La Segunda República Española: Reformas y Autonomías

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La dimisión de Primo de Rivera y el fin de la monarquía

En 1930, la dimisión de Primo de Rivera significó el fin de la monarquía de Alfonso XIII que apoyaba la Dictadura. Berenguer había fracasado por la escasa base de los partidos dinásticos, la impopularidad de Alfonso XIII y la oposición de las fuerzas democráticas que apoyaban unas elecciones libres y la proclamación de la República.

El advenimiento de la Segunda República

El malestar provocado por la represión ante un intento de golpe republicano en Jaca llevó al rey a nombrar a Aznar jefe de gobierno, quien convocó elecciones el 12 de abril de 1931. La victoria republicana en la mayoría de las zonas urbanas e industriales mostró un importante vuelco electoral y la mayoría de los ayuntamientos proclamaron la República el 14 de Abril. Aznar renuncia y recomienda al rey que se marche al exilio. Se forma el Gobierno Provisional con los partidos del Pacto de San Sebastián y presidido por Niceto Alcalá Zamora.

La Constitución y el Bienio Reformista

El nuevo gobierno, formado por republicanos, socialistas y nacionalistas gallegos y catalanes, procedió a la promulgación de una ley de amnistía y la convocatoria de elecciones legislativas, siendo las primeras sin caciquismo. La Constitución tenía 125 artículos que defendían la soberanía de la Iglesia y el Estado, el pacifismo en las relaciones internacionales, adoptaban la bandera tricolor republicana, una amplia declaración de libertades y derechos individuales, incluyendo la incorporación de la mujer a la vida social y política, la laicidad de la vida pública y la subordinación de la riqueza del país a los intereses nacionales.

Establecía un sistema parlamentario unicameral, responsable de la elección del presidente de la República y del control del gobierno, aunque fue rechazada por sectores de la derecha. Esto llevó a la renuncia de Alcalá Zamora, quien pasó a ser elegido Presidente de la República y sustituido por Manuel Azaña, cuya etapa es conocida como el Bienio Reformista (1931-33) debido a la intensa labor de reformas en la Educación, el Ejército, la estructura de la propiedad, la sociedad, los derechos laborales, el reconocimiento de las Autonomías y las relaciones con la Iglesia.

Reformas educativas y sociolaborales

Las Reformas educativas plantearon una Escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita, para lo cual se incrementó el presupuesto educativo, se organizó una red de bibliotecas y se dispuso la apertura de más de 6000 escuelas e institutos. Las reformas sociolaborales se pusieron en marcha con Francisco Largo Caballero, con la aprobación de la Ley de Términos Municipales, la Ley de Contratos de Trabajo, la festividad del 1º de Mayo y la ley de Jurados Mixtos.

Procesos autonómicos en España

Cataluña alcanzó su Autonomía en 1932 a través del Estatuto de Nuria, que creó la Generalitat. El proceso autonómico en Euskadi se desarrolló con gran lentitud, debido al predominio del PNV. Galicia conseguiría su Estatuto en 1936, mientras que Andalucía apenas pudo iniciar su proceso autonómico en 1936 de la mano de Blas Infante.

La reforma del Ejército redujo el número de mandos, se suprimieron unidades, el Consejo de Justicia Militar y los Tribunales de Honor, y se cerró la Academia General de Zaragoza, al tiempo que se creaba la Guardia de Asalto. Estas medidas provocaron el malestar de los sectores africanistas del Ejército y en agosto de 1932 se produjo un golpe de estado fracasado, liderado por el general Sanjurjo en Sevilla.

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