La poesía a principios del siglo XX: Modernismo y Generación del 98

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Durante el periodo que transcurre entre 1880 y 1920 se gesta en la poesía de lengua española una profunda renovación que desembocará en lo que se ha considerado una segunda Edad de Oro en la lírica hispánica que se ha denominado Edad de Plata; en esta época conviven escritores de estilos y nacionalidades diferentes como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío o José Martí.

La poesía española de principios de siglo viene marcada por el Modernismo y la Generación del 98. Ambos movimientos se caracterizan por su oposición a la estética anterior, el movimiento Realista, y por la importancia que dan a la innovación en el arte; se podría considerar en cierto sentido una vuelta al Romanticismo.

Modernismo

El término Modernismo es anterior al de Generación del 98. Desde finales del siglo XIX se llamó modernistas a todos los autores que querían renovar el panorama literario anterior: se oponen al Realismo, agotado, y a la poesía prosaica de finales del siglo XIX (salvo Bécquer y Rosalía de Castro, que serán tomados como modelos). Este movimiento de renovación nace prácticamente a la vez en Europa y en América. Pero podemos afirmar que los primeros fueron los autores hispanoamericanos, representados fundamentalmente por Rubén Darío.

El Modernismo –considerado en muchos casos un neorromanticismo– busca un nuevo lenguaje basado en una nueva sensibilidad y para ello vuelve sus ojos hacia Francia, en concreto hacia dos movimientos literarios de la segunda mitad del siglo XIX:

  • El Parnasianismo: representado por Gautier, tiene como lema “el Arte por el Arte”, es decir, la búsqueda de la perfección poética desde un punto de vista formal, olvidando los contenidos más humanizados. Los temas predilectos de este movimiento son los mitológicos, la Edad Media o los ambientes exóticos, que aparecen frecuentemente en la poesía de Rubén Darío y los demás autores modernistas.
  • El Simbolismo: representado por poetas como Verlaine, Rimbaud o Mallarmé, busca ir más allá de la realidad. Pretenden encontrar las significaciones profundas u ocultas de la realidad, lo que no vemos, los aspectos correspondientes a los estados de ánimo, las ideas, los sentimientos, angustias, obsesiones…. Para lograr esta finalidad aparentemente tan complicada, recurren a los símbolos (imagen física que sugiere algo no perceptible físicamente). Por ejemplo, el atardecer simbolizaría la muerte, el agua será la vida, el camino se correspondería con el paso del tiempo, etc. Además de en Rubén Darío, estos símbolos aparecen en Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez.

Las características fundamentales de este movimiento de renovación poética son las siguientes:

  1. Culto a la belleza sensorial: la luz, el color y los efectos sensoriales.
  2. Gusto por la estrofa pulcra y cuidada. Pretenden que sus poemas tengan una gran musicalidad, y recurren a ampliar los ritmos y las formas métricas. Siguen usando los metros clásicos (endecasílabo u octosílabo), pero introducen medidas poco usadas hasta entonces: el alejandrino, el dodecasílabo (6+6) o el eneasílabo.
  3. Expresión de lo subjetivo: el mundo de los sentimientos íntimos, el mundo de los ensueños de la fantasía. Aun así, temáticamente podemos distinguir dos polos en el Modernismo. El primero es la expresión de lo exterior ajeno al poeta. Los autores escriben sobre paisajes, mujeres hermosas, reyes y príncipes, desfiles, paisajes exóticos. De aquí podemos deducir la insatisfacción que sienten hacia el mundo en el que viven, y su afán por escapar y evadirse mediante su poesía. Profesan una gran devoción por París. El segundo se centra en la intimidad sentimental del poeta, una veces vitalista y alegre, y otras triste y melancólica. El paisaje se corresponderá simbólicamente con el sentimiento del poeta. Este segundo tema enlaza directamente el Modernismo con el Posromanticismo de Bécquer o Rosalía de Castro.
  4. Tono aristocrático y exquisito.
  5. Talante cosmopolita que derivó en admiración por París y la bohemia finisecular.
  6. Temas indigenistas con un espíritu romántico.

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