Primer contacto con el alérgeno y antígeno
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Los anticuerpos se logran vacunando con dicho germen a un animal, para que éste ponga en marcha su respuesta inmune. En su sangre estarán posteriormente las inmunoglobulinas específicas. Tras la extracción de la sangre del animal, se aíslan y purifican los anticuerpos que van a ser inyectados en la persona infectada. La sueroterapia se utiliza con fines curativos en individuos ya enfermos. Existen sueros contra enfermedades infecciosas como el botulismo, el tétanos así como contra los venenos de serpientes.
Hipersensibilidad y alergia
Hipersensibilidad es la reacción excesiva del sistema inmunitario de un animal ante la exposición a antígenos inocuos o poco peligrosos y que provoca lesiones en los tejidos del propio organismo.
El término alergia es utilizado para referirse a ciertas reacciones de hipersensibilidad y alérgeno a los antígenos desencadenantes de estas reacciones de hipersensibilidad..
Estas respuestas son mayoritariamente de dos tipos: anafilácticas o citotóxicas
Alergia: es un tipo de hipersensibilidad es decir una respuesta inmunitaria excesiva ante moléculas inocuas o poco peligrosas. El desarrollo de esta hipersensibilidad es muy rápido, pues se produce entre los 10 y 20 minutos tras la exposición al antígeno, que en este caso se denomina alérgeno. Entre los alérgenos más comunes están: polen, heces de ácaros del polvo, pelo de animales, algunos medicamentos como la penicilina, alimentos, etc.
Lo típico de esta reacción es que en la primera exposición al alérgeno, este provoca que los linfocitos B fabriquen inmunoglobulinas IgE, que se unen por su zona constante a leucocitos basófilos y mastocitos (células localizadas cerca de los capilares sanguíneos) fijándose en la superficie externa de su membrana. Se dice que se ha producido la sensibilización. Tras una nueva exposición al alérgeno, éste se une a las IgE fijadas a los mastocitos y basófilos, lo que provoca que estas células liberen una serie de sustancias como la histamina, heparina o prostaglandinas. Estas sustancias provocan vasodilatación y aumento de permeabilidad vascular, y secreción de moco en vías respiratorias (con el consiguiente enrojecimiento, hinchazón y picor y aumento de secreción lacrimal y nasal, síntomas típicos de una alergia).
Se denomina choque anafiláctico, a una reacción de hipersensibilidad del organismo ante determinadas sustancias en un segundo contacto con el alérgeno y que produce efectos graves e incluso la muerte. La reacción puede producir constricción de los bronquios (asma), obstrucción capilar pulmonar por trombos hemorragias intestinales, urticaria, insuficiencias cardíacas que pueden provocar la muerte. El choque anafiláctico se produce a los pocos minutos de la segunda exposición al alérgeno
El tratamiento de los procesos alérgicos se basa en la administración de antihistamínicos, con el fin de neutralizar la acción de la histamina y otras sustancias.
Reacción citotóxica tardía. En este caso la reacción inmunológica es celular y ocasiona lesiones en los tejidos y órganos debido a la acción de linfocitos T citotóxicos y T colaboradores. En estos casos se producen erupciones cutáneas en respuesta a ciertos fármacos, o sustancias químicas como cosméticos, o sustancias caseras a las que la piel está expuesta permanentemente.
Hipersensibilidad y alergia
Hipersensibilidad es la reacción excesiva del sistema inmunitario de un animal ante la exposición a antígenos inocuos o poco peligrosos y que provoca lesiones en los tejidos del propio organismo.
El término alergia es utilizado para referirse a ciertas reacciones de hipersensibilidad y alérgeno a los antígenos desencadenantes de estas reacciones de hipersensibilidad..
Estas respuestas son mayoritariamente de dos tipos: anafilácticas o citotóxicas
Alergia: es un tipo de hipersensibilidad es decir una respuesta inmunitaria excesiva ante moléculas inocuas o poco peligrosas. El desarrollo de esta hipersensibilidad es muy rápido, pues se produce entre los 10 y 20 minutos tras la exposición al antígeno, que en este caso se denomina alérgeno. Entre los alérgenos más comunes están: polen, heces de ácaros del polvo, pelo de animales, algunos medicamentos como la penicilina, alimentos, etc.
Lo típico de esta reacción es que en la primera exposición al alérgeno, este provoca que los linfocitos B fabriquen inmunoglobulinas IgE, que se unen por su zona constante a leucocitos basófilos y mastocitos (células localizadas cerca de los capilares sanguíneos) fijándose en la superficie externa de su membrana. Se dice que se ha producido la sensibilización. Tras una nueva exposición al alérgeno, éste se une a las IgE fijadas a los mastocitos y basófilos, lo que provoca que estas células liberen una serie de sustancias como la histamina, heparina o prostaglandinas. Estas sustancias provocan vasodilatación y aumento de permeabilidad vascular, y secreción de moco en vías respiratorias (con el consiguiente enrojecimiento, hinchazón y picor y aumento de secreción lacrimal y nasal, síntomas típicos de una alergia).
Se denomina choque anafiláctico, a una reacción de hipersensibilidad del organismo ante determinadas sustancias en un segundo contacto con el alérgeno y que produce efectos graves e incluso la muerte. La reacción puede producir constricción de los bronquios (asma), obstrucción capilar pulmonar por trombos hemorragias intestinales, urticaria, insuficiencias cardíacas que pueden provocar la muerte. El choque anafiláctico se produce a los pocos minutos de la segunda exposición al alérgeno
El tratamiento de los procesos alérgicos se basa en la administración de antihistamínicos, con el fin de neutralizar la acción de la histamina y otras sustancias.
Reacción citotóxica tardía. En este caso la reacción inmunológica es celular y ocasiona lesiones en los tejidos y órganos debido a la acción de linfocitos T citotóxicos y T colaboradores. En estos casos se producen erupciones cutáneas en respuesta a ciertos fármacos, o sustancias químicas como cosméticos, o sustancias caseras a las que la piel está expuesta permanentemente.