de las dos Españas.
Los Santos inocentes: denuncia la miseria de la vida rural.
Es un observador del habla coloquial, en todas sus novelas pone esta perfección estilística al servicio de unos
temas constantes: preocupación por la muerte, ideal de justicia y defensa de la integración del hombre y la naturaleza.
EL REALISMO SOCIAL (1954-1962)
Década de los cincuenta. Contenidos de índole social en moldes narrativos realistas renovados con
estas técnicas: Recuperación del diálogo. Narrador oculto que presenta los hechos y personajes.
Estructuración del texto en secuencias.
A partir de los 50 evoluciona una triple tendencia:
Portavoz de las injusticias. Exige un cambio social.
Intenta presentar con objetividad recuerdos de la guerra.
Los bravos: 1954, de Jesús Fernández Santos, novela social, sobre la pobreza y el caciquismo.
El Jarama: 1956, de Rafael Sánchez Ferlosio, no tiene protagonista individual, retrata lingüística los personajes
por medio del diálogo.
Los novelistas de esta época, además de Cela y Delibes, son Rafael Sánchez Ferlosio, Ignacio Aldecoa, Ana María
Matute, Carmen Martín Gaite, consideraba la novela el arma para cambiar el mundo. Juan Goytisolo, Josefina R.Aldecoa,
Juan Marsé, Alonso Grosso, etc.
LA RENOVACIÓN NARRATIVA (1962-1975)
Búsqueda de nuevas formaciones narrativas, la relajación de la censura y la publicación en el 62 de Tiempo de silencio
de Luis Martín Santos, significa un cambio en la novela española. Utiliza técnicas innovadoras como:
Narración simultanea de acciones deferentes, intercalando fragmentos de cada una. Aportación de puntos de vista
distintos sobre la realidad. Monólogo interior del pensamiento. esorden temporal. Se puede hablar de un tiempo objetivo.
Narrador interprete de lo sucedido. Intervención del autor en la obra.
Lenguaje vivo. Habla coloquial. Esta renovación se ha llamado realismo estructural.
Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo y Ultimas tardes con Teresa (1966) de Juan Marsé. Se intercambia
relatos paralelos. El narrador adopta un punto de vista subjetivo y omnisciente. Junto a la tercera persona se
emplea el “tu” de autorreflexión. Cinco horas con Mario (1967), Volverás a Región (1967) de Juan Benet; San Camilo
1936 (1974) de Cela; y Retaílas (1974) de Carmen Martín Gaite. La novela experimentalista progreso con autores
hispanoamericanos como Vargas Llosa, Carlos Fuentes o Julio Cortazar. España: se utiliza el experimentalismo
con moderación. La saga-fuga de J.B (1972) de Gonzalo Torrente Ballester; Se te dicen que caí (1973) de Juan Marsé,
Escuela de Mandarines (1974) de Miguel Espinosa. Rasgos creativos del experimentalismo.
Desaparece el argumento y se centra en el lenguaje. Se difuminan los personajes hasta solo haber voces que hablan.
Se altera el espacio y el tiempo. El resultado de esto son textos incomprensibles que produjeron el alejamiento delos lectores.
LA NOVELA ACTUAL (desde 1975) Cambios políticos y sociales que favorecen a la literatura. Desaparece la censura,
regresan exiliados que se les llama la generación del 75. Se cierra el experimentalismo con La verdad del caso Savolta
de Eduardo Mendoza. En la actualidad se ha recuperado la esencia del relato incorporando procedimientos narrativos
tradicionales: Simplificación de la estructura narrativa.
Recuperación del argumento, trama y personajes. Utilización de las personas tradicionales (primera y segunda).
Fuerte presencia de diálogos. Abandono de intenciones políticas o ideológicas. Preocupación por el estilo.
Los novelistas se inclinan hacia el realismo pero no dejan de incorporar elementos fantásticos o subjetivos.
Surgen obras neorrealistas (Las últimas de Delibes, Torrente Ballester o Martín Gaite), de intriga, históricas, técnicas...
Obras importantes de la narrativa actual son: Los mares del Sur, de Manuel Vázquez Montalbán; La orilla oscura,
de José María Merino; El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina; Todas las almas de Javier Marías; Camino de
Perdición y La fuente de la edad de Luis Mateo Diez; o La mascara del héroe, de Juan Manuel de Prada.

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