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CILINDROS
- Los cilindros son conglomerados alargados, que se forman en los túbulos de la nefrona y que tienen como
matriz la mucoproteína de Tamm-Horsfall secretada por las células tubulares y a la que pueden
incorporarse distintos componentes (células, compuestos de secreción, etc.). En la orina normal pueden
encontrarse algunos cilindros, pero en las enfermedades renales pueden aparecer en gran número y de
estructuras muy diferentes.
La cilindruria se observa en el sedimento de una orina fresca recogida sin contaminación y se observan
preferentemente en el borde del cubre informándose como aislados, frecuentes o abundantes e informando el
tipo de cilindro. Un pH básico, así como la presencia de bacterias (muchas de ellas determinan la
alcalinización) favorecen la destrucción de los cilindros.
El lugar de la nefrona en la que se forman determina el tamaño y la forma de los mismos. Los cilindros son
estrechos y más o menos contorneados si proceden de los túbulos y son anchos si se originan en los túbulos
colectores.
Los cilindros se denominan en función de su composición y apariencia.
- Cilindros hialinos. Aunque no es frecuente son los que se pueden encontrar en orinas de individuos sanos
y en procesos febriles. Son transparentes y están constituidos casi exclusivamente por proteína TH, por
tanto son pálidos, transparentes y de escasa refringencia y para visualizarlos mejor hay que evitar un
exceso de iluminación. En ocasiones se pueden encontrar algunas incrustaciones en su superficie y se
habla de cilindros hialino-granulosos.
- Cilindros granulosos. En ellos predomina la estructura granular y desaparece prácticamente el aspecto
hialino. Están formados por una matriz de prot TH en la que se depositan globulinas, IC, fibrinógeno y
restos celulares, cuando pasan al túbulo desde los glomérulos dañados. Tienen forma regular y contornos
bien definidos.



- Cilindros hemáticos o eritrocitarios. Aparecen en el sedimento con hematuria renal. Con coloración
amarillenta-naranja. Tienen RBC incorporados a su matriz o superficie. Su presencia es un signo
patognomónico de hematuria parenquimatosa renal.
- Cilindros leucocitarios. Contienen leucocitos en su superficie y se observan en aquellas situaciones en las
que existan exudados e inflamación intersticial como en la pielonefritis bacteriana, aunque también
pueden verse en nefropatías tubulointersticiales y en GNF aguda.
- Cilindros epiteliales. Están constituidos fundamentalmente por restos de células epiteliales tubulares.
Aparecen de forma característica en la necrosis tubular aguda
- Cilindros céreos. Se caracterizan por un alto índice de refracción, rígidos y de aspecto brillante y muestran
un aspecto liso homogéneo (más que los hialinos). Están constituidos por restos de células tubulares
renales con alto contenido en ésteres de colesterol. Aparecen de forma característica en el síndrome
nefrótico y también en algunas IRC.
- Cilindros pigmentados. Son cilindros hialinos que han incorporado Hb o Mb a su matriz por liberación
directa de estos pigmentos o por destrucción de RBC en los cilindros hemáticos por éstasis en la nefrona.
Son característicos de la hemólisis intravascular y de la rabdomiolisis.
No es infrecuente que en el sedimento aparezcan al mismo tiempo diferentes tipos de cilindros, es el
denominado sedimento telescopado, que indica que existe una enfermedad importante del parénquima renal.

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