La Oratoria Romana: Decadencia y Transformación desde Cicerón hasta el Imperio

Clasificado en Latín

Escrito el en español con un tamaño de 2,87 KB

La Oratoria Romana: Decadencia y Transformación Post-Cicerón

El Declive de la Oratoria Clásica y las Escuelas de Retórica

A partir del reinado de Augusto, desaparecen las condiciones que habían producido una eclosión oratoria de altos vuelos, y con ellas, los grandes oradores. La causa principal fue la desaparición de la libertad política, y con ella, las rivalidades electorales, las campañas de los candidatos y las reuniones públicas. La eloquentia se convierte en declamatio, y estas enseñanzas escolares se tornan artificiales, caracterizadas por el amaneramiento y la afectación.

Este panorama nos lo ha transmitido Séneca el Mayor, cuya obra única se divide en dos partes principales:

  • Las suasoriae, propias de los principiantes, consistían en consultas imaginarias dirigidas a personajes históricos que debían tomar una decisión importante.
  • La otra parte eran las controversiae, que solían tener contenido jurídico y consistían en debates de leyes, presentando argumentos jurídicos a favor y en contra.

La Reacción Clasicista: Quintiliano y el Dialogus de Tácito

En las postrimerías del siglo I, surge una reacción contra el estilo conceptuoso y afectado de la oratoria retoricista, buscando un retorno al clasicismo ciceroniano.

El paladín de esta reacción es Marco Fabio Quintiliano, el más importante orador en Roma de su tiempo. Nos ha legado doce libros de su monumental obra, la Institutio Oratoria. En ella, se preocupa profundamente por la técnica oratoria y la formación integral del orador, sin separar la elocuencia de la moral. Para él, un orador debe ser, ante todo, un hombre honrado. Atribuye la decadencia de la oratoria a la corrupción de las costumbres. Insiste en la graduación de la enseñanza y exige que los temas estén inspirados en la realidad.

También Cornelio Tácito, en su obra Dialogus de oratoribus, expresa su preocupación por la decadencia de la oratoria.

La Oratoria Imperial: Panegíricos y Arcaísmo

Durante el Imperio, la única elocuencia pública posible es la elocuencia de funcionarios. El modelo más acabado de este género es el Panegírico de Trajano, de Plinio el Joven.

En el siglo II, surge una tendencia arcaizante tanto en la poesía como en la prosa, que culmina en el orador y maestro de retórica Cornelio Frontón. De la misma época es Apuleyo.

En los siglos III y IV, la oratoria acaba por no manejar otro tema que el elogio de los emperadores. Así surgió la colección Panegyrici Latini, cuyo ejemplo más importante es el de Eumenio de Autun. En el siglo IV, destaca también Aurelio Símmaco.

Entradas relacionadas: