Mitos clásicos de la mitología griega

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Prometeo ayuda a los hombres a conservar el fuego

Antiguamente los hombres pedían el fuego a los dioses y no sabían conservarlo para siempre; después Prometeo lo llevó en un tronco a la tierra y mostró a los hombres de qué manera lo conservarían tapado por la ceniza. Por este hecho, Mercurio, por orden de Júpiter, lo ató en Monte Cáucaso a una roca con clavos de hierro y puso un águila que le devorara el corazón; cuanto comía de día tanto crecía de noche. A esta águila Hércules treinta años después lo mató y le liberó la joven hija de Ceres, Proserpina.

  1. Plutón pidió a Júpiter que le dieran matrimonio a Proserpina, hija suya y de Ceres. Júpiter negó que Ceres soportara que su hija estuviera en el Tartaro tenebroso pero permitió que la rapte cogiendo flores en el Monte Etna, que está en Sicilia.
  2. Mientras Proserpina en este coge flores con Venus, Diana y Minerva, Plutón llegó en una cuadrilla y la raptó; después Ceres consiguió de Júpiter que pasara media parte del año con ella y media con Plutón.

Ceres, en su vagar buscando a su hija

  1. Cuando Ceres buscaba a su hija Proserpina, la llevó ante el rey Eleusino, cuya esposa Cotonea había dado a luz al niño Tripolenum y fingió que era una nodriza que daba leche.
  2. Ceres queriendo que su alumno se volviera inmortal, durante el día lo alimentaba con leche divina, por la noche a escondidas lo envolvía en el fuego.
  3. Así pues, crecía más de lo que solía los mortales.
  4. Ceres descubierta por el padre, se venga de él y como los padres se admiraban de que ocurriera así, la espiaron. Como Ceres quisiera meterlo en el fuego, el padre se espantó.

Fedra, enamorada del joven Hipólito

  1. Phedra, hija de Minos, esposa de Teseo, se enamoró de su hijastro Hippolytum; como no hubiera podido seducirlo según su voluntad, envió a su marido unas tablillas donde escribió que había sido acosada por Hippolyto y ella misma se dio muerte en la horca.
  2. Y Teseo, conocido el asunto, ordenó que su hijo saliera fuera de las murallas y pidió a su padre Neptuno la muerte para su hijo. Así pues, cuando Hipólito era llevado por el carro de caballos, de repente apareció un toro desde el mar cuyo mugido espantó a los caballos, arrastraron a Hipólito y le quitaron la vida.
Midas tomado como juez en una disputa musical
  1. Midas, rey mígdonio, hijo de la diosa madre, fue elegido juez por Timolo en aquel tiempo en que Apolo compitió con Marsias o Pan con la flauta. Como Timolo dio la victoria a Apolo, Midas dijo que mejor había que dársela a Marsias.
  2. Entonces Apolo, indignado, le dijo a Midas: 'Tal como tuviste el corazón al juzgar, tales tendrás las orejas'. Oídas estas cosas, hizo que tuviera orejas de burro.
Sileno, del cortejo del padre Liber, Dionisio
  1. En aquel tiempo cuando el padre Liber conducía el ejército a la India, se perdió Sileno, a quien Midas recibió como huésped generosamente y le dio un día para que lo condujese a la comitiva de Liber.
  2. Pero el padre Liber concedió a Midas, como agradecimiento, el poder de que le pidiera aquello que deseara. Midas le pidió que cualquier cosa que tocara se convirtiera en oro.

Midas consiguió su deseo, pero también graves problemas

Habiendo conseguido esto y habiendo llegado al palacio, cualquier cosa que tocaba se convertía en oro. Estando ya atormentado por el hambre, pidió a Liber que le quitara ese maravilloso don; Liber le ordenó que se bañara en el río Pactolo; cuando su cuerpo tocó el agua, se convirtió en color dorado, este río ahora se llama Chrysorroas en Lydia.

La dríade Dafne es perseguida por Apolo

Cuando Apolo perseguía a la doncella Dafne, hija del río Peneo, ella pidió ayuda a la tierra, que la recibió dentro de sí y la transformó en un árbol de laurel. Apolo de ahí cortó una rama y se la puso en la cabeza.

Io, amada por Júpiter, toma la forma de vaca

De Inacho y Argio nació Io. Júpiter a esta su amada la violó y la convirtió en figura de vaca para que Juno no la reconociera. Cuando Juno supo esto, le envió como vigilante a Argos, a quien le brillaban ojos por todas partes. A este Mercurio lo mató por orden de Júpiter.

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