El papel de las familias en el proceso educativo de los alumnos con necesidades especiales

20. El papel de las familias

La familia es un elemento muy importante y debe ser tenida en cuenta por la escuela en el proceso educativo de los alumnos que requieran atenciones especiales por varias razones:

• La familia es el primer entorno educativo del niño, que llega a la escuela con unos aprendizajes previos.
• El aprendizaje escolar debe vincularse con el entorno y la vida cotidiana.
• La escuela puede ser también un punto de referencia para los padres y ejercer una labor orientadora.
• La escuela es también un punto de encuentro entre grupos de padres e hijos.

Por lo general, los padres de alumnos con necesidades especiales se encuentran bastante desorientados y su actitud es de sobreprotección. Hay que procurar que los padres se impliquen en el quehacer educativo de sus hijos.

Encuentros entre la familia y la escuela son necesarios para:

1. Guiar y facilitar la incorporación del niño al centro.
2. Recabar información sobre el alumno para comenzar su plan educativo.
3. Prestar un servicio de orientación a los padres para que colaboren en la corrección de pautas de conducta no deseadas.
4. Solicitar sus aportaciones y su aceptación sobre el diseño educativo que seguirá el alumno.

La actitud de la escuela debe ser receptiva, abierta y colaboradora con los padres: debe basarse en el respeto hacia su propia intimidad y en la consideración de sus sentimientos respecto al progreso de su hijo.

Hay tres principios de colaboración con las familias: conocimiento sin prejuicios, respeto mutuo y caridad sobre las posibilidades de acción conjunta.

Los padres pueden crear condiciones favorables para la evolución de su hijo. Una de esas primeras condiciones es reconocer que el niño con necesidades especiales es capaz de realizar actividades en función de sus características y posibilidades, pero no menos.

Uno de los objetivos con el niño con necesidades especiales es su integración social y esta empieza en la familia y su entorno. Sobre la rivalidad padres-maestros: se trata precisamente de conseguir lo contrario, reforzar su propia imagen como padres, valorándola como valiosa e insustituible. El maestro no es sustituto de la familia. Algunas experiencias positivas aconsejan que los padres puedan entrar en las clases de sus hijos, o en las sesiones de logopedia, para que observen cómo trabajan los niños y así puedan ser más objetivos en la valoración y aprender modelos de trabajo.