La Música Clavecínística en España en el Siglo XVIII: Scarlatti y Soler

Clasificado en Música

Escrito el en español con un tamaño de 3,65 KB

LA MÚSICA CLAVECINÍSTICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII: SCARLATTI Y SOLER

Varios compositores del siglo XVIII nos dejaron sonatas para instrumentos de tecla

, como Vicente Rodríguez, José de Nebra, Sebastián de Albero o Manuel Blasco de Nebra, pero en este tema nos centraremos en los dos más célebres: el italiano Domenico Scarlatti y Antonio Soler.

DOMENICO SCARLATTI (Nápoles,1685-Madrid,1757)

Hijo del compositor Alessandro Scarlatti. En 1721 entra al servicio del rey de Portugal, siendo profesor de su hija, la infanta María Bárbara de Braganza. En 1729 la infanta se casa con el príncipe de España, el futuro rey Fernando VI, y Scarlatti vendrá a nuestro país con su séquito, estableciéndose aquí.

Se conservan más de 550 sonatas del compositor, numeradas generalmente según dos catálogos diferentes: el realizado por Longo y el efectuado por Kirkpatrick. Por este motivo las sonatas suelen llevar antes del número, en vez del usual Op. (opus), una L o una K, dependiendo del catálogo al que correspondan.

Las sonatas de Scarlatti están organizadas mediante una forma binaria. Se componen de dos secciones, no necesariamente de la misma extensión, separadas mediante una doble barra de repetición. La primera sección comienza en la tonalidad principal y concluye generalmente en la tonalidad del V grado. Si la tonalidad principal es menor puede ir al V grado o al relativo mayor. La segunda, mediante una serie de modulaciones, regresa al tono principal, en el que finaliza la obra. Los finales de ambas secciones son iguales temáticamente, pero, como hemos visto, en distintas tonalidades.

Aunque Scarlatti conoció el fortepiano, la escritura de sus sonatas es básicamente clavecinística. Sus sonatas son de una gran variedad. En ellas combina el talento melódico, la maestría en el uso de la modulación y el virtuosismo. Son frecuentes los pasajes de rápidas escalas y arpegios alternando en las dos manos, las notas repetidas, los cruces de manos y los trinos. Hay varias que, por el contrario, tienen un tempo lento y son de una gran expresividad. En algunas se refleja la influencia de la música popular española, con la imitación de efectos de instrumentos como la guitarra o las castañuelas.

Aunque las sonatas constan de un único movimiento, algunas de ellas se editaron agrupadas en parejas que contrastaban por el estilo (rítmica / melódica) por el tempo (rápida / lenta) o por el modo (mayor / menor).

Además del entretenimiento, gran número de estas obras tienen una clara finalidad didáctica, razón por la que Scarlatti llamó “essercizi” (ejercicios) a parte de las mismas.

ANTONIO SOLER (1729-1783)

Nacido en Olot (Gerona), su vida transcurre entre Cataluña y El Escorial (Madrid), en cuyo monasterio ingresa en 1752. Conoció la obra de Scarlatti y es posible que recibiera una influencia directa de él.

La mayor parte de sus sonatas están concebidas para el clave y generalmente tienen forma binaria.

En el estilo de Soler es frecuente la formación de las frases mediante el agrupamiento y repetición de motivos concisos. Esta brevedad de los motivos y su constante repetición dan lugar a la inclusión de frecuentes cadencias. Al igual que en las sonatas de Scarlatti, abundan los pasajes de gran agilidad virtuosística, las notas repetidas o los trinos. Soler utiliza en alguna ocasión el bajo de Alberti. Otro rasgo importante de su estilo es su maestría en el uso de la modulación.

La influencia de la música popular se aprecia en el uso de ritmos de danzas populares como el fandango o la seguidilla.

Entradas relacionadas: