La revolución industrial y los avances en transporte y tecnología

El incremento de la producción agraria e industrial no tenía sentido sino era posible hacer llegar las mercancías. Una serie de innovaciones revolucionaron los transportes.

En el s.XVIII en Gran Bretaña y en el resto de Europa se produjeron unas mejoras en las vías de comunicación tradicionales. El ferrocarril se usaba en las minas para transportar mineral en vagonetas que se movían sobre raíles. Las primeras innovaciones fueron raíles de hierro y unas ruedas con pestañas que impedían que descarrilaran. El gran invento fue la locomotora de Stephenson que accionaba el ferrocarril mediante una máquina de vapor. La primera línea de ferrocarril fue en 1830 en Inglaterra, lo que acortó la duración de los trayectos, aumentó la seguridad y la capacidad de carga.

Posteriormente, la máquina de vapor se aplicó al transporte marino y los barcos construidos con hierro sustituyeron a los de vela. Los primeros funcionaron en EEUU y tardaban en atravesar el océano 15 días.

La revolución industrial dio paso a una economía de mercado. Asimismo, la mejora de los sistemas de transporte permitió el aumento del comercio interior. El comercio exterior también se incrementó considerablemente a mediados del siglo XIX. Las teorías de libre comercio sostenían que la libertad entre países fomentaría el crecimiento de la economía. El proteccionismo es la defensa de la industria nacional mediante impuestos.

A finales del s.XIX, el mundo entró en la segunda revolución industrial, en la cual el liderazgo de Gran Bretaña empezó a ser compartido por nuevas potencias. La electricidad y el petróleo desbancaron al carbón. La dinamo producía electricidad en centrales que hicieron posible el traslado de la corriente. La electricidad tuvo múltiples aplicaciones en la industria.

El petróleo se empezó a extraer en EEUU. La invención del motor de explosión se empleó como combustible para el coche, medio de transporte fundamental, así como en el transporte marítimo y aéreo. La metalurgia produjo nuevos metales como el acero inoxidable y el aluminio. La industria química también produjo inventos como abonos y pesticidas, y finalmente el hormigón armado para rascacielos.

A finales del s.XIX se organizó la fabricación en serie para una mayor productividad. El taylorismo fue una forma de fabricación que implicaba la división de tareas en la empresa. Otros términos importantes son cartel (acuerdos entre diferentes empresas), trust (fusión de empresas), holding (grupo financiero que posee la mayoría de las acciones de un conjunto de empresas y bancos) y monopolio (derecho exclusivo de una empresa a comercializar un producto).