Propagación vegetativa y labores de preparación del suelo

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Planta injertada

El injerto es un método de propagación vegetativa artificial de los vegetales en el que una porción de tejido procedente de una planta, la variedad o injerto propiamente dicho, se une sobre otra ya asentada (patrón, portainjerto o pie) de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un solo organismo. Los factores que intervienen en él son la temperatura, humedad, actividad de crecimiento del patrón, técnicas del injerto, riego, laboreo del terreno, vigor del portainjerto, contaminación con patógenos, empleo de reguladores del crecimiento y condiciones ambientales en la fase posterior al injerto. Mejora desarrollo plantas y prolonga su tiempo de cosecha. Rentabilidad casi 50% +. Reduce uso y exposicion de pesticidas. Alternativa desinfección suelo. Tolerancia salinidad. Mayor calidad y cantidad cosecha. Posible conferir ciertas características deseadas para crecimiento, fructificación por ejemplo.

Patrón franco y clonal:

Franco es un portainjerto obtenido por germinación de una semilla de un frutal. Son enormemente vigorosos,. Además, en este patrón, las plantas resultantes no poseerán las mismas características; no producirá los mismos frutos, mientras que en un patrón clonal las plantas resultantes serán clones de la planta original teniendo las mismas características. Lenta entrada en producción y su menor resistencia a enfermedades y plagas. Un clonal necesita mucho tiempo de investigación para llegar a un portainjerto con buenas características.

Labores profundas:

  1. Preparación manual:
    • Cava manual (Histórico, con azadas hasta 60 cm, alto esfuerzo físico y coste)
    • Apertura manual de hoyos (Parecido al anterior pero en vez de cavar toda la superficie a plantar solo donde van a ir las plantas. Buen resultado pero trabajoso, caro y lento)
  2. Prepa. Mecánica:
    • Desfonde (es una técnica en la que la parcela completa que se va a plantar, se voltea en profundidad, empleando un arado de vertedera de gran tamaño, monosurco o bisurco y arrastrado por un tractor de suficiente potencia. Necesario terreno húmedo, no encharcado. Permite enterrar los restos vegetales superficiales, y los abonos y enmiendas que queremos aportar. Además el mullido levanta el suelo y retrasa algún tiempo el apelmazado y compactado natural. Pero a cambio, lo hace aplicable únicamente en suelos de perfil homogéneo en profundidad e inaplicable cuando hay horizontes desfavorables (calizos, pedregosos)).

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