La Reconquista: Proceso de Conquista y Repoblación Cristiana

La Reconquista: Etapas del Avance Cristiano

La Reconquista fue el proceso de conquista y repoblación de la Península Ibérica por parte de los reinos cristianos frente al dominio musulmán. Se pueden distinguir cuatro etapas principales:

Primera Etapa (1035-1086)

Sólo Castilla y León consiguieron empujar su línea fronteriza llegando hasta el Sistema Central (1062) y la Sierra de Estrella (1064). La conquista de Toledo en 1085 alarmó a los andalucíes, que pidieron ayuda a los almorávides, quienes llegaron a la Península y unificaron Al-Ándalus. Estos derrotaron a los cristianos en la batalla de Sagrajas (1086).

Segunda Etapa (1086-1212)

Cuando se debilitaron los almorávides, Alfonso I de Aragón (1104-1134) alcanzó el Ebro, conquistó Zaragoza (1118) y Tudela (1119). Cataluña se fortaleció por su unión con Aragón (1137), que llegó también hasta el Ebro. Los reyes aragoneses ocuparon Teruel (1171) y se produjo la conquista durante unas décadas.

Tercera Etapa (1212-1340)

Alfonso VIII asentó el poder real en Castilla, conquistó Cuenca (1177) y avanzó por La Mancha con la victoria en las Navas de Tolosa (1212). Fernando III, rey de Castilla y León, conquistó Córdoba (1236), Sevilla (1248) y el Valle del Guadalquivir. La corona de Aragón ocupó Denia (1245) hasta llegar al límite de Murcia. Se produjo el Tratado de Almizra (1244) entre Jaime I"el Conquistado" de Aragón y don Alfonso, a partir de ese momento, Aragón no se expandirá más hacia el sur y Portugal finalizará su avance con la toma de Faro (1249).

Cuarta Etapa (1340-1492)

Los castellanos arrebataron el Estrecho de Gibraltar a los benimerines y en 1492 se conquistó el reino de Granada.

Modelos de Repoblación y Organización Social

Hasta el siglo X, la forma más habitual de asentamiento cristiano en el norte peninsular era la presura, ocupación y roturación libre de tierras deshabitadas. Este modelo de repoblación tuvo como consecuencia que el minifundio fuese el más común.

Cuando los reyes de Castilla y Aragón conquistaban nuevas tierras, debían convencer a los habitantes y darles algo a cambio para poblar esas ciudades, y lo hacían a través de cartas llamadas fueros, donde el rey les otorgaba privilegios como ser hombres libres que se administraban políticamente a través de concejos, recibir tierras más grandes y el privilegio del alfoz, un terreno comunitario que les aportaba comida y otros bienes.

A partir del siglo XII, el modo más habitual de repoblación cristiana fue la Encomienda, que se encargaba de conquistar a cambio de administrar la tierra como señor feudal. Al conquistar La Mancha, los musulmanes aún tenían fuerzas, y las Encomiendas recayeron en las Órdenes Militares, mientras que en la zona norte de la meseta la repoblación la habían llevado a cabo los concejos.

Desde el siglo XIII, se estableció un nuevo sistema de reparto de las tierras: los Repartimientos, particiones de las propiedades de los musulmanes. La nobleza que apoyaba al rey y la Iglesia iban a recibir las mejores reparticiones en el repartimiento.