San Agustín de Hipona

Clasificado en Filosofía y ética

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Tema: Los argumentos contra los académicos
Disertaciones: Escrito, lección o conferencia en que se razonar detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas. Académicos: Hace referencia a los estudiantes de la academia platónica. Con el tiempo, esta academia se va viendo influenciada por diferentes doctrinas filosóficas. Sabio: Individuo que tiene el conocimiento decisivo, sobre lo permanente, es decir, Dios. De esta manera se considera que posee la verdad y que por ello sabe cómo llegar a la felicidad. Una vez que llegas a contemplar a Dios o al Bien, los sabios son felices.
C. Formal: El fragmento a comentar pertenece al segundo capítulo del libro De Beata Vita de Agustín, escrito en el 386 d.C. en su juventud, cuando Agustín estaba recién convertido al cristianismo (influido por su tutor el obispo Ambrosio de Milán), en las afueras de Milán en compañía de su hijo, su madre y unos amigos.
C.Próxima: La obra de Agustín se divide en varios capítulos. En nuestro caso, nos encontramos en el capítulo 2, que a su vez puede dividirse en varias partes. La primera habla sobre la composición de cuerpo y alma del hombre. La segunda de cuál es el alimento de ambos componentes. En la tercera trata el tema de la felicidad. Y en la cuarta expone un argumento en contra de los escépticos. Nuestro fragmento se situaría en esta cuarta parte, ya que habla de los académicos y de cómo no son sabios porque no son felices.
Explicación: En primer lugar, expone que no son dichosos los que no tienen lo que quieren. Con esto deja claro que aquel que no posea lo que desea será una persona infeliz. En segundo lugar, le pregunta a su amigo de manera retorica si no afirma él que los académicos quieren hallar la verdad, que este es su objetivo. Con esto Agustín afirma que a pesar de tener tendencias escépticas, los académicos investigan para obtener más conocimiento. Por último, afirma que el sabio es una persona feliz ya que la pregunta que le hace a su amigo tiene un toque irónico con lo que pretende Agustín ridiculizar y presionar a su amigo a responder a su favor, ya que es una realidad expuesta por Agustín que todo sabio, es necesariamente feliz.
C. En la obra: El tema de la felicidad, es el principal dentro de esta obra. La felicidad se concibe como poseer aquello que uno desea, pero que a la vez es conveniente. Los conveniente para Agustín es aquello eterno y permanente, ya que en caso contrario si es algo mudable siempre existirá el temor de llegar a perder esos bienes, con lo que no seriamos felices. En esta época, Agustín toma como principal y único ser permanente a Dios, por eso todo se resume a él. Existe también otra manera de llegar a la felicidad, y es teniendo bienes materiales, pero de manera moderada. De esta forma uno no es feliz por el hecho de tener los bienes que desea si no por tratarlos con moderación ,es decir, con la propia virtud, concepto también estoico. Lo que ocurre es que Agustín engloba todo lo anterior en tener sabiduría, conocimiento, por el cual llegamos otra vez a Dios. El tema de lo conveniente o no, en esa época es algo objetivo. Lo conveniente solo puede ser aquello permanente. Aquel que posea esto será feliz, pero para siempre, ya que la felicidad se concibe como un estado de armonía, reposo, siendo también un estado estático y permanente una vez que se llega a él. Según Agustín, cualquiera puede llegar a ser feliz ya que creer en Dios es fruto de la voluntad, no de la mera fortuna. Si tu quieres tener fé y creer en Dios podrás llegar mediante el conocimiento a él.



C. En la filosofía del Autor
: Haciendo referencia a los académicos, estos como bien expone en el texto, quieren hallar la verdad, están continuamente investigando con ese objetivo. Pero por la tendencia escéptica que tienen, saben que es imposible hallarla. Por ello, los académicos no son felices porque no poseen aquello que anhelan, la vedad. A partir de esta afirmación, como plantea Agustín, toda persona sabia es necesariamente feliz. Por esto, como los académicos no pueden ser felices por su condición de escépticos, tampoco podrán llegar a ser sabios. Sabio para Agustín consiste en ser poseedor de la verdad, es decir, de Dios. Hay tres maneras de poseer a Dios. Por un lado, tendrá a Dios todo aquel que viva bien. Este vivir bien, se pude tomar por dos caminos. Por un lado, vivir de manera moderada con los bienes que uno posee y conforme a la naturaleza. Esta afirmación tiene un carácter estoico. El otro camino sería el de vivir amando a Dios y al prójimo. En segundo lugar, tendrá a Dios aquel que cumple la voluntad de Dios, es decir, que viva conforme a los 10 mandamientos. Por último, tendrá a Dios, aquel que tenga el alma limpia del espíritu impuro. Agustín da el mismo valor a las tres afirmaciones a la hora de saber cómo llegar a Dios. Una vez que se llega a Dios, se es feliz.
C. en la época: En cuanto a las influencias recibidas por Agustín, cabria destacar el estoicismo, como una de las principales bases de su teoría ya que de ellos adopta el tema de la virtud como felicidad siendo esta virtud la moderación. Por otro lado estaría la influencia Neoplatónica, de la que adopta el objetivo principal de cualquier persona, el llegar a la contemplación del Uno, en el caso de Agustín, de Dios. Tanto para Agustín como para Platón. el término de felicidad es el mismo, un estado de armonía y estático, permanente. Aunque en el caso de Platón, este dice que no cualquiera puede llegar a la felicidad, a la contemplación del Bien, solo los mejores lo conseguirán. En el caso de Agustín, todo el mundo puede conseguirlo, ya que el querer o no es fruto de la voluntad. Por último, el escepticismo le influencia de manera negativa ya que lo niega y de hecho en este capítulo expone un argumento contra su filosofía por la cual no pueden llegar a ser sabios, porque nunca serán felices. Esto haciendo referencia a los académicos ya que un pirrónico, un escéptico radical ha desechado ya el deseo de conocer.
Val crítica: En primer lugar, no cabe duda de que Agustín piensa firmemente que para ser feliz hay que ser cristiano, hacer una búsqueda interior, y conseguir la gracia de Dios y que todo esto se produce a través del alma, pese a que esto lo mencionara posteriormente a la publicación de De Beata Vita. Por otro lado, es también innegable que hoy en día la sociedad, sobre todo la occidental, es profundamente laica, y tiene un tremendo aprecio por el dinero y los bienes materiales. Partiendo de estas premisas, si intentáramos aplicar los ideales agustinianos en nuestra sociedad, nos sorprendería que, a pesar de la aparente incompatibilidad de ideas, algunos conceptos sí que serían aplicables. A saber, aunque somos laicos, un altísimo porcentaje de la población occidental está bautizada, y aunque el rechazo de Agustín por lo material hoy en día no tendría ningún éxito, muchísima gente se podría sentir atraída hacia esa búsqueda interior, y seguramente la efectuaría, aunque poniendo como pretexto el “por si acaso”. Es más, teniendo en cuenta el maximizado materialismo presente, ¿qué mejor oferta que ser eternamente feliz y tener todo lo deseado en el paraíso?

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