RESUMEN DEL mito de la caverna de Platón

Clasificado en Filosofía y ética

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Platón (428 -347 a. C.), nace y vive en un periodo de gran agitación social y política, consecuencia de las Guerras del Peloponeso entre los pueblos del Ática (Atenas) y los del Peloponeso (Esparta). Es una época de corrupción política tanto en el periodo de los treinta tiranos, que protagonizaron un golpe de estado en el año 404, como en el periodo democrático, al que Platón criticó duramente como el gobierno de una mayoría ignorante, que lleva al poder las opiniones equivocadas.Platón sirviéndose del mito de la Caverna, que aparece en su libro de La República, donde nos presenta a unos encadenados que viven engañados y prisioneros en un mundo de sombras y de falsas opiniones, en el interior de una gruta, de la que nunca han salido. Este mundo interior de la caverna y de los prisioneros, simboliza entre otras cosas el estado de injusticia y opresión de la sociedad ateniense, especialmente las revueltas oligárquicas y democráticas de su época. El encadenado que, tras ser liberado de sus ataduras y conducido al mundo exterior, contempla el mundo real, y la luz del sol, (símbolo del mundo ideal y de la Idea de Bien), siente el deber de volver de nuevo a la caverna para salvar o liberar a sus compañeros; éstos -sin embargo- desean matarle, porque siguen esclavos de sus ataduras y sobre todo son prisioneros de su ignorancia, de su conocimiento de sombras y falsas opiniones. Este hombre simboliza a Sócrates, o mejor aún, a sus enseñanzas sobre la investigación de la auténtica ciencia y filosofía. Este ideal político le lleva a fundar la Academia. En ella se estudian todas las ciencias y conocimientos necesarios para la formación de los filósofos gobernantes, tal como explica en el libro VI de la República: aritmética, geometría, música y dialéctica. La dialéctica era más o menos lo que hoy entendemos por Lógica y Metafísica, un arte de la argumentación, del lenguaje, y a la vez, un conocimiento profundo de los auténticos seres o realidades, que son las Ideas. Por otro lado, la Academia se convirtió en el foco de la ciencia y el arte griego de la época, donde brillaron grandes matemáticos como Teeteto, al que Platón dedica uno de sus diálogos. De la Academia también salíó otra de las grandes figuras de la filosofía y ciencia griega, su discípulo Aristóteles.
En cuanto al tema de la naturaleza, Platón explica el origen y el movimiento del universo, recurriendo al dualismo o afirmación de la existencia de dos mundos, uno imperfecto y material, que es el que percibimos por los sentidos (mundo sensible)
, y otro perfecto inmaterial, al cual sólo se puede llegar con gran esfuerzo a través del pensamiento, y de la purificación que produce en el hombre la ciencia y la sabiduría (mundo ideal). El mundo ideal está constituido por una pluralidad de Ideas, que son seres reales, inmutables, eternos y además son los arquetipos, formas o moldes ideales de todas las realidades de las cosas materiales del mundo sensible. Las Ideas están organizadas; la más importante es la Idea de Bien que ilumina a todas las demás que participan de su bondad, verdad y belleza. Su conocimiento es la dialéctica, la sabiduría o auténtica ciencia. El alma humana pertenece a este mundo y a él debe volver después de su encarnación y purificación en un cuerpo, que pertenece al mundo sensible; dentro del cuerpo, el alma se siente encarcelada. El mundo sensible corresponde a la naturaleza material, al universo en que vivimos. Está constituido por los seres naturales radicalmente opuestos a las Ideas, porque son corruptibles, mutables, compuestas, divisibles e imperfectos. Su conocimiento sólo nos proporciona opinión. El mundo sensible no es un verdadero ser, sino una mera apariencia de ser. La ética y la política tienen como finalidad la liberación de una vida material regida por la opinión o falsa ciencia. Sólo la virtud entendida como ciencia, es capaz de conseguir esa meta. Platón en la madurez de su pensamiento distinguíó cuatro virtudes fundamentales que elevan al ser humano hacia la regíón de las Ideas: la sabiduría (sofía), propia de la función racional y rectora del alma; la fortaleza (andreia), virtud de los nobles sentimientos; la templanza (sofrosine),virtud que refrena las bajas pasiones, o fuerzas irracionales del alma. Por último la justicia (dikaiosine), que equilibra y armoniza a la virtudes anteriores, siendo el fundamento no sólo del equilibrio individual, sino también del orden social y político. Finalmente el eros, el amor platónico (amor a las Ideas eternas), es el que más purifica, impulsando al ser humano a abandonar la ignorancia de las falsas opiniones, para buscar la ciencia y sabiduría auténtica.

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