La misión, promesa y pueblo en la religión cristiana

Cuando Dios también le pide su misión. No solo se quedan con la revelación de Dios sino que dejando atrás su comodidad actúan. En el nuevo testamento se ve reflejada en Jesucristo a través de sus milagros y su sacrificio en la cruz que es la mayor prueba de amor. En el aula se puede llevar a cabo dejando la indiferencia e implicándonos en nuestra tarea y contagiándoles esta actitud a nuestros alumnos. Hacerles ver que la religión está viva y que hay que llevarla allí donde vayamos. El cristianismo es palabra y obras. Esta es una diferencia principal del cristianismo protestante, ya que creen que simplemente por la fe, ya están salvados. Sin embargo, el catolicismo considera que nos tenemos que ganar la fe a través de nuestras obras y acciones, aunque sin olvidarnos de la fe. La religión no se puede quedar encerrada en el templo.

MISIÓN: Abrahán es enviado en misión, a través de un pacto con Dios. En el que Él confiará ciegamente. En el nuevo testamento Jesús envía a la misión de la palabra a todos sus discípulos. Dios tiene una misión para todos y cada uno de nosotros, solo tenemos que dejarnos llevar en tus manos. Está unida a la palabra vocación, para descubrir la llamada.

PROMESA: Certeza de que Dios acompaña al pueblo de Israel y guía del buen camino. En el nuevo testamento vemos el acompañamiento en la promesa tras la resurrección de Jesús en que nos afirma que estará con nosotros hasta el fin de los días. La promesa sin fe y confianza no tiene sentido. La certeza de nuestra resurrección es una promesa que gracias a la fe mantenemos vivas en nuestra confianza. El docente en el aula servirá de guía y estará presente en todo lo que el alumno necesite.

PUEBLO: En el antiguo testamento pone Dios a Moisés ante la comunidad para llevarlo a la salvación y en el nuevo testamento el pueblo se considera a la comunidad de creyentes que formará posteriormente la iglesia. En el aula nosotros nos tenemos que poner al frente del aula y luchar por la unidad de la misma. Solo desde la unidad llegaremos a Dios.