Movimientos Nacionalistas en España

Nacionalismo Andaluz

Inicio: Movimientos nacionalistas de 1873.

Principal ideólogo: Blas Infante, 1883 (Décimo aniversario de la República).

Se proclama la constitución federalista Andaluza y se solicita una 'Andalucía soberana y autónoma'.

El problema fundamental del regionalismo andaluz fue que no cuenta con un grupo burgués consolidado, puesto que la burguesía andaluza estaba más unida al poder central.

Nacionalismo Catalán

1830: Renaixensa - Recuperación de la lengua y las señas de identidad de la cultura catalana (objetivos puramente culturales).

1880: Primeras formulaciones catalanistas en un contenido político.

1882: Valentí Almirall crea el Centre Catalá.

Pretendía conseguir la autonomía e impulsó la redacción del memorial de Agravios, programa regionalista que mantenía al mismo tiempo la fidelidad a la monarquía y la búsqueda de una amplia autonomía. Obra cumbre de Almirall: 'Lo Catalanisme', nuestro objetivo es que Cataluña recobre su personalidad por el camino del particularismo.

1891: Unió Catalanista - Tendencia conservadora. Programa fijado en las bases de Manresa en 1892, soberanía de Cataluña en política interior.

1901: Lliga Regionalista - Representantes: De la Riba y Cambó. Pretenden luchar contra el sistema de la restauración y reformismo político que otorgase la autonomía a Cataluña.

Nacionalismo Vasco

En 1876 se derogan los fueros del País Vasco. Esta situación traerá como consecuencia dos reacciones distintas: los que transforman la pérdida en conciertos económicos con Madrid y los que piden la recuperación íntegra de los fueros. Estos últimos eran los perdedores de la guerra carlista, defensores de un País Vasco totalmente agrario y de los fueros como esencia de 'lo vasco'.

El propulsor del nacionalismo vasco fue Sabino Arana: para un pueblo 'diferente' - de raza y sobre todo de lengua distinta, recuperar sus fueros era recuperar su plena soberanía y esta no era otra cosa que la independencia.

1895: Se fundó el Partido Nacionalista Vasco. El partido estaba formado tanto por la pequeña burguesía bilbaína como por una burguesía más moderna e industrial. Esto implica ideas enfrentadas: unos defienden la independencia y otros la autonomía dentro del Estado español. Controlan el PNV, poco a poco ambas posturas iban a encontrar un equilibrio que iba a permanecer durante décadas.

Nacionalismo Gallego

Finales del S. XIX: El galleguismo no pretendió alcanzar un estado independiente, sino un modelo político de descentralización designado con el término de autonomía.