Piano nº21 mozart da da da

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SEGUNDO MOVIMIENTO DEL CONCIERTO PARA PIANO Nº 21 EN DO MAYOR, KV 467, DE MOZART I RITMO: Se utiliza el compás de compasillo, figurado en la partitura con el signo “C”. Este compás equivale en todo al de 4/4. Tiene cuatro partes y su unidad es la negra. La sucesión de acentos en dicho compás se corresponde habitualmente con un tipo de ritmo binario; pero en este caso Mozart ha introducido un ostinato, prácticamente ininterrumpido, de tresillos, con el que superpone una pulsación ternaria al ritmo binario marcado por las cuerdas en pizzicato. Así se consigue una sutil tensión rítmica que dura todo el movimiento y, además, se realza el carácter etéreo de la melodía, rítmicamente binaria, que, al no ajustarse exactamente a la base de tresillos, de la impresión de deslizarse o flotar sobre ellos. El tempo señalado es Andante, es decir, reposado pero no demasiado lento. MELODÍA: Como es habitual en los conciertos para instrumento solista y orquesta de Mozart, la melodía es un elemento mucho más destacado aquí que en el resto de sus composiciones sinfónicas. Se trata de melodías muy largas, cantables y (sobre todo en los movimientos lentos) no concebidas con vistas a su ulterior desarrollo como temas”, sino como entidades autosuficientes por su propia belleza y expresividad. n la introducción orquestal, el tema principal aparece como una extensa frase de veintidós compases, formada en realidad por distintas secciones, cuyas articulaciones apenas se advierten, a fin de no alterar el amplio vuelo y la continuidad de la melodía. La primera sección, de seis compases, va seguida de otra sección de cuatro; a continuación hay dos secciones más, de las cuales la primera es modulante y tonalmente muy inestable, mientras que la segunda establece de nuevo firmemente la tonalidad. Todas estas secciones volverán a aparecer después, en distinto orden, a lo largo del movimiento, definiendo una estructura bastante compleja. Por ejemplo, las dos últimas secciones que hemos considerado en la presentación del tema por la orquesta, desaparecen en la repetición que hace de él el piano; pero vuelven a aparecer como segunda parte del segundo tema (compases 278 y siguientes), naturalmente en tonalidades distintas. Mozart ha elegido para este fragmento la tonalidad de “Fa Mayor”, subdominante de la que rige el concierto en su conjunto, “Do Mayor”. No obstante, la complejidad de la estructura tonal y el uso inagotable de las modulaciones es una de las principales características de este movimiento. TIMBRE: El conjunto instrumental empleado es el de la orquesta clásica, con el añadido de un piano para la parte solista. Los violines se dividen, como es preceptivo, en dos grupos, mientras que violonchelos y contrabajos comparten siempre la misma escritura. Las violas forman también dos grupos, aunque comparten el mismo pentagrama .En el viento madera se omiten los clarinetes, quedando una flauta, dos oboes y dos fagotes. Del grupo de metal sólo aparecen un par de trompas. Las partes para oboe, fagot y trompa emplean frecuentemente una escritura en “divisi”, por lo que, junto a la única flauta, cada uno de ellos adquiere en ocasiones la importancia que correspondería a un solista en un conjunto de cámara. Desde el punto de vista tímbrico merece destacarse el colorido especial, tenue y vaporoso, que se consigue para el fondo con el uso de la sordina en las cuerdas y los arpegios en pizzicato. Es muy apreciable también el empleo de los vientos en aquellos pasajes más ricos en modulaciones, con lo que se destaca de un modo exquisito el sentido poético de las mismas. Este es un rasgo muy característico de Mozart, especialmente en estos conciertos. TEXTURA: La textura es homofónica. El contrapunto no aparece en ningún pasaje, por lo que podemos hablar sólo de melodía acompañada armónicamente. Después de la presentación inicial a cargo de los violines primeros, las distintas ideas melódicas se confían a la mano derecha del piano, mientras que el elemento armónico se reparte en acordes o arpegios entre la mano izquierda y las distintas secciones de la orquesta. II FORMA: Se trata del segundo movimiento de un concierto para piano y orquesta. En este caso la estructura formal no se corresponde exactamente con ninguna de las habituales para los movimientos lentos, pues insiste más en la repetición y alternancia de secciones temáticas que de frases completas. A grandes rasgos, se aproxima a una forma ternaria de lied “ABA”, con un segundo tema que comienza en el relativo menor (compás 270) y abre una sección infatigablemente modulante en la que incluso se sugiere la aparición de un tercer tema en la dominante (éste ya no aparece en el segmento de grabación previsto para el examen, ni tampoco en la partitura), hasta que llega la vuelta del tema principal, sorprendentemente, no en la tonalidad prevista, “Fa Mayor”, sino en “La bemol Mayor”, emparentada también con la principal, en la que finalmente desemboca. Así, podemos hablar de una estructura armónica que es tanto o más compleja que la estructura temática. GÉNERO: Música instrumental sinfónica pura o abstracta. PERÍODO ARTÍSTICO: Clasicismo. RONOLOGÍA: Último cuarto del siglo XVIII. TÍTULO: Andante del Concierto para Piano y Orquesta Nº 21 en Do Mayor, KV. 467. AUTOR: Wolfgang Amadeus Mozart.

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