Perfusión de líquidos intravenosos: protocolo, preparación y administración

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Elementos necesarios para realizar una perfusión de líquidos intravenosos:

  • Gasas
  • Sistema de fijación
  • Pie de suero o pie goteo
  • Solución a perfundir
  • Sistema de perfusión
  • Regulador de flujo
  • Sistema de conexión múltiple
  • Bomba de perfusión (si es necesario)

PROTOCOLO

Tanto la venopunción como la conexión del sistema al paciente las realiza el enfermero.

  1. Destapar el recipiente que contiene el líquido a perfundir y desinfectar el tapón.
  2. Conectar el dispositivo de inserción en el recipiente que contiene la solución.
  3. Llenar el cuarto de goteo aproximadamente hasta la mitad de su capacidad, pulsando suavemente el cuarto.
  4. Abrir las llaves de paso permitiendo que el líquido descienda por gravedad hasta que salga por el extremo del tubo para purgar el sistema, asegurándonos de que no queden burbujas en el sistema.
  5. Cerrar la llave de paso.
  6. Poner el protector en el extremo del tubo.

PREPARACIÓN DE MEDICAMENTOS

Hacer las cinco comprobaciones: fármaco correcto, dosis correcta, paciente correcto, vía correcta, hora correcta.

Comprobar en la gráfica si el paciente sufre algún tipo de alergia a medicamentos, si no se especifica, preguntárselo directamente.

Comprobar el nombre del fármaco, leyéndolo tres veces: antes de tomarlo del armario, mientras se prepara y después de devolverlo a su estante.

Lavarse las manos, ponerse los guantes y preparar la medicación, comprobando la fecha de caducidad y las características organolépticas del fármaco.

Utilizar la carretilla de medicación, la bandeja o el sistema habitual para distribuirlo.

ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS

Tener en cuenta la caducidad de los medicamentos, especialmente una vez abierto el envase.

Verificar el nombre del paciente, el nombre del medicamento, la dosis, la vía de administración y el horario de administración.

Preparar la bandeja de medicación fuera de la vista del paciente.

En caso de duda, error o falta de comprensión de una orden, informar según el protocolo del centro sanitario.

Comprobar por segunda vez que se trata del medicamento y dosis prescritos.

Proteger la cama con travesaños cuando sea necesario.

DRENAJES

Clasificación según su finalidad:

  • Profiláctico: después de la cirugía para evitar la acumulación de secreciones que pueden interferir en la cicatrización.
  • Terapéutico: para evacuar colecciones ya formadas. Además, suele administrarse antibióticos.
  • Diagnóstico: para verificar un diagnóstico. Puede ser un drenaje puntual para analizarlo y confirmar el diagnóstico.

DRENAJE PASIVO (tubo de kher, drenaje con gasas)

  • Penrose: tubo de caucho o látex de una sola luz y diferentes diámetros, cuya longitud se adapta según la herida. Se coloca al final de las intervenciones quirúrgicas, fijado en la piel con un punto de seda. Se utiliza para controlar hemorragias postoperatorias y drenar exudados de cavidades.
  • De zaratoga: se fija en la piel mediante un punto y se conecta a una bolsa estéril. Lleva un hilo radio-opaco que permite comprobar su colocación mediante radiografía. De Teuladell: se utiliza en el tratamiento de heridas contaminadas. Son muy utilizadas en el drenaje de colecciones no muy grandes y habitualmente localizadas en partes blandas.

DRENAJE ACTIVO (por aspiración)

  • De Redon: el otro extremo se adapta herméticamente a un recipiente estéril y con vacío para producir una aspiración continua. De Jackson-Pratt: dispositivo de succión cerrado.
  • Cuando se retira el aire (se hace presionante), habrá un efecto de succión. Esta succión o presión negativa extrae suavemente los líquidos del cuerpo y los introduce en el recipiente.
  • Drenaje pleural: aseguran permanentemente la salida de los derrames que se producen en la cavidad pleural.

Cuidados del Drenaje

  • Limpieza y desinfección de la zona de inserción del drenaje. Limpieza con suero/agua y jabón + secado + antiséptico.
  • Revisar periódicamente para detectar posible salida del drenaje o ruptura.
  • Vaciar el líquido aspirado y anotar en el lugar correspondiente.
  • Realizar un cuidado aséptico cada 24h y cada vez que el apósito esté húmedo.
  • Cuando se cambian los apósitos, deben tenerse en cuenta las incisiones.

Cuidados posteriores: drenajes

  • Comprobar la permeabilidad.
  • Evitar pinzamientos.
  • No elevar el drenaje por encima de la herida.
  • Controlar el líquido drenado: cantidad, aspecto, etc.
  • Cambiar el aparato colector según prescripción médica.
  • Realizar la técnica de limpieza del punto de drenaje siguiendo la norma general del más limpio al más contaminado.

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