Origen de la lírica galaico-portuguesa: debate sobre su origen y su relación con los Traba

Origen de la lírica galaico-portuguesa

El origen de la lírica galaico-portuguesa: El gallego es la primera lengua trovadoresca occidental. Hay un debate entre los que creen que esta literatura trovadoresca en gallego-portugués nace fuera de Galicia y los que apuntan a un origen gallego. La Tavola Colocciana es una relación de trovadores galaico-portugueses hecha por el humanista Angelo Colocci. Es una gran relación de nombres de trovadores. El origen de este arranque de la lírica galaico-portuguesa probablemente haya que situarlo en el reinado de Alfonso VII. Estos grupos de varios linajes catalano-provenzales habían llegado en el séquito de Berenguela de Barcelona, esposa de Alfonso VII. Estos grupos enlazarán vía matrimonial con los Traba, y destaca Poncio de Cabrera. Primeros 3 trovadores documentados por la Tavola: el 1º de la 2ª m. del XII, entre cuyos antepasados están los Traba y los Cabrera; el 2º tiene un origen social emparentado con los Braganza y los Velaz; el 3º es Osorio Eanes, nieto de Fernando Pérez de Traba.¿Desde cuándo al romance en el NO se le llama gallego? Encontramos referencias desde el XII de vocablos usados específicamente por los gallegos. Pero a la lengua propia se le llama romanço en cualquiera de sus variantes. El 1º testimonio del empleo del término “lengua gallega” lo encontramos en una cita de un poeta catalán de fines del XIII. Monteagudo advierte del empleo del término “gallego” y no “gallego-portugués”, en uso desde el XIX. Los Traba, los reyes y el papel de Santiago: Grupo de los Traba como clave. También se destaca el papel jugado por la ciudad de Santiago: centro no sólo de cultura religiosa sino también laica, como lo demuestra el perfil biográfico de varios de los trovadores de la 1ª generación. Poesía galaico-portuguesa hecha fuera de Galicia: Souto señala nuevamente el papel de los Traba. Empleo del gallego en la corte de Castilla entre el siglo XIII (Alfonso X) y principios del XV.